EVASIONES:  Esperanza
Filosofía y Religión Reflexiones

Cristianismo y tendencias del mundo actual

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February 12, 2019

Charla – conversatorio en Seminario Menor Arquidiócesis de Managua.

Nicaragua, diciembre 2018.

Nosotros somos cristianos católicos, pero vivimos en un mundo que es como és, y evoluciona de esta forma concreta, y al que estamos comprometidos en influir de manera positiva con nuestra vida y mensaje. Para vivir, trabajar e incidir en el mundo, necesitamos saber cómo es y cómo funciona. No podemos ser ajenos a una realidad que nos absorbe y nos rodea. Una realidad que se encuentra ahí, en nuestro país, en nuestra región y que es global.

Como laico en el camino de la vida, desde mi vida profesional y cotidiana, de escritor, académico y ciudadano, quiero reflexionar con ustedes lo que llamo “las tendencias”, ¿hacia dónde vamos?, ¿qué es lo que observamos que está ocurriendo?, ¿qué se está moviendo a nivel global en esas tendencias? Identifiqué unas 10 tendencias que voy abordar con brevedad, no pretendo aquí, con el tiempo disponible, agotar estos temas tan vastos, sino que dejaré en su mente la inquietud y podrán investigar, leer y profundizar a partir de ello.

  1. Información y palabra no impecable

Una primera tendencia que para mí es evidente, se relaciona a “la información”, a las noticias, a los medios de comunicación (televisión, radio, prensa, medios virtuales). Hay un libro que se llama “Los cuatro acuerdos” (1998), del médico y escritor mexicano Miguel Ruíz; escribe basado en la sabiduría y cosmovisión tolteca, una cultura pre-colombina (antes de Cristóbal Colón), que se desarrolló en México: Los toltecas, son anteriores a los mayas, incluso.

En “Los cuatro acuerdos” hay un acuerdo que enuncia: “Palabra impecable”, y por palabra impecable quiere decir: sin mancha, sin pecado, sin malas intenciones. La palabra limpia, la palabra correcta, transparente. Y aquí tendría que recurrir a las referencias que Juan, el apóstol, al inicio de Evangelio, ¿cómo comienza? Juan empieza hablando de la “Palabra” en los primeros versículos: “Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, / y la Palabra era Dios. / Al principio estaba junto a Dios. / Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra”.  Es decir, la Palabra que está siendo leída aquí tiene un poder que a veces no valoramos, la palabra es capaz de construir o de destruir; es capaz de motivar y desmotivar; de elogiar, de alagar, de descalificar, de ofender; de crear y aniquilar, es “Palabra”, con mayúscula; y de ella se deriva “palabra” con minúscula. A veces no nos damos cuenta, que, así como dice Juan, en su Evangelio, esa palabra crea, esa palabra viene de Dios, es de Dios, es Dios, tiene poder.

Les pregunto a ustedes: ¿cómo usan sus palabras? ¿Te das cuenta que esas palabras tienen poder? ¿Utilizan el poder de la palabra para construir o para destruir? ¿Utilizan el poder de la palabra para transformar, para cambiar o para retroceder, para aniquilar? ¿Para qué?

La sabiduría tolteca, que no conocía el Evangelio de Juan, enuncia: “palabra impecable”, y cuando decimos eso queremos decir que “la palabra” debe utilizarse de manera correcta, constructiva y no destructiva, porque la palabra reafirma y confirma. Lo que digo con mi palabra, es lo que estoy construyendo, digo o transmito lo que tengo, lo que sale de mí a través de la palabra.

Les diré sobre las cosas cotidianas, desde la mañana cuando te levantás, si decís: “¡Uy! ¡qué horrible este día!”, estás usando una palabra que reafirma una actitud negativa. Si decís: “¡Qué horrible el sol hoy!”, esa palabra que sale de tu boca, que enuncia un pensamiento o estado de ánimo, está reafirmando algo, una actitud frente al día que comienza o transcurre. Si le decís a un compañero: “sos bruto”, estás reafirmando algo que estás construyendo y reafirmando en el otro de manera pesimista y negativa. Si decís: “No, es broma”, las palabras no son bromas, las palabras se dicen y tienen el peso de lo que dicen. Alguien decía: “El subconsciente no entiende de bromas”, o “no tiene sentido del humor”, si decís: “soy bruto”, o “no puedo”, y te repetís siempre y a cada rato: “soy malo”, “soy borracho”, “soy irresponsable”, “soy incompetente”, si decís eso y lo reafirmás, si lo decís siempre, ¿qué pasa? Estás reafirmando y creando con tu palabra, tu actitud y tu comportamiento y sus consecuencias.

Vamos a suponer que estás enfermo de gripe, o lo que sea, ¿saben qué debemos de decir? “Yo soy sano, soy fuerte, hoy me voy a sentir bien, hoy me voy a sentir mejor”, porque esa palabra es capaz de influir en tu actitud, en tus emociones, en tu mente, y en tu subconsciente: es el poder indiscutible de la palabra.

Ante esa reflexión veamos cuál es la tendencia sobre la palabra que usamos en nuestro entorno contemporáneo, la información que nosotros recibimos a través de múltiples mensajes verbales y diversos. Pregunto: ¿Ustedes creen que la palabra que se usa hoy en los medios de comunicación, en general, es una palabra en el sentido que dice Miguel Ruíz, en el sentido que dice el Evangelio de Juan, capítulo 1, será una palabra impecable?, ¿creen que esa palabra es constructiva? o ¿creen que predomina en el lenguaje público de los medios de comunicación (convencionales y virtuales), como tendencia, una palabra contaminada, denigrante, la noticia amarillista, la foto fatal, el titular dramático, la imagen destructiva? Eso es lo que predomina hoy.

Por lo tanto, la primera tendencia que identifico en nuestro mundo es que, en la comunicación social, la información que fluye, no necesariamente abona a una palabra impecable como tendencia. Lo que abunda y lo que la gente prefiere, lo que comercialmente vende, según parece, desafortunadamente, es la noticia amarillista, fatalista, provocadora y destructiva. ¿Saben ustedes cuales son las páginas que la gente más lee? Las páginas donde está la tragedia.

Como decía una escritora norteamericana Susan Sontag: “Nos volvemos espectadores del dolor ajeno”, nos ponemos frente a una pantalla de televisión y ¿saben qué hacemos frente a la pantalla? nos tomamos un vaso de agua, una taza de café o una cerveza, mientras en la pantalla está una bomba que pusieron en Francia, y hubo cinco muertos, un accidente de tránsito con gente sangrando; una protesta, o grupos de personas muriendo o sufriendo; y nosotros decimos: “Es que me estoy informándome”, pero te estás informando y te estás recreándote, divirtiendo, porque estás de alguna forma disfrutando frente a una pantalla de televisión o frente al monitor de la computadora, donde ves tragedia, y esa tragedia tiene un discurso, y ese discurso es negativo, destructivo y dramático, es lo que estas viendo, estás alimentando actitudes negativas, pesimistas, percibiendo y transmitiendo desesperanza y desánimo, y por lo tanto, se reproduce de manera particular y colectiva, un pensamiento en tal sentido.

Entonces, les digo a ustedes que van a ser sacerdotes: cuiden la palabra que salga de su boca porque la tendencia desafortunada del mundo actual es que no la cuidamos. Somos irresponsables con el uso de la palabra: los medios de comunicación desde las grandes compañías de la información, la televisión, el internet, o cualquier medio de comunicación, en cualquier espacio público, se dice cualquier cosa, y se llega a millones de personas con mensajes ofensivos, descalificadores, pesimistas, negativos y destructivos. Son pocos los espacios donde se construye un pensamiento positivo y crítico. Cuiden la palabra cuando estén en el púlpito, cuando estén diciendo la homilía, eviten ofender y destruir. Critiquen con equilibrio, con balance. Construyan, trasladen mensajes que realmente ayuden a la comunidad con una visión más allá del presente.

Por ejemplo, vemos en los medios de comunicación, en general, que la veracidad no importa. Si lo que decís es verdad o mentira, no importa. ¿Han oído hablar del concepto “fake news”? Son noticias falsas. Las noticias falsas salen y abundan, y a nadie le importa que sea falsa o verdadera. La oís, la vés, la creés y punto, la palabra te traslada mentira, y la creés. Te traslada a supuestos, y los creés. Te traslada especulación, y la creés, y de allí, asumís actitudes, decisiones, reacciones, emociones, que, como se sustentan en falsedad o medias verdades, por esencia, serán erróneas.

  1. Automatización y electrónica

En este mundo donde estamos, la ciencia avanza y uno de los avances más visibles, es la automatización, la electrónica. Hoy, las cosas dependen mucho de la automatización y de la electrónica: los aviones que vuelan, los automóviles incluso, las bombas de las gasolineras, los sistemas de salud, la educación, todo está condicionado por nuevos sistemas electrónicos y automatizados. Esa es una realidad, por lo tanto, ustedes tienen que aprender a usar la tecnología también, tienen que aprender que la automatización y la electrónica, es una tendencia que se impuso. Decía hace más de cuatro décadas, el futurólogo norteamericano Alvin Toffler (1928 – 2016), autor de “El shock del futuro” (1970), que, en el futuro, quien no tenga acceso al internet ni sepa usar la tecnología, “será analfabeta funcional”.

Ustedes nacieron en este milenio, en estos últimos años, pero cuando yo nací en los años 60s., e iba a la escuela, no había ni computadoras, ni celulares, ni internet. De tal forma, que, si quería investigar algo, tenía que ir a la biblioteca y copiar los textos. Para comunicarme con mi casa, o con mi familia tenía que buscar un teléfono convencional, que no eran tan abundantes, no había mensajes de WhatsApp que pudiera mandar; ni redes sociales de ningún tipo. Por lo tanto, la comunicación tenía que ser directa y personal, no había otra forma.

Pero hoy, ustedes, cuando van a investigar, pueden ir a una computadora y buscar información, y estas le darán abundancia de información. Incluso, tanta información que es imposible verla y analizarla, porque es mucha, es excesiva. La automatización y la electrónica son tendencias actuales. Todo, absolutamente todo, está siendo automatizado, está siendo condicionado por la nueva tecnología que nos impone y marca para el futuro y en el presente.

  1. Predominio de lo virtual

En el mundo actual, hay un predominio por lo “virtual”. ¿Qué es lo virtual? Lo virtual es lo que aparece en las redes, lo que aparece en internet, lo que parece real y no lo es. Vos tenés amigos en el Facebook, pero no los conocés, lo que conocés es la foto y el dato de ellos en Facebook. Alguien dice: “tengo 500 amigos en Facebook”, ¿qué son esos amigos? Son amigos virtuales.

Lo virtual está predominando en el mundo contemporáneo, no importa la verdad, no importa la realidad, lo que importa es lo virtual que está ahí, en las imágenes. Uno puede tener 5000 amigos en Facebook, y puede estar dentro de una profunda soledad, porque el problema es que esa multitud de amigos en las redes sociales es una relación virtual, no real.

¿Cuántas relaciones virtuales se construyen hoy en el mundo contemporáneo? Lo virtual se está imponiendo, y la realidad, el contacto directo con las personas, ¿saben qué pasa? Se está reduciendo, y es un problema que debemos conocer y abordar. Pregunto ¿cómo vamos a enfrentar esta situación que marca una tendencia? Hay gente que tiene cien mil o un millón de amigos en el Facebook, y la gente cree lo que ve en las imágenes y medio lee en los mensajes que influyen en sus emociones, aunque quizás sean falsos de manera parcial o total. Sin embargo, se hacen populares, pero es una popularidad montada o cimentada en una situación totalmente virtual, inexistente o manipulada que puede desvanecerse o evaporarse con facilidad.

  1. Aceleración de los cambios

Esta tecnología plantea una situación contemporánea muy compleja, y es que los cambios son muy acelerados en todos los ámbitos.

Hace 30 años, no conocía las computadoras, ni los celulares, ni el internet, ahora sí, y abundan. El celular que tengo tiene una duración o vida útil de 18 meses desde que se fabrica, porque 18 meses después la tecnología lo desplaza. Un médico que se gradúa en la universidad, aunque haya sido el mejor alumno de su facultad hace 20 años, hoy tiene que volver a estudiar porque los métodos de diagnósticos y conocimientos sobre la medicina, cambiaron.

Hace más de cien años, la energía eléctrica, para llegar al 25% de la población requirió casi 50 años, ahora Facebook para llegar al 25% de la población desde que se creó, requirió 4 o 5 meses. Es decir, es un tiempo relativamente corto, las transformaciones tecnológicas se difunden de manera rapidísima, para bien o para mal, según sea el caso.

Ustedes están estudiando para ser sacerdotes, pasan por una etapa preliminar de su vocación, pero en las comunidades y sociedades donde ustedes van a vivir y trabajar, todas las ciencias: el derecho, la medicina, la ingeniería, todo el conocimiento de la población, está moviéndose a un ritmo sumamente acelerado.

Nosotros tenemos dos posibilidades: 1)- nos quedamos aquí sin aprender y por lo tanto, nos quedamos fuera de la realidad, o 2)- nos metemos a un proceso de aprendizaje intenso y constante, siempre para estar al lado de la gente y comprender esos procesos de cambios que la realidad impone.

Creo que un sacerdote obligatoriamente tiene que ser un estudioso permanente y un orante constante. Oración y estudio, eso es algo inseparable hoy. Alguien que se dedica a la oración siempre, ¿saben qué va a pasar? Se va a quedar fuera del mundo, fuera de los cambios que el mundo promueve y que es necesario conocerlos, por lo tanto, impedido de influirlo. Si no conocés cómo cambian las realidades, la ciencia, el conocimiento, los comportamientos y percepciones humanas, simplemente no tenés posibilidad de influir en esos conocimientos, prácticas y actitudes, en la ciencia, en la comunidad, en las familias, etc. Tenemos que adquirir conocimiento en lo que nos competa según nuestras preferencias y talentos (en psicología, en economía, en filosofía, en biología, teología, etc.), y aunque nadie puede conocer todo, tenemos que entender que, en la comunidad, en los colectivos humanos, hay gente con distintas experiencias, distintos conocimientos y dones que debemos saber utilizar, explotar y potencializar por el bien común. Hace doscientos años, el mundo cambiaba lentamente; hace cien años, el mundo cambiaba un poco más rápido; en estos años, al inicio del siglo XXI, el mundo cambia en una velocidad inusitada, mucho más rápido, todo está cambiando.

La sociedad, la cultura, las generaciones nuevas como ustedes, comienzan a construir en su pensamiento un criterio de transitoriedad, de temporalidad. Hay un concepto que se introduce hoy en la discusión cotidiana, la que considera que “todo es líquido”. Ese concepto de líquido que ustedes podrán investigarlo después: “amor líquido”, “amistad líquida”, ¿saben qué quiere decir? Que el amor es temporal, transitorio, que la amistad es temporal, que todo es temporal: te casás con alguien, pero a los tres meses se separan porque es amor es líquido, pasajero, porque fluye rápidamente y se va. Todo es líquido, todo tiene temporalidad, nada es duradero. El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman (1925 – 2017), introduce el término en su libro “Amor líquido” (2003) para describir las relaciones interpersonales que se desarrollan en la postmodernidad caracterizadas por el individualismo, la falta de solidez y por su tendencia fugaz y superficial.

Entonces, en la cultura del mundo actual, se está sembrando la actitud de la transitoriedad, de la temporalidad de todo, de manera absoluta. De tal forma, que no se piensa que hay valores y relaciones que deben ser sólidos, y permanentes, en la comprensión que, en realidad, todo pasa y nuestra existencia es efímera. No se considera dentro de ese pensamiento que el matrimonio es para siempre, no se cultiva eso en el pensamiento cotidiano: se piensa que el matrimonio es para un rato, que una amistad es para un rato, no hay compromiso ni responsabilidad, o es más difícil asumirlo. ¿Qué hay de verídico en esto?  Todo cambia, nada es permanente… Como la pregunta de Pilatos a Jesús, quedará por siempre pendiente: “¿Qué es la verdad?”

Lo transitorio prevalece y las generaciones recientes, como ustedes, las posteriores y las inmediatas anteriores, desafortunadamente, están cultivando esa visión, consciente o inconscientemente. Nadie que viva en este tiempo es ajeno a esa influencia. Los sistemas de educación, los medios de comunicación, el imaginario colectivo, están absorbidos en un criterio de transitoriedad, de temporalidad. Hay una contradicción entre lo durable y perecedero, entre la verdad pasada y la futura, existe el dilema de que nada ocurre siempre, de que todo es pasajero y de corto plazo, pero no en su sentido positivo, sino, a veces, en un sentido adverso de los valores duraderos, necesarios para la convivencia y la sostenibilidad del género humano.

  1. Concepto de género y familia

Esto plantea también un elemento que desde mi opinión es polémico y toca directamente los criterios o dogmas del cristianismo. Hay dos conceptos que están planteados en el escenario global: el concepto de género y el concepto de familia. Si todo es transitorio, y todo es temporal, también el sexo puede ser transitorio, y también el sexo puede ser temporal. Es decir, soy hombre desde mi constitución biológica hoy, pero me puedo hacer mujer, o soy mujer hoy y me puedo hacer hombre. Y si todo es temporal, y todo es posible, podría tener relaciones sexuales con animales, por ejemplo, y eso podría ser válido, aceptado y legal. Y podría tener cinco o seis relaciones simultáneas, promiscuas, y podría ser válido porque todo es temporal y transitorio, sin considerar el afecto, sin cultivar el amor ni la responsabilidad.

Y la categoría de género, no solamente por la necesaria equidad entre hombre y mujeres, que tenemos diferencias y similitudes, en una realidad complementaria perfecta, pero que biológicamente tenemos roles distintos, pero eso no tiene ninguna importancia porque el concepto de género plantea: “Género como construcción social, y por lo tanto existen varias categorías cambiantes”; entonces hay sociedades en el mundo que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo. La familia tendrá una composición distinta, jurídicamente aceptada.

Incluso relaciones entre tres personas, que se ponen de acuerdo y conviven juntas: dos mujeres, y un hombre, o dos hombres y una mujer, como ilustra una película sueca del año 2016: “Santo desorden”, presentada en Nicaragua como parte del festival del cine europeo (2018), y esas relaciones son permitidas, toleradas, y en algunos casos, hasta promovidas. O, por ejemplo, un adulto y un niño, dos hermanos, o entre el padre y la hija, etc., son relaciones que el mundo e incluso algunos grupos han discutido y aceptado. ¿Cuál es el rumbo?

Entonces, el concepto de género plantea una distorsión desde el concepto cristiano, una polémica en el mundo actual, tal y como está concebido, y entonces ¿cuál es el concepto de familia que se cultiva? No es el concepto de familia de un papá y una mamá, con sus hijos, sino que, dentro de esa tendencia, “familia” puede ser cualquier cosa, adquirir cualquier composición. Una familia puede ser una mujer, o tres mujeres que viven juntos, comparten su vida y también su ámbito personal, íntimo, etc.

¿Cuántos estados de Estados Unidos han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo? ¿Cuántos países del mundo han legalizado matrimonios del mismo sexo? No sé si lo saben, pero, por ejemplo, el presidente de Luxemburgo, es gay y su pareja es un hombre. Y hace poco hubo una cumbre de presidentes en Europa, y los presidentes varones llevaron a sus esposas, y hay una reunión de primeras damas. Por primera vez, en esa reunión de primera damas, a pesar de la confusión que implicó para el protocolo, estaba también un hombre que es “la esposa”, del presidente de Luxemburgo.

Estados Unidos nombró hace algunos años, como embajador en República Dominica, a un norteamericano que llegó con su pareja, también hombre, de tal forma que el embajador asistía a los actos presidenciales con su pareja de la mano. Eso chocó un poco en la sociedad dominicana tradicional, no concebía tal situación, y al poco tiempo al embajador lo trasladaron, no sé la razón, pero esas son las realidades que están ocurriendo en nuestro mundo contemporáneo.

Hay una concepción de género y de familia que se está desconfigurando o reconfigurando en la cultura y la sociedad, en el ámbito jurídico y sociológico, está provocando modificaciones en la legislación y la estructura educativa de muchos países del mundo. Y los católicos, desde la visión cristiana, vemos esa realidad y tenemos que conocerla para poder trabajar en esos entornos complejas en la que estamos en estos tiempos.

  1. Preocupación por el medio ambiente

 También hay otro punto que es relevante como tendencia: es la preocupación por el medio ambiente. Todos sabemos que el mundo en el que vivimos es nuestra casa común. Vivimos en el planeta Tierra, y hemos desbastado el bosque, contaminado los mares, los ríos, las fuentes de agua se agotan, se destruyen los árboles, se contamina el aire, cada año desaparecen miles de especies animales, y ante esa realidad, el mundo tiene que entender que tenemos que cuidar el medio ambiente. Hay que cuidar los desechos, la basura, el plástico que botamos y que tiramos en la calle, los residuos atómicos y las emisiones de gases tóxicos que afectan la capa de ozono, eso es una preocupación y una tendencia del mundo contemporáneo, que a veces las grandes potencias económicas, políticas y militares del mundo, evaden en su gran responsabilidad frente al futuro de la humanidad por los beneficios oportunistas de corto plazo y las conflictos hegemónicos y expansionistas.

La Iglesia Católica, comenzando por San Francisco de Asís, el Santo Patrono de la Ecología, porque él hablaba del “hermano gusano”, “de la hermana luna”, “del hermano sol”, “de la hermana estrella”, toda la naturaleza eran sus hermanos. Ese mensaje de San Francisco de Asís, tiene una profunda validez hoy: es interesante como él, hace 800 años, fue capaz de percibir y entender la naturaleza común que nos une a todo el universo, desde lo insignificante, próximo y pequeño, y lo inmenso y lejano, cuando en aquel tiempo no había aún los graves problemas de que bosque se estaba terminando, ni que las aguas en general estaban contaminadas, la población mundial era pequeña, no había fábricas que intoxicaran el aire. Pero hoy, el mensaje de Francisco de Asís, además coincide con el Papa que asumió su nombre: “Francisco”, y que comparte ese mismo pensamiento, es de una importancia impostergable. La ecología, la protección al medio ambiente, la sostenibilidad, la armonía con el entorno natural que nos es imprescindible, es una tendencia positiva, a pesar de las resistencias, en el mundo actual.

  1. Procesos de “fisión”

Los países que hoy existen en el planeta, no son los que existían hacen 200, o 100 años. Cada cierto tiempo cambian las fronteras y se modifican los nombres. Estas fronteras son artificiales, es decir, no las hizo la naturaleza, ¿por qué la raya pasa aquí? Es una decisión política de las naciones de los países que deciden por diferentes circunstancias, por la imposición militar, política y económica, trazar las fronteras. Por ejemplo, Europa, cambió sus fronteras después de la Gran Guerra de Europa (llamada Primera Guerra Mundial), después de la Segunda Guerra Mundial, y volvió a cambiarlas después del fin de la Guerra Fría, cuando se desmembró la Unión Soviética y vuelven a formarse otros países.

En los años noventa aparecieron otros países, otras fronteras se crearon. Si ustedes se fijan hay países como España, con un conflicto nacionalista en Cataluña: según los referéndums, quieren separarse y formar una nueva nación. Y en Turquía, los kurdos (otra población) también quiere formar una frontera distinta, un país distinto. Y los escoceses del Reino Unido, etc.

El fenómeno que el mundo está viviendo es que hemos pasado de lo que ocurrió a fines del siglo XX, un proceso de fusión, es decir las naciones se estaban juntando, incluso Centroamérica formó o renovó el Sistema de Integración Centroamericana, trataron de integrarse los países después del fin del conflicto armado. Ese proceso mundial que ocurrió de fusión terminó, y en la etapa actual (que es tendencia mundial), hay un “proceso de fisión” (que se separan), es decir, nos juntamos en algún momento  del siglo pasado, principalmente después de la Segunda Guerra Mundial, y una serie de procesos políticos que a nivel mundial se dieron, pero en las recientes décadas, hay un proceso inverso donde, varios pueblos, naciones y comunidades, renovando sus viejas aspiraciones o conflictos nacionalistas, quieren ir por su lado; hay una fisión. La palabra “fisión” viene de la teoría atómica, cuando las partículas del átomo, los neutrones y los protones se separan en una explosión, y cada una va por un lado opuesto liberando gran cantidad de energía.

Está pasando algo parecido desde el punto de vista geopolítico en los países del mundo. Centroamérica, no es la excepción, aunque debería de ser una, había –y siguen habiendo-, un proceso de integración, de repente, cada quien –desde la práctica-, va por su lado, y cada quien hace lo que quiere, entonces somos pequeños países, insignificantes en el mundo, por su tamaño y peso económico, político y militar. Lo mismo está pasando en Europa, Asia y África. En España, lo dijimos antes, Cataluña que se quiere separar; hay un montón de procesos, de huelgas, protestas, conflictos políticos y geopolíticos, que promueven la desunión o fragmentación de diferentes grupos o naciones.

  1. Nuevas profesiones y ocupaciones

También es importante reflexionar sobre esto: ¿cómo va a ser en el futuro, en los próximos diez años, el papel de un sacerdote? ¿Cómo va ser el papel de un médico? ¿o de un ingeniero, o abogado? En la tendencia actual, todas las profesiones del mundo están redimensionándose, replanteándose, sus roles se modifican porque el mundo se modifica y no podés seguir haciendo lo mismo que hacías, porque el entorno y las necesidades se modifican. ¿Cómo va ser el rol de los maestros en los próximos diez años?

Dicen algunos estudios de la Universidad de Oxford, Inglaterra, que en la próxima década van a desaparecer el 50% de las profesiones actuales. Y ustedes dicen: “pero, ¿cómo pasa eso?” Sólo piensen lo que ha pasado ya: hace 40 años, por ejemplo, había mecanógrafas, utilizaban máquinas de escribir. ¿Hay mecanógrafas hoy? No hay, desaparecieron las máquinas de escribir.

Antes, existía el telégrafo, que no conocí. El telégrafo era para mandar un mensaje de un lugar a otro, entonces había una profesión que se llamaba “telegrafista”. El telegrafista del pueblo mandaba el mensaje del municipio de La Concepción para Tipitapa. En Tipitapa lo recibían, lo transcribían y pasaban a la persona destinataria. Sin embargo, telegrafistas ya no existen, porque ya no hay telégrafo.

En los próximos diez años, van a desaparecer la mitad de las profesiones actuales. Algunos dicen, incluso, que van a desaparecer los abogados, ¿por qué? Porque el sistema electrónico va a permitir hacer una escritura, o un contrato, un documento en línea usando las bases de datos, etc, y no necesitaría de abogados o los servicios legales que hagan ese trabajo.

Dicen que van a desaparecer las cajeras de los super mercados, alguien se pregunta: “¿cómo van a desaparecer?” Es muy fácil, y están a un punto de desaparecer, ¿saben por qué? Cuando vas al supermercado y comprás un lapicero, en la caja, pasas el lapicero por el lector electrónico, y registra el precio del lapicero. Descarga del inventario el lapicero y hay una máquina para pagar con la tarjeta de crédito o débito el lapicero que compraste. ¿Para qué necesitas cajera? Y aunque nos parezca absurdo, ya hay cadenas de restaurantes, en Japón, por ejemplo, donde los meceros son robots, y el cocinero es un robot. Lo que hay en el restaurante es un gerente y quizás dos personas más, pero ese restaurante que a lo mejor tenía cien empleados, meceros, cocineros, etc., ahora no necesita eso, lo que tiene son varios robots. Cuando llegas al restaurante hay un robot que te espera, te da la bienvenida, y el robot tiene una pantalla donde marcás la cantidad de personas e indica la mesa que está desocupada. En la mesa, hay una tablet donde se encuentra el menú y podés marcar lo que querés pedir. En un rato llegará un robot con una bandeja y todo lo que ordenaste. Hay robots, ¿para qué querés meseras?

El periodista y escritor argentino residente en Estados Unidos, Andrés Oppenheimer (1951), publicó el libro “Salvese quien pueda. El futuro del trabajo en la era de la automatización” (2018), argumenta, a partir de diversos datos y entrevistas, esta polémica, y aún incierta, circunstancia actual.

¿Cómo se modificaría el rol de un sacerdote en esta tendencia para los próximos veinte años? ¿Cómo van a tener que comportarse en este mundo con estas realidades que no podemos evitar? Y con esto de las nuevas ocupaciones, pregunto: “¿Qué va a pasar con el empleo en el mundo?”.

Cuando eligieron al presidente Trump hace dos años en Estados Unidos, una de las medidas que el gobernante anunció fue que iba a impedir el ingreso a los latinos porque los latinos llegan a quitarle el empleo a los norteamericanos, y no iba a permitir que tanta gente migrante ilegal llegara a Estados Unidos porque estaba desplazando del empleo a los norteamericanos, ¿pero saben cuál es la causa de fondo? El problema no es que lleguen o no lleguen latinos a Estados Unidos, el problema es que la tecnología está desplazando el empleo, y entonces hay miles de personas que antes trabajaban de meseros, de cajeras, de bombero de gasolinera, y ya ese trabajo no existe porque eso es electrónico. Entonces, ¿qué va hacer el bombero de la gasolinera sin trabajo, o la mesera del supermercado sin trabajo, si ya no existe o se ha reducido ese tipo de trabajo? ¿Este problema social como se va a ver en el futuro? A lo mejor la gente tiene que reconvertir su ocupación o el mundo tiene que crear mecanismos más justos de distribución, más equitativos de distribución para atender ese problema tan grave que es el desempleo que se puede generar por la tecnología que va a desplazar a miles de personas de sus puestos de trabajo porque va a transformar una gran cantidad de ocupaciones. ¿Cuáles son las consecuencias humanas y sociales de esta tendencia? ¿Qué pasará con los sectores más vulnerables?

  1. Neurociencia

En los últimos años, se han hecho importantes descubrimientos sobre el ser humano: dicen que nosotros tenemos dos áreas: un área que está vinculada con la razón, el pensamiento y el raciocinio, y un área que está vinculada con las emociones y el instinto. Esas dos áreas son parte del cerebro humano, pero como el ser humano también es consecuencia de un proceso evolutivo, es decir, el ser humano vino evolucionando en el tiempo, en miles de años: nosotros tenemos las características animales instintivas, como la respiración, una característica biológica, que también la tienen las vacas, los perros y los gatos, etc. Desde el punto de vista de la respiración, la respiración como proceso biológico es similar en todos los animales que respiran. Y los ojos, el sentido de la vista, también es similar, tienen los gatos, los tigres; cambia la capacidad o agudeza entre unos animales y otros, quizás las tonalidades, etc., pero desde el punto de vista biológico son similares. Es decir, el comportamiento animal del ser humano está en su naturaleza biológica.

El comportamiento emocional, instintivo del ser humano, también es parte de su naturaleza biológica. Pero, la razón es un elemento adicional, insuficientemente comprendido, en la biología del cerebro humano. Entonces, ¿qué es lo que dicen los descubrimientos científicos? El espacio que ocupa nuestro cerebro instintivo emocional, es más grande que el que ocupa lo racional.

Y las razones que los científicos dicen es que lo instintivo es más antiguo, y se ha posicionado de manera más prolongado, y lo racional es más nuevo en su evolución. Pero además hay otro elemento importante, dicen que, cualquier estímulo del entorno, incluso cualquier información del entorno, cuando entra al cerebro a través de los ojos o los oídos, primero llega al cerebro instintivo emocional, y después en fracciones de segundo pasa a lo racional. Esto, hace cien años no se sabía, pero ahora sí, de tal forma que ha surgido una ciencia o conocimiento nuevo que se llama Neurociencia. Y de ahí se ha derivado una multitud de conocimientos, por ejemplo, Neuro Marketing, Neuro Finanzas, y ¿saben qué son? Son la capacidad y posibilidad de estimular las emociones y el instinto para lograr ciertas consecuencias.

Por ejemplo, ¿qué dice el Neuro Marketing? Que presenta cierta publicidad, ciertas imágenes, ciertos colores, ciertas formas y sonidos para motivar el instinto, no la razón. No interesa la razón, interesa capturar el instinto. Y entonces, ves y comprás, de manera impulsiva, es lo que explora el NeuroMarketing, es decir, pongo el spot de publicidad, el mensaje que pretende estimular emoción e instinto, y la razón queda postergada al segundo plano. ¿Cuál es la tendencia que tenemos ahora? Que en general, en el mundo, desde las comunicaciones, desde la información, se trata de privilegiar las emociones y el instinto humano, y e influir en el ser humano a través de su naturaleza instintiva. La racionalidad y la razón se postergan a un segundo plano. Ello atrae ciertos peligros y riesgos. Puede ser una manipulación con propósitos predeterminados.

Eso pasa en los conflictos políticos, en los conflictos sociales, en el mercado, en los negocios, etc. Si hay un conflicto político lo primero que sale, por quien quiera influenciar o predisponer la opinión pública, sin importar la verdad, es una imagen: una muerte, la violencia, etc., y entonces lo que ve la persona no es la explicación del hecho, no, es la imagen generalizando o moviendo las emociones. Un accidente de tránsito, ves al muerto tirado, inmediatamente impacta tu instinto y entonces condiciona tu actitud, tu razón queda en segundo plano.

  1. ¿Qué pasará con las religiones?

¿Qué pasa con las religiones en el mundo actual? Observo dos cosas: primero, las religiones están fragmentadas, en muchos pedacitos, el cristianismo también. La Iglesia Católica es una, pero se han reducido sus fieles; la iglesia cristiana está formada por la católica y por la multitud de iglesias evangélicas o protestantes que existen. ¿Y cuántas hay? Muchas. Se crean cada día más, y todas tienen un nivel de fragmentación alta, pero ¿saben también qué está pasando? Hay menos gente en las iglesias, y no me refiero en las iglesias de Nicaragua solamente, que es la que ustedes conocen. En Europa y Estados Unidos, enormes iglesias con siglos de antigüedad, majestuosas catedrales están vacías, las han tenido que usar para otros propósitos.

Los jóvenes norteamericanos o los jóvenes europeos no están llegando a las iglesias, o llegan poco a las ceremonias religiosas. Entonces, uno observa en los templos, donde alcanzan trescientas personas, solamente a diez o veinte participando. Me decía un sacerdote que trabajó en Turquía, país musulmán, pero, además, donde estuvieron las primeras del cristianismo, en el siglo I, que los sacerdotes a veces se peleaban por un bautizado porque no era una multitud de 100 o 200 bautizados al año, llegaba uno o dos a los tres meses. O un casamiento, se peleaban por casar, porque no son multitudes quienes se casan en la Iglesia Católica. Dicen en Europa que cienes de templos o monasterios, han sido convertidos en museos, salas de teatros y de cultura, y pasaron al Estado o a la municipalidad.

América Latina es una excepción, como decía el Papa san Juan Pablo II: “El continente de la Esperanza”. Todavía hay mucha gente que va a la iglesia, por ejemplo, en Nicaragua, es común que los domingos y jueves, las iglesias se llenen, y que, en las procesiones, haya muchos que, con devoción, participan en las celebraciones religiosas. Sin embargo, en Europa y Estados Unidos esas multitudes casi no existen, la tendencia que predomina allá, es la inasistencia, la falta de fieles en los templos, enfrentamos esta realidad que es una tendencia contemporánea.

Conclusión

Solo hemos mencionado algunos aspectos, de manera parcial y limitada, hay otros asuntos a los que podríamos referirnos. Lo dicho, espero, deje en ustedes inquietudes para continuar aprendiendo y descubriendo, con mente abierta y corazón dispuesto siempre a servir con buena voluntad en el tiempo y lugar en donde les toque.

Finalmente conviene remarcar, a manera de conclusión, estos tres puntos que espero les queden para la reflexión:

Punto 1:

estos cambios que hemos enumerado, y apenas referidos, no dependen de nosotros, ocurren en el mundo.

Punto 2:

la habilidad de los cristianos y de los sacerdotes es tener la adaptarse e influir en estos procesos de cambio de manera creativa e inteligente.

Punto 3:

el catolicismo y el cristianismo tienen un punto clave y fundamental: es la esencia o la naturaleza principal con la que hay que trabajar, y es que Dios es Amor, o mejor decir: Dios el Amor, eso es lo que hace verdaderamente al cristianismo: el Amor que Dios nos hereda, el Amor que Dios nos transmite en el Evangelio” y por el que tenemos que ser “luz y sal de la tierra”, con nuestro mensaje y nuestro ejemplo.

Paz y bien.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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