Historia

VIII FESTIVAL, TEMPORADA DE MÚSICA CLÁSICA

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August 27, 2008

Los conciertos de música clásica en Nicaragua no abarrotan todavía los escasos teatros que tenemos, pero llenan el alma, dignifican y limpian el pensamiento saturado, el aturdido trajín de los problemas encuentra un reposo cuando, desde las cuerdas de un sereno violín, el viento de una armónica flauta, de un impetuoso y ligero teclado, un violoncello ronco y sonoro, como el Momotombo de Darío y Víctor Hugo, se juntan y separan bajo la tempestad de la orquesta en sus distintos tonos, tiempos y silencios.

 

Del 20 de agosto al 2 de septiembre, se edita nuevamente en Nicaragua una temporada de música clásica. En esta ocasión, el VIII Festival Internacional de Música Clásica es dedicado a un músico, maestro, amante del violín y la viola, promotor de la música sacra en Leòn y Chinandega, Publio Bautista Díaz (febrero 1927), quien, desde los 8 años de edad, siguiendo los pasos de su padre, comenzó a jugar y ejecutar el violín hasta llegar a ser a partir de 1957, bajo la dirección de Víctor Manuel Zúñiga, miembro de la Orquesta Sinfónica de Nicaragua, una de las más destacadas de Centroamérica. Los ensayos eran realizados en la casa de la profesora Lolita Soriano cerca del antiguo Palacio de Comunicaciones, después en la Colonia Dambash. Cinco años después de incorporarse, fue nombrado tesorero de la orquesta. Otros directores fueron José Santamaría, Humberto Urroz y Ernesto Rizo. De la Sinfónica, se organizó una Orquesta de Cámara integrada por un selecto grupo de 18 músicos, entre ellos P. Bautista, J. M. Blanco, R. Amaya, Prof. Roché (italiano), M. Ferreira (argentino). La Orquesta estuvo en la inauguración del Teatro Nacional Rubén Darío en diciembre de 1969 cuando ejecutaron maravillosas obras de la música de todos los tiempos. Por primera vez desde el I Festival Centroamericano en 1996, los organizadores, entre quienes destaca la Camerata Bach (1992) bajo la dirección de Ramón Rodríguez, con su persistencia quijotesca por mantener en alto y activas las cuerdas, sus instrumentos de viento y percusión, desde los auditorios llenos o vacíos, desde la tarima o en la soledad del ensayo, lo han dedicado a un maestro vivo de la música nacional.

 

Publio, quien lleva el mismo nombre del poeta latino Virgilio, tuvo la oportunidad de ser amigo de otros violinistas y compartir el atril con maestros como Julio M. Blanco, Francisco Fajardo, Rafael Paniagua, Víctor Alvarado, Rafael Amaya, Fernández, Carlos Quintana y Armando Mejía; José Simó (contrabajo, español, grupo Shurumbeles), Josías Sáenz (violoncello), Sixto Cajina (violoncello), Raúl Martínez (flauta), Ramón Rodríguez (oboe). Estos últimos, los más jóvenes de aquel entonces, actuales miembros de la Camerata Bach y algunos de los más sobresalientes valores de la música nicaragüense contemporánea.

 

Las ediciones anteriores del Festival fueron para recordar a otros insignes e inolvidables de la música clásica nicaragüense, entre ellos a: Carlos Ramírez Alvarado (Masaya 1913- Managua 1987, contrabajo), Juan Manuel Mena Moreno (Leòn 1917, 1989) Padre de la Música Coral Nicaragüense,  José de la Cruz Mena (Leòn 1874 – 1907), de quien Armando Zambrana escribió, en el centenario de su muerte, una de las pocas novelas biográficas de la literatura nicaragüense“Ruinas, mi incurable tristeza”, Luis Abraham Delgadillo (Managua, 1887 – 1961), autor de la música del Himno Nacional; Carlos Tunnermann López, pianista, musicalizó los primeros intentos del cine nicaragüense  y a los Hermanos Ramírez (Lisandro, Francisco, Alejandro y Serapio), de la música profana y religiosa de Masatepe.

 

Durante el Festival, la Orquesta de Cámara de la República Checa y Moravia, la Camerata Bach, un cuarteto de cuerdas del Ecuador, un quinteto de viento madera de Costa Rica, un dúo de flauta y piano, recorren como peregrinos, distintos escenarios. Desde la Sala Mayor y el Salón de los Cristales del Teatro Nacional Rubén Darío, hasta el Teatro Municipal de León, el Paraninfo de la UNAN-Leòn, el Teatro Rodrigo Callejas en Chinandega, el Mercado de Artesanías de Masaya, la Casa de los Tres Mundos en Granada y el Seminario Nacional en la Capital.

 

Los arreglos de la música contemporánea, romántica y popular, los tangos y baladas se combinan en la amena jornada con los valses y conciertos de los grandes maestros de todas las épocas. El brillante solista del violín, la flauta y el piano, silencian al auditorio y abren, bajo las sombras del abierto telón, una estrella fugaz y el destello de la orquesta con su multitud virtuosa.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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