SEGURIDAD Y POLICÍA DURANTE LA DÉCADA 2000 – 2009
Es útil observar los fenómenos sociales en perspectivas e identificar cómo ha evolucionado. Veamos la recién concluida década 2000 – 2009, la primera del siglo XXI, en lo que respecta a la institución policial y la seguridad ciudadana en Nicaragua. Inició en el 2000 con la presencia de algunos grupos armados alzados en armas quienes ejecutaban emboscadas, asesinatos y secuestros en el interior del país; se puso fin a estos remanentes de la guerra en 2001. Desde 2001 y hasta el 2003 el país contó con las mejores condiciones de seguridad al estar bajo el control de las autoridades civiles, militares y policiales la totalidad del territorio nacional, fueron extinguidos los últimos reductos de grupos irregulares y los índices delictivos eran relativamente bajos. La tasa de homicidios al iniciar la década venía en descenso (después de haber llegado a su nivel más alto a mediados del noventa), volviendo a subir a partir del año 2005. Desde el 2004 las manifestaciones del crimen organizado en Nicaragua son más visibles y temerarias; el hecho que lo evidencia, además del incremento significativo de la captura de drogas (cinco veces más con respecto al año anterior), es el asesinato atroz cometido por un grupo delictivo organizado a cuatro policías en el puesto de mando de Bluefields (4/5/2004).
Concepto | 2000 | 2009 | Incremento |
Presupuesto
(millones de dólares) |
26 | 51 | 96 % |
Plantilla total | 6,500 | 9,200 | 41% |
Pie de fuerza | 1 policía x 780 h | 1 policía x 625 h | Mejora en 20% |
Tasa de homicidios | 10 x 100 mil hab | 14 x 100 mil hab | 40% |
Tasa de denuncias | 1,486 x 100 mil h | 2,800 x 100 mil h | 88% |
Total denuncias | 75 mil | 165 mil | 120% |
Total homicidios | 516 | 740 | 43% |
Población de Nicaragua | 5.09 mil hab | 5.7 mil hab | 12% |
Fuente: elaboración propia a partir de informes oficiales; datos del 2009 son estimaciones.
La Policía Nacional inició el Plan de Modernización y Desarrollo 2001-2005 y comenzó a revertir las tendencias de deterioro. Particularmente mejora el pie de fuerza, aumenta la cantidad de efectivos, por primera vez en los últimos veinte años el salario de los policías cubre el costo de la canasta básica, se incrementa el presupuesto gubernamental y el despliegue territorial con nuevas delegaciones policiales municipales. Es hasta en el 2009 cuando nuevamente, en parte por la crisis económica, el pie de fuerza policial y el presupuesto se vuelven a reducir.
La grave crisis política institucional entre los poderes de Estado entre 2004-2005 distrajo significativamente los esfuerzos de la Policía y desde el Poder Ejecutivo se comenzó a incidir negativamente en el desarrollo de la carrera profesional y la actuación policial agudizado por los conflictos del gobernante con el partido político que lo llevó a poder y su limitada capacidad de diálogo. Las tensiones políticas e institucionales nacionales distraen y desgastan los esfuerzos y recursos policiales de la lucha contra la delincuencia durante los años 2007-2008
La década concluye con una tendencia al incremento de la tasa de homicidios y los delitos más graves, ahora sin la presencia de grupos armados remanentes de la guerra; los nuevos actores están vinculados a los carteles del crimen organizado que utilizan el territorio nacional en el complejo y creciente mercado regional del narcotráfico y otros delitos transnacionales cada vez más diversos y sofisticados. Este fenómeno es más evidente al concluir estos diez años que al iniciarlos, trae consecuencias incalculables sobre las instituciones, se agrava por la corrupción pública y privada, descompone la institucionalidad, desarticula las redes sociales. Por las crecientes e insatisfechas necesidades de la población, las zonas distantes y aisladas del país son vulnerables ante los “halagos” del narcotráfico; algunas comunidades costeñas y fronterizas ven en esta peligrosa actividad, una fuente de trabajo e ingresos. Por primera vez desde el 2001, en diciembre del 2009 en Walpasiksa (RAAN), una agrupación del Ejército de Nicaragua fue emboscada muriendo dos de sus integrantes.
Al concluir la década hay más delitos y estos son más graves y complejos que los que habían al comenzar, también es mayor, aunque insuficiente, la capacidad institucional de respuesta. A pesar de la tendencia de incremento del riesgo por la violencia delictiva y la afectación a la seguridad ciudadana por factores internos relacionados a la convivencia, las necesidades sociales insatisfechas particularmente las escasas oportunidades de trabajo y desarrollo para los jóvenes, el incremento del consumo de drogas y alcohol y el uso de armas de fuego, y factores externos vinculados al crimen organizado transnacional que aprovecha las vulnerabilidades nacionales, la percepción ubica a la inseguridad en un segundo plano, la principal problemática identificada por los(as) nicaragüenses es socioeconómica: desempleo, pobreza y precio de los productos básicos. Aunque los profundos rezagos acumulados plantean grandes retos, los esfuerzos en el ámbito social (alfabetización, educación, salud, vivienda, crédito, calles, etc.) del actual gobierno son evidentes a pesar de la crítica de sectores opositores. Solamente el fortalecimiento institucional y profesional de la seguridad pública y la justicia penal, la participación comunitaria en la prevención y la acción social y estatal sostenible para favorecer a los más vulnerables, pueden revertir las tendencias observadas.