DENUNCIAS Y CIFRA OSCURA
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DENUNCIAS Y CIFRA OSCURA

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October 18, 2010

FORO SOBRE SEGURIDAD CIUDADANA

La reducción del 2% en la denuncia por robos en general en 2009 con respecto al 2008, la desaceleración de los robos con intimidación conocidos al incrementarse en el no bajo porcentaje del 11% entre los mismos años, pero menos alarmante que lo observado durante el período anterior (2008/2007) cuando dio un salto del 47%, la desaceleración del incremento del total de denuncias al subir en 7% (mayor que el crecimiento poblacional) porque en los dos años anteriores fue del 16 y 11%, son tal vez signos alentadores o menos negativos si y solamente si se confirma que la “cifra oscura” se ha reducido o permanece constante, es decir que la gente sigue teniendo el mismo (o mayor) nivel de denuncia en estos delitos. Pero si la cifra oscura (subregistro) aumentó, podríamos estar ante un fenómeno adverso, similar (con mucha menor gravedad) al observado en los otros países del norte de Centroamérica, en donde las víctimas denuncian cada vez menos ante el incremento de los delitos graves, por temor, desconfianza, corrupción y otras razones. Aunque es más conveniente comparar las tasas delictivas tomando en cuenta el aumento de la población, en este escrito no nos referiremos a ello.

Existen dos conceptos inseparables para identificar la magnitud de la delincuencia: el nivel de denuncias por delitos y la cifra oscura (o no denuncia). Si solamente hablamos de la cantidad de denuncias recibidas (aproximadamente el 92% son conocidas a través de la policía y el 8% restante en otras instancias) estaremos indicando la cantidad total de delitos conocidos sin tomar en cuenta los no conocidos cuya magnitud suele representar el 50% de los delitos totales ocurridos. La cifra oscura varía entre un país y otro, con el tiempo, en el territorio, entre los distintos grupos sociales y delitos.

El total de delitos ocurridos es igual a la suma de los delitos conocidos, que son los que se denuncian y los no conocidos, que son los que no se denuncian: Delitos ocurridos (total) = delitos conocidos (denunciados) + delitos no conocidos (no denunciados o cifra oscura). La magnitud de los que no se denuncian no se conoce con precisión, pero se puede estimar mediante encuestas de opinión. Actualmente en Nicaragua no existen mediciones oficiales periódicas sobre la cifra oscura o la no denuncia, por lo que las únicas referencias son las que se generan a través de diferentes empresas encuestadoras que incluyen estas preguntas en sus sondeos de opinión dentro de temáticas sociales, económicas y políticas.

Cuando se afirma, por ejemplo, que en Nicaragua “ocurrieron” en el 2008, unos 10 mil robos con intimidación y que al año siguiente 2009, fueron un poco más de 11 mil casos, se comete error al identificar esas cantidades como ocurrencia total, siendo realmente “delitos conocidos”. La afirmación “ocurrieron” es errónea, pudiéndose usar solamente cuando se suma la cantidad de robos con intimidación no denunciados (estimada) con los robos con intimidación denunciados.

Para saber si la cantidad de delitos sube o baja de un período a otro, debe tomarse en cuenta la cifra oscura, porque si únicamente se comparan las magnitudes absolutas denunciadas, es probable que un aumento implique que la cifra oscura haya disminuido, es decir que las víctimas estén denunciando más. Si el nivel de denuncia baja, no se debería cantar victoria, porque es probable que la cifra oscura esté subiendo, es decir las personas estén denunciando menos por diversos factores. La aceleración o desaceleración de la cantidad de casos denunciados hay que tomarla en relación inseparable a la variación de la no denuncia.

Los tipos delictivos que tienen mayor cifra oscura son las lesiones, los hurtos, la violencia intrafamiliar, los delitos sexuales y las amenazas. Los que tienen menor cifra oscura son los homicidios en sus diferentes tipos penales. En Nicaragua se estima que la no denuncia en general ha oscilado durante los últimos cinco años, en dependencia de la referencia que se tome, entre 41% y 58%, siendo la media de 49%, es decir que, si se han denunciado 100 delitos, estos representan el 51% de los ocurridos y el otro 49% son no reportados por las víctimas.

Los robos en general y en particular los robos con intimidación son actualmente en Nicaragua la principal causa de inseguridad urbana, desde la percepción social y los registros estadísticos institucionales, principalmente en las ciudades de Managua, Carazo, Granada, Chinandega y Estelí. Por sus características, el uso de armas de fuego y armas blancas, la amenaza y agresión que sufren las víctimas, estos robos causan gran impacto entre las personas, alteran su rutina personal y laboral, incrementan el sentimiento de inseguridad y el temor.

La identificación de la magnitud de los hechos delictivos (denunciados y no denunciados) y la respuesta institucional, es el riesgo objetivo a ser víctima, la parte objetiva de la inseguridad que es inseparable de las percepciones de temor social y desconfianza hacia las instituciones de la seguridad y la justicia penal, lo que constituye la inseguridad subjetiva.

En Nicaragua, a pesar del incremento general de las tasas delictivas, el país continúa teniendo un nivel de riesgo por delitos mucho menor que en los países del norte de Centroamérica, una ventaja comparativa que es necesario preservar.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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