Reflexiones

LA CUARESMA ENTRA POR TODOS LOS SENTIDOS

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April 10, 2011

La cuaresma es en Nicaragua y otros países de Centroamérica, particularmente en Guatemala, en Latinoamérica, en algunos estados de México y regiones de América del Sur,  una temporada intensa que entra y se activa a través de todos los sentidos, lo que la hace una rica, majestuosa y arraigada tradición religiosa, cultural y social, parte inseparable de la idiosincrasia y de la identidad nacional, con sus particularidades y similitudes locales, con sus creativas adaptaciones que perduran a través del tiempo. Data del siglo IV, fue traída e impuesta por los conquistadores españoles. Son cuarenta días que comienzan con el miércoles de Ceniza y concluyen con la Semana Santa antes de la Pascua de Resurrección, un periodo litúrgico del calendario cristiano-católico, definido como de penitencia y renovación, ayuno y meditación.

Sus aromas propios invaden los ambientes sociales y familiares, se vinculan en la memoria personal y colectiva, a las celebraciones religiosas y paganas de esta característica temporada. El incienso se disuelve y expande en el aire desde los templos y en los recorridos de las numerosas romerías que acompañan a las procesiones católicas, la flor de la palma del corozo con sus perfumados chirriones blancos le da a estos días secos y soleados, una fragancia exquisita, las guirnaldas de flores –principalmente de la flor de sacuanjoche- encadenadas en ristras blancas, lilas, amarillas y rojas decoran las imágenes y los altares, nos rodean junto a las comidas de ocasión como la sopa de queso, el pescado seco…, numerosos dulces como el jocote o mango en miel, el almíbar o curbazá y otros según el lugar y la costumbre, tienen específicos olores que incentivan a través del olfato las emociones de una época que se repite anualmente. La comida no es únicamente sabor, también es olor e imagen, los colores y las formas les son inseparables. Subsiste en los olores la cuaresma a pesar que algunos lamentablemente se pierden ante el empuje incontrolable de los actuales tiempos postmodernistas, globales, electrónicos y mercantilizados, sustituyéndose por los artificiales, sintéticos y exógenos, principalmente entre las nuevas generaciones. La publicidad desmedida satura el ambiente y agobia.

LA CUARESMA ENTRA POR TODOS LOS SENTIDOSLa vista se recrea con pintorescos colores: el morado, el blanco, el rojo, el negro, todo ello de penitencia, luto y festividad, se muestra en la vistosidad de las cortinas, estandartes, cintillos, trajes y flores que decoran algunas calles en muchas ciudades y pueblos, en los altares de las iglesias y las procesiones. Las palmas frescas del domingo de ramos agitadas por los adultos y niños,  devotos y curiosos, detrás de la burrita que representa la entrada festiva de Jesús a Jerusalén, son después dobladas en cruz para ser colgadas detrás de las puertas y ventanas de muchas casas para proteger a la familia o al negocio de las adversidades, como parte de las creencias transmitidas a viva voz entre  generaciones. Las extensas alfombras de aserrín o sal artísticamente coloreadas y diseñadas en el centro de las calles de León, Chinandega, Sonsonate, Santa Ana, Quetzaltenango, Antigua Guatemala, son un entusiasta proceso artístico, un tedioso  trabajo en donde la gente en cada cuadra se involucra en su elaboración a lo largo de la ruta por donde el cortejo religioso va a pasar. Muchos participan en la decoración de las calles y aceras, la limpieza y arreglo de las imágenes, el pulido de los adornos, los andamios y tarimas, la vestimenta de los participantes de las numerosas escenificaciones, la decoración, la organización de las procesiones, las vigilias y de otros cultos en las variadas confesiones cristianas.

El oído agudiza su sensibilidad con las marchas interpretadas por las bandas musicales: música sacra, sones religiosos en las iglesias, en transmisiones de emisoras radiales y canales de televisión local así como los ritmos populares y paganos que le complementan desde las playas, balnearios, ciudades y otros lugares durante los días de descanso que se acostumbran en esta parte tan tropical del hemisferio.

Lo que para muchos en América Latina es una festividad llena de arte, costumbres, mitos y religiosidad, de descanso, paseo y parranda,  es en la mayor parte del mundo, en Estados Unidos, Europa, Asia y África, una temporada casi desapercibida (no asimilada en muchas culturas), recordada, a la manera posible, por grupos y familias cristianas que conservan la tradición, preservan su origen, según escribió Darío: “de la América ingenua que tiene sangre indígena, / que aún reza a Jesucristo y aún habla en español” (A Roosevelt,  1904).  Juan Pablo II (a beatificarse en Roma el 1/5/2011) la llamó “el Continente de la esperanza” a pesar que, según distintos informes de desarrollo humano del PNUD, confirman que es la región del mundo más desigual y cuya desigualdad es persistente, que presenta altos y crecientes niveles de violencia delictiva.

Todo ello: olores, vista y oídos, activan uniformemente los sentidos y vinculan estas celebraciones que expresan el sincretismo religioso tradicional, no solamente una temporada de reflexión e intensa actividad comunitaria y social, sino también de identidad que se relaciona activamente con la idiosincrasia prevaleciente.

LA CUARESMA ENTRA POR TODOS LOS SENTIDOSDurante la cuaresma se muestra un teatro religioso masivo en la escena pública de tarimas, atrios y calles, actualizado anualmente y renovado con nuevos participantes, no sólo por el involucramiento popular en las variadas e innovadas representaciones de la Pasión de Cristo, las dramatizaciones de pasajes de los evangelios y provenientes de la tradición popular, sino por la abierta participación de espectadores de la comunidad (creyentes y no creyentes) en las escenificaciones, en donde el actor se confunde en el público y el público es parte de la escena, es actor directo: artístico, místico y emotivo. Se suma a lo pagano lo religioso, a lo católico y cristiano,  a lo escrito en los textos bíblicos, la transmisión oral; se muestra la cultura y la tradición en las comidas, músicas, ceremonias, vestimentas, supersticiones y demás adaptaciones que evolucionan y se preservan.

La activación de los sentidos mueve la sensibilidad y la emotividad; tal vez también fortalece y reafirma el providencialismo, la solidaridad, el espíritu cristiano al que se suman las herencias culturales y las creencias ancestrales, indígenas y afro descendientes que son inseparables de nuestra cultura cambiante, no es sólo un elemento de fe y esperanza de redención, sino que es parte de la cosmovisión del mundo, del pasado, del presente y del futuro, una manera de interpretar la existencia propia y colectiva, de identidad y nacionalismo, como la lengua misma, las particularidades del hablar español en Nicaragua, del comer y beber, de la manera de vestirse, comportarse y vivir. Una forma de distraerse y rezar, de juntarnos y conversar.

Asumamos y vivamos con plenitud la cuaresma con el compromiso cristiano, de recogimiento, reflexión, solidaridad y compromiso de quienes lo son, y como parte de la identidad nacional de quienes, aunque no confiesen una creencia católica o cristiana, están imbuidos, por razones obvias de origen, herencia y entorno, escogido o impuesto por el azar, en la ineludible influencia cultural que afortunadamente nos identifica y crea.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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