MULTITUDES: Desencuentros
Poemas

MULTITUDES: Desencuentros

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August 18, 2011

A Managua, capital de Nicaragua,
a orillas del Lago Xolotlán.
Es el ojo de uno
viendo al otro
y el otro
viendo el espejo.
Fernando Silva (1927).

Es la ciudad “una novia” desordenada y sucia,
descuidada, maltratada;
rústica bajo sus piedras y suelos de arcilla volcánica,
adornada con cántaros de agua;
entre sus callejones, acoge a su gente,
en el aire, en los resplandores, en el murmullo,
el cálido abrazo, la tarde serena,
la broma, la risa, el baile y un canto lejano.

Al decir “una novia”, se imagina:
lo bello, lo dulce,
lo inocente, amoroso,
lo cándido y nuevo;
pero es “su novio”, un asco que hiede de cerca,
se agita inconforme, derrama sus aguas turbias;
en la distancia parece un opaco lecho revuelto,
gris y marrón; bajo la bonanza del reflejo celeste,
en los días claros, de cielo y de sol,
esconde sus males, el charco estancado,
la agonía lenta, el fondo fangoso.
Ella, así como la ves,
ella, a quien le dicen “la novia”,
se ensucia en él; escupe,
arroja desechos desde sus cauces.
Él, así como está, en su letargo,
le regresa malicioso su enojo,
su tufo volátil, penetrante y agudo,
sus crecidos caudales para atormentarla
en el propio borde que los une y separa.

Desde las canciones de los pescadores,
que no pescan nada ni cantan ahora,
de los enamorados de otros tiempos,
de los carretones y las calles estrechas,
cuando la novia era, verdaderamente eso,
cuando siendo joven, encantó al varón,
cuando la silueta, que dibuja en el suelo
el enamorado, era limpia y clara, y ella,
recostada, desde su orilla, platicaba absorta
en las noches tibias,
ante el cono perfecto que desde occidente,
curioso asomaba su cresta indiscreta;
viendo los tumultos que parecen verdes,
allá lejos, en su nostalgia fue,
caluroso verano, húmedos sudores,
luna llena de marzo,
temporal en mayo,
musical y fresco sereno decembrino,
intrépido viento, discreta llovizna,
aguacero prolongado por las tempestades
lanchita de remos sobre la orilla,
deslizándose suave, como una caricia.
Ambos seguirán siendo novios,
¿o nunca lo fueron?
todo fue puro cuento de poetas ilusos,
de cantantes bohemios,
que sin saber qué hacer,
inventan e imaginan cosas que no son
ni han sido nunca ni serán después.
Envejecen ambos, sin más compromiso,
sin mayores recuerdos, que las promesas hechas,
extintas y parece a veces, vueltas a venir.

La ciudad está opaca, cuando tiene tristeza,
se extiende y suena entre sus calles el rumor humano,
la máquina hueca, el pavimento, el cemento armado,
las casas hacinadas, heridas y dispersas,
bajo sus venas profundas, aguarda el temblor de tierra;
su compañero, el de al lado, no sufre;
antes, mucho tiempo antes, se enojaba,
ahora no importa, seguirán juntos,
no sé si conversan, no sé si aún lloran,
pero dicen, quienes desde la orilla,
escuchan sus roces,
hay en las noches un tímido suspiro,
que a veces parece un grito que,
sin dar tiempo al viento que se lo lleve,
se ahoga.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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