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ATENDAMOS LA PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD

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June 12, 2012

Después de participar en un breve encuentro con medio centenar de personas organizadas de un distrito de Managua (8/6/2012) sobre seguridad ciudadana comparto estos comentarios.

En publicaciones y conferencias, estando en la Policía y después, dentro y fuera del país, insistimos en un concepto de seguridad ciudadana que incluye cuatro componentes inseparables:

1) Hechos.

2) Percepción sobre los hechos.

3) Respuesta institucional y social.

4) confianza y credibilidad social e institucional.

ATENDAMOS LA PERCEPCIÓN DE INSEGURIDADNo es cierto que “seguridad” sea solo ausencia de “hechos”. En su definición amplia es el “conjunto de condiciones objetivas y subjetivas que permiten a las personas desarrollarse de manera integral”. El concepto restringido es: “bajo riesgo de ser afectado o percibir amenaza por la delincuencia”. Si una persona o comunidad tiene miedo, actúa con incertidumbre, cree que pueden robarle, amenazarla o dañar su persona o propiedad, no podrá desarrollarse plenamente, restringirá su rutina e incurrirá en medidas de protección.

Recuerdo que escuchaba antes y todavía, comentarios a través de los medios,  que “descalificaban la percepción social sobre la inseguridad”, al decir que los temores y amenazas que las personas perciben, la confianza y seguridad interpersonal e institucional, son, casi despectivamente “¡simples percepciones!”. Los seres humanos somos subjetivos, nuestros actos, aunque  digamos lo contrario, no se basan exclusivamente en la razón, todo lo contrario. En lo social y político, las percepciones son tan importante y quizás mas que los hechos. No es lo mismo con los fenómenos físicos y químicos. Alguien puede creer que si suelta una piedra no caerá al suelo, pero por mucho que lo repita, en condiciones normales, al soltarla, la piedra caerá.

Según encuestas de la última década, con metodologías y fines distintos, es consistente que la percepción de inseguridad se incrementa con ocasionales bajas. Influyen muchos factores globales, locales, externos e internos. Hace cinco o seis años, el problema de inseguridad y violencia se percibía en segundo plano de las preocupaciones de la población (6%). La preocupación principal estaba y continúa estando en ámbitos socioeconómicos. Dado en parte al empuje de los programas sociales gubernamentales, a los resultados expresados en reducción de pobreza, acceso a vivienda y servicios, es posible que las personas califiquen con mayor énfasis otros asuntos. En el último año, encuestas similares, muestran que la preocupación por la inseguridad ha subido al doble (15%), aunque permanece en segundo nivel de importancia.

En la monografía sobre seguridad ciudadana que elaboramos para el PNUD (www.pnud.org.ni) evidenciamos que, aunque Nicaragua presenta tasas delictivas menores y menos aceleradas en Centroamérica, solo mayores que las de Costa Rica, en el periodo 2000 – 2010, es comprobable que:

1) Hay más delitos.

2) Son más graves y complejos.

3) Se incrementó la percepción de inseguridad.

4) La capacidad de respuesta institucional se ve afectada por mas hechos.

5) Hay deterioro de la confianza social.

En el encuentro mencionado conversamos acerca de los síntomas más visibles en una comunidad segura. Al ver la limpieza y el orden, uno puede deducir, casi sin recurrir a la estadística, la seguridad que las personas tienen. Aplicamos un pequeño cuestionario, no estadísticamente significativo ni generalizable, sin embargo, para muestra un botón. Los encargados de las entidades públicas pueden profundizarlo. No me cabe duda que identifican las preocupaciones sociales que no son homogéneas en el tiempo, el territorio, sexo, edad y condición socioeconómica de las personas. La práctica de efectuar desde las autoridades locales, sociales y policiales, asambleas comunitarias para identificar las preocupaciones particulares, es sana. De ello deberán derivarse medidas efectivas, integrales y diferenciadas.

En el pequeño grupo referido, el 47% dijo habitar una comunidad insegura, sucia, desordenada y desagradable. Al referirnos a las instituciones de seguridad pública, el 53% percibe una institución policial débil, con problemas de honestidad en algunos funcionarios, insuficientemente eficaz y que requiere mayor capacidad para atender la demanda social. ¿Cómo ha cambiado en el tiempo? No tengo elementos para indicarlo. ¿Serán resultados aislados? Valorar la percepción es tan importante como evaluar las estadísticas, que como sabemos, también están sujetas a inexactitudes. En los índices delictivos, la cifra oscura es un elemento desconocido que estimamos mediante encuestas. Cuando algunas denuncias disminuyen, tengamos cuidado, puede ser que la cifra oscura suba, que las personas denuncien menos. Preguntarles con franca apertura dónde les aprieta el zapato y cuáles son las vías de solución, es un camino inteligente.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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