ESPERANZAS EN CENTROAMÉRICA: ¿Se abre una nueva oportunidad de vivir?
Oh crimen, cuantas libertades se cometen en tu nombre!” Viva mi fama (1988), Carlos Fuentes (1928-2012).
El periodo entre 2004 y 2010/2011 representó para Centroamérica el deterioro en la seguridad ciudadana medida por las muertes provocadas por la violencia delictiva: entre 16 y 19 mil víctimas anuales. El 2010 cerró con la mayor cantidad de consecuencias fatales al alcanzar 18,985. La situación más crítica en Guatemala con (34%), seguida de Honduras (33%) y El Salvador (21%). Los países del sur no estuvieron ajenos a esa tendencia, aunque con una situación menos grave: Nicaragua (4.4%), Panamá (3.9%), Costa Rica (2.9%) y Belice (0.7%).
En 2010 C.A. registró 40 x 100 mil habitantes, estando por encima Honduras, El Salvador y Guatemala. La tasa mundial de homicidios se estima en 8 x 10 mil habitantes. A partir de 10, la Organización Mundial de la Salud considera es un “problema epidémico”.
La tendencia fue persistente, incluso Costa Rica y Panamá que tuvieron tasas de homicidio muy bajas en décadas anteriores (1990 – 2004: entre 5 y 8 x 100 mil habitantes). Panamá llegó en 2009 a 27 homicidios x 100 mil habitantes y Costa Rica, aunque continuó siendo la menor de la Región, llegó a 11.5. La tasa de homicidios que en Nicaragua tuvo el menor nivel de los últimos veinte años entre 2000-2002 (10 homicidios x 100 mil h.), desde 2003 comenzó a incrementarse hasta alcanzar 14 x 100 mil habitantes en 2010, la mayor desde 1997 cuando todavía existían los alzados en armas que asolaron parte del territorio nacional.
HOMICIDIOS 2010 – 2011
Para El Salvador se estima reducción de homicidios a la mitad en 2012.
Afortunadamente un fenómeno alentador que esperamos sea sostenible ha comenzado a manifestarse. En 2011 con respecto al 2010, Guatemala (-7.4%) C. Rica (-11%), Nicaragua (-7%) y Panamá (-3.5), reportaron reducción de la tasa de homicidios y El Salvador, a partir de marzo de 2012 muestra una sorprendente baja en la frecuencia diaria de muertes a partir de la tregua asumida desde la cárcel entre los líderes de las dos grandes pandillas delictivas.
Guatemala, aunque tiene la mayor cantidad absoluta de homicidios de la región; con respecto a su población es la tercera, debajo de Honduras y El Salvador. Su fragilidad le limita actuar contra el crimen organizado nacional y transnacional. Aunque la tasa de homicidios bajó en 2010 y 2011 con respecto al año anterior, pasando de 46 homicidios por 100 mil habitantes en 2009 a 38.6 en 2011, durante el último año se evidencia la organización y crueldad de las acciones criminales, incluyendo la masacre de 27 campesinos en el Petén y el asesinato del canta autor argentino Facundo Cabral que reveló una red delictiva organizada en C.A.
La tasa de homicidios en Nicaragua al concluir 2011 fue de 12.9 x 100 mil habitantes, observó un descenso con respecto al 2010 cuando llegó a 14.2. Reportó 761 homicidios, 7% menos con respecto al 2010 que registró 826 víctimas, la mayor desde 1992 (840). La estabilidad macroeconómica y los programas sociales impulsados por el gobierno desde 2006 que benefician a grupos vulnerables y contribuyen en reducir la pobreza, pueden mejorar sosteniblemente la seguridad ciudadana siempre y cuando fortalezcan la equidad y la institucionalidad. El 74.1% de las personas consideran que el país mejoró y un tercio afirma que también la económica familiar (julio 2012).
En El Salvador en 2003 la tasa era de 36, subió hasta 69 en 2011. Enero y febrero del 2012 tuvo los mismos resultados dramáticos, en 2011 hubo 4,354 víctimas. El incremento de la violencia ha sido persistente hasta observar un brusco descenso en marzo de 2012 por una acción al margen del Gobierno, aunque facilitada por las autoridades donde se demostró que las medidas de “mano dura” fracasaron. El obispo Colindres y el ex guerrillero Raúl Mijango, negociaron desde la cárcel un acuerdo de tregua entre líderes de las pandillas Mara 18 y Mara Salvatruche para cesar los asesinatos entre ellas. Los grupos delictivos demostraron su capacidad de reducir los catorce homicidios diarios ocurridos en febrero, a cinco desde abril 2012. Si todo sigue así, 2012 concluirá con dos mil víctimas menos y la tasa de homicidios x 100 mil hab. pasará de 69 a 28. El Salvador cambiará del primero al cuarto lugar. Los líderes de las maras presentaron (12/7/2012) al Secretario General de OEA la propuesta de entregar parte de sus armas como gesto de la tregua y declararon como “zonas de paz” los centros escolares donde no reclutarán forzosamente a nuevos integrantes.
Según el Órgano Judicial de Costa Rica (31/5/2012), por primera vez desde 2005, el país redujo la tasa de homicidios, ubicándose como el único de C.A. con resultados de 10 homicidios por 100 mil hab.: 10.3, bajaron de 527 víctimas (2010) a 474 (2011), una reducción del 11% (53 menos). En 2010 llegaron al nivel más alto: 11.5 x 100 mil hab. La frecuencia de delitos graves cambia de manera sostenible y no ocasional, cuando se modifican las causas que lo originan. Lo observado el año pasado podría frustrarse en corto plazo si no se aprovechan las condiciones que permitirán reducir en 2012 el 15% las muertes registradas en la Región en 2011.
La violencia agota las capacidades humanas, sociales y económicas de la región. Deja en la sociedad una profunda huella cuyas consecuencias se cargan en la memoria colectiva y en la conciencia social. Habiendo llegado a niveles insostenibles, afortunadamente la violencia muestra una pequeña pero alentadora reducción en 2011 en Guatemala, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, y una sorprendente (¡) baja a partir de marzo de 2012 en El Salvador. Honduras continúa con una violencia creciente, constituyendo junto a Guatemala, los eslabones más frágiles de la inseguridad regional.
Es una esperanza y oportunidad para C.A. que requiere un nuevo compromiso o acuerdo de paz social sostenible fundado en la equidad, la tolerancia, el respeto y el diálogo incluyente como mecanismo fundamental para la solución de nuestras legítimas diferencias.