Cincuenta años de la Diócesis de Estelí (1963 – 2013)
El Papa Juan XXIII en medio de las grandes expectativas y los aires de renovación desde antes del inicio de la primera sesión solemne del Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962, nueve semanas después, el 17 de diciembre de 1962, emitió la Bula “Supremi Muneris” (“potestad suprema”) para erigir la Diócesis de Estelí: “Decretamos lo siguientes: Separamos de la Diócesis de León, en Nicaragua, el territorio integro de los distritos civiles, comúnmente llamados Departamentos, los cuales corresponden a los nombres de Estelí, Madriz y Nueva Segovia… La nueva Sede Episcopal de la Nueva Iglesia será la ciudad llamada Estelí, y la Catedral del Magisterio Episcopal debe ser colocada en el Templo Parroquial que tiene el título de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario, el cual elevamos al rango y dignidad de Iglesia Catedral…” Era Obispo de León monseñor Isidro Augusto Oviedo y Reyes (Chinandega 1905 – León, 1969) y Arzobispo de Managua, monseñor Alejandro González y Robleto (Chinandega, 1994 – Managua, 1968), quien participó en las cinco sesiones del Concilio en Roma.
El 12 de enero de 1963, monseñor Dr. Sante Portalupi, Nuncio Apostólico en Managua, comunicó el nombramiento episcopal para la nueva Diócesis a monseñor Clemente Carranza y López, Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, Dean del Venerable Cabildo Metropolitano Managüense, párroco de la Iglesia de San José. Portalupi fue quien, siendo Arzobispo y Nuncio en Portugal, fue enviado por el papa Juan Pablo II a conversar (1982-1983) con la Hna. Lucía dos Santos sobre el mensaje de las apariciones en Fátima (1917).
Después de ser notificado, monseñor Carranza declaró: “Con santa resignación he recibido la designación que se ha dignado hacer en mí el Santísimo Padre. Me siento profundamente emocionado y espero que el Espíritu Santo y mis feligreses con sus oraciones me ayudarán a servir a Dios, Nuestro Señor” (Novedades, 13/1/1963).
El nuevo Obispo fue consagrado por monseñor Vicente Alejandro González y Robleto (1884 – 1968), Carlos Borge, Obispo Auxiliar y el Nuncio Portalupi, en la Catedral de Managua el martes 19 de marzo de 1963, tomó posesión en Estelí el 30 del mismo mes y año. La Congregación de los Hermanos Cristianos de La Salle registra, en el libro de la comunidad (1963, página 106): “Marzo 19. Consagración de Monseñor Clemente Carranza L. obispo electo de Estelí, se verificó en la Catedral de Managua, a las 9 a.m. La comunidad asistió casi completamente; Monseñor vino unos días antes a solicitar que los Hermanos Bernardo e Isidoro fueran sus padrinos y los distinguió con un puesto especial en el presbiterio de la catedral. Es anterior alumno de los Hermanos”.
Presbítero (joven) y después obispo Clemente Carranza (59 años)
Monseñor Clemente Carranza y López nació en lo que es hoy el municipio de Nandasmo (fundado en 1976, antes Villa de la Paz y Villa de San Pedro), Masaya, el 23 de noviembre de 1904, hijo de Feliciano Carranza y Anastasia López, fue ordenado sacerdote el 12 de marzo de 1932 por monseñor José Antonio Lezcano y Ortega en la capilla del Instituto Pedagógico de Managua. Tanto la residencia del Arzobispo como la sede del Palacio Episcopal fueron trasladados de manera temporal a las instalaciones del Pedagógico, uno de los pocos edificios en pie después del terremoto de 1931. Fue durante varios años, secretario personal del primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Managua. Estudió en la escuela del Niño Jesús de los Hermanos Cristianos, institución educativa fundada en 1917 donde realizaban su trabajo docente los graduados del Pedagógico, la primera escuela normal. En León estuvo en el Seminario Tridentino San Ramón Non nato de la misma ciudad. Este humilde sacerdote, en 1952 fue nombrado Vicario General de la Arquidiócesis, estaba investido de la dignidad de Prelado Doméstico de Su Santidad, conocido ahora como Prelado de Honor de Su Santidad, que es una concesión especial de la Santa Sede que se otorga a los sacerdotes considerados meritorios a petición del Obispo de la Diócesis.
Como Secretario de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, participó en 1968 junto a ciento setenta y cinco obispos delegados y observadores de diversas confesiones cristianas, en la II Conferencia del Episcopado en América Latina en Medellín (Colombia, 26/8/1968 – 8/9/1968) que inauguró Pablo VI. Monseñor Carranza fue “un testigo excepcional”, presentó un informe a la Conferencia Episcopal en el que asume la definición de Medellín como “una experiencia de caridad, vivida intensamente por la Iglesia angustiosamente preocupada por los problemas del hombre con inquietud de responder decididamente… No se admitieron titubeos, ni ambigüedades, ni tampoco retrasos fatales de soluciones… el Documento Oficial definitivo no tuvo miedo en pronunciarse y mostrar el camino que adopta y adoptará la Iglesia”, fueron enaltecidos los aspectos sociales de los temas debatidos. Las conclusiones se enfocan a la presencia de la Iglesia para transformar a América Latina a la luz del Concilio Vaticano II, enfatizando la promoción del hombre y de los pueblos hacia los valores de justicia, paz, educación y familia, la necesidad de evangelización y maduración de la fe a través de la catequesis y liturgia, y los problemas de la comunidad, la unidad y la acción pastoral.
Durante su episcopado nació la pastoral social en la Diócesis, al fundar en Estelí, Caritas Diocesana, que en aquellos tiempos proveía asistencia material a los sectores más vulnerables de la región. En su período fundó el Instituto Nacional de Estelí, trayendo de Costa Rica al sacerdote Francisco Luis Espinoza Pineda.
El nuevo Obispo era un hombre de muchas virtudes, pero “su suavidad de carácter no siempre le ayudó para llevar adelante la dura tarea pastoral que le fue encomendada”, aunque “era un pastor con una gran sintonía con la problemática del momento”. Al final de su episcopado, la “economía diocesana atravesaba una crisis muy seria, lo que ocasionó que el obispo viviese en medio de una gran pobreza, no siempre evangélica”, la casa episcopal estaba muy deteriorada, las habitaciones insalubres, sin higiene ni comodidad, ante la aparente indiferencia del presbítero. “La diócesis había contraído deudas con otras instituciones eclesiásticas, entre ellas el Seminario Mayor” (Zúñiga, 1152, 1154).
Después de quince años de labor episcopal, a la edad de setenta y cuatro años, falleció el 8 de febrero de 1978. Fue nombrado al día siguiente por el Nuncio Apostólico Gabriel Montalvo, como Administrador Apostólico ad nutum Sanctae Sedis de la Diócesis, el franciscano monseñor Julián Barni Spoti o.f.m. (Italia, 1914 – 1994), Obispo de Matagalpa, quien elaboró un minucioso informe acerca del estado general de la diócesis.
El segundo obispo fue monseñor Rubén López Ardón (Ocotal 19/6/34), nombrado el 26 de julio de 1978, consagrado el 27 de mayo de 1979. Antes fue Rector del Seminario Nacional, asesor nacional de la Comisión de Liturgia y Secretario Ejecutivo de la Conferencia Episcopal. Solicitó la renuncia a su cargo a fines de 1988 siendo aceptada por Juan Pablo II el 6 de marzo de 1990. Su salud física y mental se deterioró ante las dificultades de la Diócesis, la polarización del clero, la diversidad de experiencias pastorales y el escenario de guerra que vivió la región durante la década. Al cesar sus funciones, siendo Obispo emérito, abandonó definitivamente el país. En 1995, el historiador eclesiástico Edgard Zúñiga, según correspondencia recibida afirma que estaba en México D.F. La renuncia en estas condiciones es la única conocida en la historia eclesial de Nicaragua, el prelado tenía 54 años cuando comunicó su decisión y 56 cuando le fue aceptada. De conformidad con el Derecho Canónigo, los Obispos están obligados a renunciar ante el Pontífice al cumplir 75 años pasando a ostentar la categoría de “emérito”.
El tercero y actual Obispo de la Diócesis es monseñor José Abelardo Mata Guevara (Managua, 23/6/1946) asumió desde el 5 de abril de 1990, hace veintitrés años, ha sido el Prelado de mayor duración al frente de la Diócesis esteliana de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua.
Principales fuentes bibliográficas
- Bautista Lara, Francisco Javier, “Origen y centenario del Instituto Pedagógico”, La Salle Editorial Siglo XXI, Managua, Nicaragua, junio 2013.
- “El Esteliano”, abril/2012 No. 115, Estelí, Nicaragua.
- “Novedades”, Managua, D.N., enero de 1963.
- Zúñiga C., Edgard, “Historia Eclesiástica de Nicaragua”, Editorial HISPAMER, 2da edición, 2011, Managua.