Zacarías Guerra y su sobrino: “No fui padre de uno, seré de muchos”
José Zacarías Guerra Rivas cumplió 155 años de haber nacido (19/3/1859) y 100 años de muerto (5/5/1914), incomprendido y solo, para ser rescatado después como filántropo, cuando se conoció su voluntad de dejar su capital para un asilo de huérfanos. Cumplirá un siglo el Hogar Zacarías Guerra, una de las instituciones de beneficencia más antiguas, constituida por decreto de Adolfo Díaz (5/6/1914). Su vida posible a fines del siglo XIX y principios del XX, las consecuencias de su decisión, se recogen en la novela Manantial cuyos derechos de autor de la edición fueron donados al Hogar.
Tuvo un hermano y dos hermanas de padre, solo conoció al sobrino primogénito del único varón con descendencia, Mariano Guerra, liberal, cuando el liberalismo representaba progreso, prisionero varias veces a la salida de Zelaya, cuando se impuso la contrarrevolución conservadora (1910).
Al sobrino, Benjamín Guerra Lupone (1913 – 1982), lo conoció a pocos meses de nacido. Por curiosidad el niño sujetó el anillo en su dedo por lo que le regaló la prenda. Ante “el hijo que nunca tuvo”, afirmó: “No fui padre de uno, seré de muchos” … Zacarías deteriorado por la diabetes, sobrevivió unos meses al emotivo encuentro.
Capitán Benjamín Guerra y Capitán Lacy; Ejército de Guatemala.
El sobrino conservó la sortija hasta heredarla a su primogénito Benjamín Guerra Duarte (1940). En los años treinta, aficionado a las comunicaciones, estableció con su hermano César, en sociedad con Constantino Lacayo, la Radiodifusora Nacional “Rubén Darío” (1935). En las noches, los jóvenes conversaban con aficionados de diferentes países, entre ellos con Juan Caballero, de Guatemala, quien al conocer la habilidad de Benjamín en radiodifusión, lo invitó a trabajar en su país. El desconocido personaje era el presidente guatemalteco Jorge Ubico (1931 – 1944), quien lo admitió en la Escuela Politécnica en donde se graduó; fue ubicado en comunicaciones del Ejército como Capitán. Ubico ejerció un gobierno autoritario hasta que fue depuesto por la revolución (1944).
En Nicaragua, Somoza García controlaba el poder político y militar. Interesado en modernizar las comunicaciones de la Guardia Nacional, solicitó a su Embajador en Guatemala, información sobre la calidad de las radiocomunicaciones militares porque existía ofrecimiento de una empresa que proveía equipos a Guatemala. El diplomático recurrió al joven militar, quienes conversaron; el oficial aconsejó no comprar los equipos porque tenían muchas fallas. Somoza participó a la compañía norteamericana sobre problemas de sus equipos. Ubico fue llamado por el proveedor quien le dijo: “Presidente, tiene un infiltrado que informa a Nicaragua”. El gobernante molesto, lo acusó de infidencia y le dio veinticuatro horas para abandonar el país. Benjamín salió por tierra para Nicaragua (1941), con dificultades económicas, su mujer y su hijo recién nacido. Somoza, enterado del incidente, lo asignó como Subdirector de Comunicaciones con grado de Capitán.
Benjamín Guerra Lupone, a quien Aldo Díaz Lacayo se refiere como “tío Benjamín”, fue General y Director Técnico de Radiodifusora Nacional, Voz Oficial del Estado, hizo carrera en radiocomunicaciones; las circunstancias empujaron el rumbo de su vida. Se encontraba como militar retirado (1978) al derrocamiento de Somoza Debayle; abandonó el país en 1980. Murió en accidente de tránsito en Virginia, a los 69 años.