Reflexiones

MÍNIMOS NECESARIOS

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October 9, 2017

“Sobre todo una cosa: olvidar la ansiedad de expectativas…”    Viktor Frankl (1905 – 1997)   Un amigo alemán, lector y amante del arte, ex asesor de seguridad antes de la unificación, visitó Nicaragua en un programa de apoyo institucional. Tuve la oportunidad de entablar amistad con él por nuestras afinidades. En nuestro último encuentro hace tres años, a partir de su experiencia personal, me hizo reflexionar sobre lo que comparto con mis agregados, no es exactamente lo que dijo, sino los aprendizajes que despertaron sus comentarios.

Una persona establece en la vida los mínimos necesarios para ser feliz. La pregunta a responder es ¿con qué de lo que depende de otros me conformo? Referido a  los factores ajenos a nuestro control, porque aquellos sobre los cuales podemos decidir, es otro el asunto. La base de la realización personal reside en identificar lo que depende de nosotros, superarlos y precisar los que son ajenos, estableciendo mínimos necesarios y razonables, de tal manera que nuestra expectativa hacia ellos sea la menor posible, porque si es alta, lo será también la probabilidad de frustrarse. No se trata de “conformismo”, sino de no apegarse a nada porque a medida que más se desea, la posibilidad de insatisfacción es mayor, eso lo repiten conocidos filósofos orientales y santos cristianos. Me decía, tenía una esposa, tres hijos, un negocio, oportunidad de viajar, casa cómoda en lugar privilegiado, pero, de repente me separo de mi esposa y me quedo solo, uno de mis hijos tiene problemas de comportamiento, entonces, ¿cómo no frustrarme? Creo, continúa diciendo, que “uno debe pensar, como trato, que tengo a mis otros dos hijos, siempre hay algo en donde pueda refugiarme y encontrar los mínimos de la vida”. Si los mínimos son  altos, tendremos frustraciones y angustias. Entre más bajos sean, la posibilidad de ser feliz será mayor. Aun perdiéndolo todo, ¿qué queda? La vida, la salud, los recuerdos, la capacidad de pensar y sentir, la fe… aun perdiendo la salud… ¿Puedo encontrar en pequeños detalles la oportunidad de ser feliz?

Para Aristóteles “la felicidad es lo principal de la acción humana”. El primer paso para ser feliz, dice Russell: “Liberarme de la tiranía de las creencias”, la “lucha por la vida, impide disfrutar de la existencia”, un vicio común consiste en “no ver las cosas tal como son, sino en relación con otras”, aunque tenemos certeza que los “elementos esenciales de la felicidad humana son simples”. Punset menciona “diez mandamientos para no ser infeliz”, considera que la felicidad es efímera, un rato, es la ausencia de miedo, cuidar de los detalles y de las cosas pequeñas. Para Matthieu Ricard (biólogo, monje budista) la meditación permite la felicidad porque la mente se calma y consigue la libertad interior, lleva a un “estado de amor y compasión pura, no enfocada hacia nada ni nadie, sin esperar nada”.

Estimado (a) lector(a), reflexionemos sobre esos comentarios desde nuestra condición personal. Si tenemos tres hijos, por ejemplo, quisiéramos, como es normal, que todos fueran cariñosos, sanos, responsables, que prosperaran en sus estudios y profesión, en la familia que formen. Sin embargo sabemos que eso no siempre ocurre. A veces son tres o dos llenando nuestras expectativas, esas que no dependen de nosotros, o quizás solo uno, entonces podemos refugiarnos satisfechos en el único, porque si esperás que todos tengan éxito (?), te recuerden, expresen cariño y agradecimiento, es probable que nos frustremos. Eso, otros lo determinan. Si nuestras expectativas son con todos, lo óptimo, es el máximo, pero ¿cuál el mínimo? Si aceptas que al menos uno, la probabilidad de satisfacción es mayor ante las circunstancias ajenas y la libertad relativa de cada quien.

Podemos establecer mínimos en la relación íntima, la familia, colegas, amigos, vecinos, organización, país,… No debemos establecer expectativas altas ante realidades que no dependen de uno. Sin embargo, en aquellas que “controlamos”, podemos, sin acomodarnos, tener máximos.

La capacidad para identificar lo que depende de uno y establecer máximos y las que no, donde necesariamente requerimos precisar mínimos, demanda sentido común, en lo cotidiano y la simplicidad. Allí radica la dificultad ¿Por qué los humanos buscamos la complejidad y pretendemos incidir en factores ajenos obviando los que son propios? Vemos lo ajeno y no lo nuestro, buscamos resolver y decidir sobre otros; en ello basamos la búsqueda de la felicidad;  olvidamos de nuestras responsabilidades y obstáculos para decidir lo que depende de nosotros.

Concluyo con la frase de Niebuhr, teólogo norteamericano: “…serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, / valor para cambiar aquellas que puedo / y sabiduría para conocer la diferencia…”

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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