APRENDER PARA EMPRENDER E INNOVAR. Parte 2 de 3: Tres actitudes fundamentales para aprender y cambiar.
Parte 2 de 3: Tres actitudes fundamentales para aprender y cambiar
Estas prácticas deben ser complementadas y están vinculadas entre sí. , o estarás desaprovechando las capacidades y las posibilidades de aprendizaje que podríamos tener, porque alguien se puede conformar con aprender poco, leer un libro y con la introducción están contentos, bueno, es su satisfacción personal, es su perspectiva, hasta donde quieren llegar; No quieren llegar al alto.
Estas son las actitudes humanas, que comienzan con una, que se identifican en su connotación correcta: “humildad”. A veces en el lenguaje cotidiano, los nicaragüenses decimos “es una persona humilde”, porque nos vemos descalcita y sucia, que no es el concepto de humildad, es pobre, desempleado, palmado, pero humildad puede ser que no. A alguien podemos verlo de saco y corbata, muy elegante, y puede ser una persona profundamente humilde; “Es bien humilde”, “Es bien humilde”, Eso es como decir: “tiene carácter fuerte” ¿Porque es malcriado? Eso no es un carácter fuerte, por pegar cuatro gritos o maltratar a otro, ¿Quién dice que eso es tener un carácter fuerte? Es un malcriado, un irrespetuoso,Así que, cuando hablo de humildad, no hablo de esa humildad. ¿Saben ustedes cual es la cualidad más relevante de los genios? La humildad, está directamente vinculada con esa capacidad, de saber, de saber que uno no sabe nada, o de saber que uno sabe poco. A veces cuando uno se adentra a un conocimiento cualquiera, física, química, literatura, lo que ustedes quieran, cuando uno se siente, se entusiasma cuando se van descubriendo cosas, pero uno se da cuenta del inmenso universo que ignora, eso me pasó cuando comencé a escribir ya investigar sobre Rubén Darío; de Darío, conocemos tanto como la mayoría de nosotros conocemos, en la escuela uno aprende el poema Marcha Triunfal, Los Motivos del Lobo, Margarita, etc.Participa en los actos, en los murales, en la foto de Darío, todo eso, pero también en la parte más desconocida e ignorada en toda su connotación. Hace ocho años comencé a estudiar un poco sobre Darío, leer y leer, pero con el interés de aprender, pero me atrapó el tema; comienzo a leer Azul… o releer Prosas Profanas, o lo otro, al entrar, lo uno me vincula a lo otro, ya otro, y me doy cuenta de que el volumen del libro se requiere para crecer, busco artículos, libros y internet, apenas uno Entra por una ventanita, y van saliendo cosas y cosas, y te das cuenta del mundo fascinante que los descubrimientos, apenas abriendo una ventanilla de un conocimiento que ha dado cuenta de que, en cualquier lugar, con las facilidades ahora del Internet, las redes sociales, un montón de Cosas que antes no existían, así que seguimos un día y te dejamos mil, y es para no terminar.
Creo que uno debe ser consiente, por que, por tanto, por un especialista que no está bien, ni de ti ni de ti ni de ti, ni de ti ni de ti ni de nada. Personal, ni propiedad privada, realmente es una construcción social. A veces uno se ha creado, como se ha visto el autor del conocimiento, de la teoría, pero no se ha dado la cuenta, se ha escrito el texto. , y esa es la verdad que deberíamos aceptar, estudiar, trabajar en el mundo académico, no ser más que alguien, aportar, granito de arena, en ese inmenso costal, en la inmensa playa de arena, ¿qué somos nosotros? ? No somos nada.Hay una imagen que circula mucho en internet y me gusta, porque nos hace ver lo que somos, aparece como si nos tomamos una foto aquí, en este salón, y después de la cámara se aleja, y la UNAN completa, y después la cámara Se aleja, y ves a Managua, y la cámara se aleja, y ves Nicaragua completa, y se aleja la cámara, y ves Centroamérica, y luego al mundo, y al alza y al sistema solar, y al alza, y al verso galaxia, y desaparece la tierra, no ve ve usted, y es menos que un granito de arena insignificante que no podemos ver desde la galaxia, ahí cabemos nosotros, ¿qué somos? Nada, y ¿qué somos en el tiempo? ¿Cuantos años podemos vivir? ochenta, noventa, ¿Y eso qué es? es un segundo en la existencia. Entonces, cómo y porqué alimentamos nuestro orgullo. Los invito a hacer lo mismo que hicimos antes, es decir, Podríamos tener la humildad de San Francisco de Asís, o podríamos tener la arrogancia de Napoleón Bonaparte. Napoleón tenía un gran poder, pero, no tenemos ningún otro poder de nada, ¿nos sentimos a veces como los dioses del universo? De repente tenés un compañero igual que tú y el otro día. ¿Y de dónde saca este? Se cree imprescindible, ¿qué tontera, ¿Qué sustenta ese orgullo absurdo? Nada, eso se llama intoxicar la cabeza y las emociones, impedir o limitar aprender. ¿Y de dónde saca este? Se cree imprescindible, ¿qué tontera, ¿Qué sustenta ese orgullo absurdo? Nada, eso se llama intoxicar la cabeza y las emociones, impedir o limitar aprender. ¿Y de dónde saca este? Se cree imprescindible, ¿qué tontera, ¿Qué sustenta ese orgullo absurdo? Nada, eso se llama intoxicar la cabeza y las emociones, impedir o limitar aprender.
Si este fuera un gráfico, si tuviera la humildad de 10, como San Francisco de Asís, estaré abierto a todo, que pueda aprender más insignificante, que cualquier libro me pueda dar una información interesante, que cualquier maestro, aunque mar El mensaje no está preparado para todos, puede ser un mensaje positivo. No hay nada, no sé nada, los negros no saben nada, punto, no es nada, no sabe nada, bloqueado, no hay acceso a la información, no hay acceso a la verdad, no hay acceso al conocimiento , el aprendizaje se bloquea, estás fregado. Pero, si estás abierto, todo se transforma en aprendizaje. Nadie, ninguna persona,
Esa actitud, tan fácil de entender, tan difícil de aplicar, requiere otra actitud importante, pregunto, ¿Cuál es el motivo que lleva un uno, leer un libro, comenzar, continuar y terminar? ¿Cuál es el motivo por el cual uno se ve a la ventana? ¿Cuál es el motivo por el cual alguien comienza a hablar, y activo el oído? A viajar, a hablar con otros … La curiosidad. La curiosidad es lo que me lleva a leer, observar, escuchar.
La curiosidad como actitud, ¿para qué voy a leer el libro? No tengo curiosidad, por lo tanto, la curiosidad no me motiva ni se entusiasma para abrir el libro y escarbar; Si aparece un término X, voy al diccionario, averiguación de qué se trata, y voy a internet, y me sale otra información, ¿Por qué? Por curiosidad, no porque el profesor me va a calificar, porque tengo que rendir cuentas a mi papá, no es por eso, porque me motiva, porque mi aprendizaje, me lleva a entender que la curiosidad es la que va a alimentar eso Aquí hay un fenómeno, humano también, y es que, veamos el tiempo, el nivel de curiosidad, en el eje vertical la curiosidad, en el eje horizontal el tiempo, cero años, nacemos, si aquí está un niño de dos años, ¿ creen que el niño estaría sentado ahí como ustedes? Estaría registrando, curioseando, y si las profesoras lo dejaran, entrarán ahí a lo que hay allá, y comenzamos a tocar lo que llamamos la atención. ¿Por qué el niño lo haría? Por curiosidad, pero cuando tienes diez años, ¿qué dice el sistema? Sentate, no seas curioso, la profesora de tercer grado, cuarto grado: “Siéntense chavalos, sos un curioso, necio, sentate” and te ins, venting you te está diciendo: “No seas curioso”, pero si necesito la curiosidad para aprender, si no soy curioso no aprendo, no descubro, la curiosidad en el libro, en la lectura, en la observación, en escuchar, en describir, en experimentar; Esa es la curiosidad fundamental para aprender e innovar, pero la escuela, el sistema educativo, desde que tenemos que hacer, no hay mares curiosos, mares necios, sos necio, sos insoportable “,
¿Cómo hacer para tener más años y ser curioso? Ahí está el secreto ¿Por qué están ustedes aquí? ¿Porque estoy aquí aquí? ¿Saben por qué estoy aquí? Entonces, traigo un punto clave, o curioso como un niño de tres años, o curioso como un viejo de ochenta, y no porque tengan ochenta años, porque alguien tiene que ser veinte años, y tener la curiosidad de un hombre de ochenta; alguien puede tener ochenta años, y tener la curiosidad de un niño de diez.
Voy a referirme otra vez a este personaje en particular, que se llama Darío, y que estas cosas, que estoy comentando, que me comparé con el mismo Darío, y que me di cuenta de una cosa, ese Rubén Darío que nosotros vemos, ese personaje Que veamos en foto, que está con un traje diplomático, que se conoció de 1908 cuando presentó cartas credenciales ante el rey de España, como ministro de Nicaragua, embajador de Nicaragua en España, un traje prestado, es un hombre elegante, le gustaba arreglarse bien, peinarse bien, rasurarse, andar bien orgulloso, pero esa apariencia, no es una contradecía la humilde y sencilla cotidiana de Darío, eso es importante. Entonces, no se trata de ser humilde que no lustrás los zapatos, no te lavás los dientes, ni te cortas las uñas: “es que soy humilde”, no hombre, sos chancho. Entonces, es decir, la humildad no quiere decir eso, le lustraste tus zapatos, lavate los dientes, ponete desodorante, tu ropita sencilla. La humildad, ¿sabe qué? No es el tamaño de la billetera, ni es cierto, ni la cantidad de títulos, ni si viajas en el autobús ni en el carro, ni es el concepto de humildad. Darío era un personaje, desde mi opinión, profundamente humilde. Hay una novela de Darío, que se llama El oro de Mallorca, una de seis novelas de Darío, un personaje de la novela que se llama Benjamín Itaspes, realmente es Darío, que se disfraza y se expresa a través del personaje de ficción, Darío pone en la boca de Benjamín lo que él quiere decir: “Yo disfruto conversar con los espíritus sencillos”, y es cierto, Darío se reúne con cualquiera, no se tiene que ser un académico de alto nivel, O un empresario de dinero para enviarte con él, un hombre, una persona, una copa, una manera muy horizontal, esa es una virtud de Darío. Hay un escritor hondureño, que se llama Heliodoro Valle, uno de los poetas mayores de Honduras del siglo XX, Rafael Heliodoro Valle era un joven, y un libro de poemas, Darío era un hombre conocido a principios del siglo XX, en la cumbre , Heliodoro Valle de Honduras, sabe de Darío, y tu libro con una dedicatoria, mi libro, Darío en la cumbre de la literatura, y un muchacho que apenas está escribiendo un libro, ¿Qué hubiera hecho otro escritor común y corriente de los que conocemos Este libro no es una forma de leer o leer un autor ignorado, desconocido, insignificante, pero Darío leyó el libro, y escribió una nota al muchacho, esa nota, pienso,
esa actitud ¿qué es? no es cristiana ni humana, es profundamente contraria al principio de humildad, descalificas al otro por el tamaño, por cualquier otra razón, es un bloqueo por el aprendizaje que te ayudará a conocer más allá de tu nariz.
Tercer punto clave. En la vida cotidiana. ¿Te desanimás ante la primera dificultad? ¿Tirás los guantes? La tercera cualidad fundamental para hacer posible lo anterior, es persistencia.
Tenemos una fórmula de tres por tres, el aprendizaje para aprender e innovar, la parte de las prácticas fundamentales: escuchar, leer y observar, y las actitudes inseparables: humildad, curiosidad y persistencia. Terminamos esta segunda parte.
Conferencia – Conversatorio UNAN, Managua, 3 de noviembre 2018.