INICIATIVA DE PAZ Y RECONCILIACIÓN EN NICARAGUA
Radio M24 Uruguay, GPS Internacional, con Fabián Cardozo; Sputnik Mundo. 20/11/18
(https://mundo.sputniknews.com/radio_gps_internacional/201811211083580252-protestas-ciudadanos-corrupcion-haiti/).
Transcripción entrevista Francisco Bautista L., minuto 24-36).
Estamos en comunicación con el analista Francisco Javier Bautista, desde Nicaragua; Bautista gracias por atendernos. ¿En qué consiste y cómo fue recibida esta propuesta de reconciliación y paz que impulsa el gobierno?
Responde: como ciudadano e investigador nicaragüense escuché una propuesta pública que hizo el gobierno de Nicaragua, hace aproximadamente diez días, es una propuesta de política de estado, para una Cultura de paz y reconciliación. También circuló un documento, que es un documento preliminar sujeto a la discusión pública, y a la opinión y recomendación de los distintos actores sociales, comunitarios y políticos, ha habido reacciones diversas, algunos sectores han reaccionado a priori descalificando la propuesta, pienso yo, que, por un prejuicio de carácter político, por predisposición política hacia el gobierno de Nicaragua, otros sectores populares, y sectores sociales han reaccionado de manera positiva.
El documento, pienso, es una excelente iniciativa, habrá que considerar otros elementos que están excluidos, básicamente, además, es un concepto totalmente válido para todos los países del mundo. Si ustedes recuerdan, en el año 1999, las Naciones Unidas, por primera vez tomó una resolución encaminada a la cultura de paz, y después de esa fecha, distintos países han tomado la iniciativa de normativas, leyes, políticas públicas encaminadas a cultivar dentro de sus ciudadanos, en la formación, en la educación, en los medios de comunicación, en el comportamiento institucional, una cultura de paz.
Creo que, es un instrumento totalmente válido, necesario en Nicaragua y en todos nuestros países. La necesidad está planteada, precisamente por lo ocurrido en Nicaragua en los últimos meses. La situación y el escenario que tenía Nicaragua en 2017 era muy favorable desde el punto de vista social, económico, comunitario, es decir, las tendencias de desarrollo, los indicadores, desde cualquier fuente que ustedes puedan consultar, desde el sector privado, desde el sector social, político, eran totalmente favorables. Sin embargo, se dio una situación crítica, que desbalanceó y provocó una dramática circunstancia de violencia, de inseguridad, desarticuló el funcionamiento del Estado, de la sociedad, y afortunadamente ese panorama ha sido restituido, o está en vías de restitución y establecimiento de nuevas condiciones de seguridad, para retomar los ritmos del desarrollo económico y social. Sin embargo, lo ocurrido plantea que, efectivamente, hay sectores, hay grupos sociales, grupos políticos que encuentran en la violencia el camino para resolver los conflictos, y me parece que, el planteamiento esencial de la política, ojalá prospere, ojalá los distintos actores puedan incorporar recomendaciones básicas, para fortalecer un estado democrático y social de derecho que promueva una cultura de paz y de no violencia, que busque en el diálogo la solución pacifica de los conflictos. Esta es la esencia del planteamiento, en ese planteamiento se promueven valores como la solidaridad, la paz, la estabilidad, la no violencia, la resolución pacífica de conflictos, etc. Se promueven algunas herramientas para la solución de estos conflictos. Me parece que, entre los actores hay algunas omisiones, que hay que considerar, porque, como es un documento que está abierto a la discusión pública, es imperfecto, y una propuesta todavía en camino de ser consolidada, me parece que, hay un elemento fundamental, que no está lo suficientemente claro, y es el carácter multicultural, multiétnico de Nicaragua.
Nicaragua a veces parece una sola nación desde el punto de vista cultural, pero la verdad es que somos multiétnicos y multiculturales, en la costa Caribe tenemos muchas comunidades misquitos, zumos, ramas, hay afrodescendientes, hay distintas lenguas, son reconocidos en la Constitución Política; los comportamientos culturales, las aspiraciones culturales legítimas de estos pueblos, me parece que es importante considerarlas como parte integral de esta política de paz y reconciliación, y como parte de la cultura de paz, porque no podemos desconocer esas realidades, esas diferencias, a pesar de tener una nacionalidad común. También me parece que es importante insistirte, dentro de ese mismo concepto de la multiculturalidad, en la autonomía de las Regiones Autónomas del Caribe Norte y Sur, Nicaragua tiene dos regiones autónomas, son pocos los países en el mundo que reconocen autonomías efectivas, multiculturales, multiétnicas, etc. Nicaragua es uno de ellos, creo que hay que reconocer esa realidad, y hay que darles a esas comunidades, tal y como dice la legislación, la Constitución Política, una efectiva autonomía política, económica y social, para que puedan organizar y promover el desarrollo de sus pueblos, de acuerdo a su visión, a su cosmovisión, que es muy particular y legítima.
Me parece, también que, como actor en esta política, además de las familias, del sistema educativo, de las denominaciones religiosas, de las comunidades, de los centros de trabajo, de los medios de comunicación, creo es importante incluir a los partidos políticos, que son un instrumento político, de la lucha del poder político, y que aspiran a conquistar distintos espacios por la vía democrática, electoral y cívica, en el marco constitucional. También es importante considerar que hay organizaciones sociales, comunitarias, etc. Son distintas expresiones locales, en distintos ámbitos de la vida nacional, que tendrían o podrían tener voz o participación activa, como actores, en esta propuesta de política de paz y reconciliación.
Bautista, y ¿hay sectores de la oposición que pueden sentarse en una mesa de diálogo con el gobierno?, ¿está el clima para esto?
Responde: El gran problema para promover un diálogo, es que se requiere en primer lugar, buena voluntad de las partes, en segundo lugar, los actores legítimos, identificados, para poder sentarse con una temática común, abierta y amplia. La situación que se dio en Nicaragua, que fue una explosión de violencia, que pretendió ocupar el poder político, aunque al inicio fue un planteamiento de carácter social, por una reforma a la seguridad social, inmediatamente en el corto plazo adquirió connotación política, al plantear la salida inmediata del gobierno, legítimamente constituido, le da características de un intento fallido de golpe de estado, entonces ese fenómeno plantea un escenario complejo que no ha sido suficientemente bien conocido por la comunidad internacional, al cual montó un nivel de desinformación absurda, irresponsable, diría, y una manipulación informativa audaz, pero que trae consecuencias negativas para el país y para la comunidad internacional. Creo que hay que volver a los cauces de la verdad, a identificar el balance adecuado de la realidad nacional, para poder reconstruir una mesa de diálogo, donde los actores legítimos puedan sentarse en el marco constitucional y político legítimo, con la aspiración que cada grupo político pueda tener, de alcanzar un espacio político. Sin embargo, creo que la situación presentada, trastocó un escenario posible, que pudo haber encontrado una situación inmediata, incluso los primeros esfuerzos para dialogar, se vieron frustrados por los actores que llegaron, que no eran actores legítimos, sino salidos de la improvisación, diría que fue “una sopa de letras” que se creó de manera circunstancial, y el planteamiento fue: “No vamos a dialogar nada, lo que vamos a dialogar es la salida inmediata del presidente”, eso fue absurdo, políticamente erróneo, sin visión de largo plazo, carencia de una visión política, lo que planteaba era un dramático escenario de caos y anarquía, que afortunadamente no prosperó, y el país ha retomado el curso, digamos, cívico, encaminado a continuar su camino que tenía en el desarrollo social y económico, que a nivel de Centroamérica, era el más favorable, el mejor reconocido en la región.
Claro, Francisco ¿cómo impacta la situación regional que existe hoy con la caravana de inmigrantes, y la operación de bandas criminales transfronterizas en Centroamérica, todo eso, en ese contexto, ¿cómo impacta la situación crítica política de Nicaragua?
Responde: Bueno, figúrate que Centroamérica en general, tiene una situación muy compleja, y quiero decirte que en esa caravana de inmigrantes, realmente la participación de los nicaragüenses en ella es insignificante, no ha sido una caravana movida desde Nicaragua, es una caravana movida desde Honduras principalmente, con El Salvador, con participación de guatemaltecos, quizá más de 10,000 ciudadanos que se mueven en búsqueda del norte, movidos por los niveles de violencia históricos en esos países, por la violencia delictiva acumulada, no ha sido ese el fenómeno en Nicaragua; en Nicaragua la gente no ha abandonado el país, históricamente, en los últimos diez años por la situación de violencia, al contrario, la seguridad del país se planteaba como la más estable, la más favorable, era una situación que le daba una ventaja competitiva importante al país, no era ese el motivo.
También tenés una situación económica muy compleja en Costa Rica, una crisis, huelga general, de hace unas semanas, por la reforma tributaria, es decir, tenemos una región convulsionada, por aspectos de violencia, de inseguridad, de oportunidades de negocio, por el crimen organizado, por las pandillas, inestabilidad política por la corrupción pública y privada, y eso me parece a mí, que frente al caso de Nicaragua, la región no estaba integrada con una visión articulada que le permitiera, como región, construir una solución política, o contribuir a una solución política en el caso de Nicaragua, y no tener que recurrir a ningún mecanismo extra regionales, como la OEA, etc., para discutir estos asuntos.
El escenario de fines de 1989, 90, 88, con los acuerdos de Esquipulas, por ejemplo, mostró una Centroamérica, que, a pesar de la presión internacional, tuvo capacidad de sentarse, de discutir y de hacer planteamientos políticos que encontraron una solución a la guerra de Centroamérica de la década del ochenta, y eso trajo como consecuencia la posibilidad de paz en Nicaragua, Guatemala, El Salvador, y las reformas que continuaron en Honduras, etc. Y Nicaragua y Centroamérica, lograron un avance importante en el sistema de integración centroamericana, a principios del noventa, aceleró su proceso de integración en el ámbito político, económico, social, etc. Una década muy próspera en ese sentido. Sin embargo, el escenario actual, de los últimos dos o tres años, por lo menos, no era así, de tal forma que, en Centroamérica, el Sistema de Integración Centroamericana, pienso que perdimos una oportunidad interesante de participar como actores legítimos, locales, en la solución de un problema regional. Sin embargo, creo que se puede encontrar ese rumbo, y Centroamérica podría retomar ese papel, sin necesidad de recurrir a actores externos, que a veces contaminan nuestras realidades locales.
Francisco Javier Bautista, desde Nicaragua, gracias por tu aporte y presencia aquí en GPS.
Gracias Uruguay