Los libros no son el propósito
Cultura Literatura Reflexiones

LEER Y ESCRIBIR. Conversatorio.

on
April 10, 2020

(INVITACIÓN Taller gratuita de literatura creativa, aprovecha e inscríbete, entra al link:

https://event.webinarjam.com/register/2/okzg4bm)

Managua, Nicaragua, febrero 2020.

Universidad del Valle.

Hoy conversaremos sobre el hábito u oficio de leer y escribir. ¿Cómo motivar a la lectura y escritura? Con frecuencia, cuando comparto temas literarios en un auditorio como éste, una de las preguntas iniciales que suelen hacer los asistentes es: ¿por qué escribe? ¿qué me motiva a hacerlo? o ¿qué me llevó a escribir? Entonces, en esta ocasión, anticipándome a la posible inquietud, referiré otra pregunta preliminar antes de llegar a la referida de ¿por qué escribo? Debo comenzar atendiendo otra pregunta preliminar que es: ¿por qué leo? La clave del asunto es responder esta cuestión para tratar de explicar a ustedes, desde mi experiencia, la primera.

En mi caso personal, para comentar sobre: ¿por qué leo? Puedo enumerar cinco (5) razones que fácilmente identifico. Vamos por el orden, la primera, la que capta, la que motiva el interés por leer es: porque me divierte, es decir, cuando leo siento diversión, siento agrado, es relajante, cuando entro a las páginas de una novela, cuento, libro de poesía, a ensayo literario, percibo cierto placer personal en esa incursión dentro del texto, tratando de interpretar los signos, las palabras, los párrafos, las ideas y metáforas que el autor ha dejado y que yo, como lector, complemento desde mi experiencia, información y paradigmas. Hay diversión y distracción, por eso resulta agradable. Esa es la primera razón por la cual leo, porque si no me gustara leer, si no encontrara divertido hacerlo, simplemente no leería, pero he encontrado sabor y placer en la lectura, entonces, me divierte.

Hay una segunda razón importante, efectivamente, esa lectura me lleva a despertar, activar, dinamizar mi imaginación, es decir, porque al ir leyendo un texto, frases, páginas, voy imaginando el escenario y contexto que el autor está creando con las palabras. Tengo la posibilidad de visitar lugares, conocer experiencias, comportamientos humanos, momentos históricos que no veo o no conozco, hechos del pasado, o creados por la ficción; es decir, todo eso me lleva a imaginar, porque normalmente un libro, no está ilustrado con fotografías, gráficos o imágenes, sino que todo está inundado de palabras, en blanco y negro, esas palabras van construyendo las ideas y escenarios. Entonces, a partir de ahí, mi imaginación tiene la oportunidad de volar, tiene la oportunidad de expandirse de manera creativa, ilimitada y abierta. Me parece que esa es la segunda motivación fundamental por la cual leo.

Hay una tercera: en todos los textos, llámense cuento, novela, ensayo literario o histórico, actual, sociológico, de lo que sea, siempre uno encuentra la posibilidad de aprender. A mí me satisface eso, es decir, otro motivo por el cual leo es porque aprendo de planteamientos que hace el autor, de técnicas, de metodologías, de conceptos, de experiencias de vida y del comportamiento humano, que uno va sacando del texto, relacionando a medida que se inmiscuye en ello. Incluso, del texto más malo que puedan imaginarse, siempre hay algo interesante que se puede aprender. He aprendido de la lectura, me invita a ser autodidacta, según mis intereses y necesidades. Entonces, por eso subrayo los textos, marco los libros, doblo las páginas, realizo anotaciones al margen, porque esos énfasis que marco, son referencias que percibo interesante y me permiten aprender o descubrir planteamientos que quizás no eran tan obvios para mí, o a lo mejor ya conocía, pero los confirmo a partir del texto que leo. Ese es el tercer motivo importante.

Lógicamente ese camino de divertirme, imaginar y aprender, lleva a un punto adicional: la posibilidad-oportunidad de crear. Se van acumulando ideas, van llegando sugerencias, se van acumulando escenarios, imágenes, emociones y pensamientos que pueden llevar a crear nuevas cosas, porque la creación artística, literaria o científica, nunca parte de cero, siempre se alimenta del aprendizaje de otros que se van clasificando y discriminando. Uno debe estar abierto a hacer lo que hicieron otros para avanzar, reinterpretar y agregar sus puntos de vista y descubrimientos o aprendizajes. Nada está concluido totalmente, es imposible hacer cualquier cosa de la nada, por eso el artista, el pintor, el escultor, el escritor, el médico, ingeniero o científico, cualquiera de ellos se monta, en la medida de lo posible, en el conocimiento anterior, dice un refrán: “las personas inteligentes aprenden de los errores de otros”, diría, ampliando el término: de aprendizajes y experiencias de otros. Uno califica o descalifica, valora o desvalora, no importa, pero conoce, descubre, comprueba desde su propia realidad, lo actualiza y experimenta, y a ese conocimiento le agrega sus particularidades, y ahí está la innovación, el aporte, es lo que ha ocurrido con artistas y creadores de todos los tiempos, con los científicos y emprendedores de todas las latitudes y épocas, desde Cervantes a Rubén Darío, desde Copérnico, Einstein, Newton, etc., ellos replantean o dicen de manera distinta el conocimiento de su época. Por eso reconozco que la lectura invita y permite crear.

En quinto lugar, la lectura es un elemento fundamental de mi vida, es decir, me permite vivir, vivo también cuando leo, la lectura me permite complementar la existencia, así como comemos y la comida es parte de la vida, así como respiramos y la respiración es parte fundamental de la vida, bueno, para mí la lectura se convirtió en parte esencial y cotidiana de vivir.

La pregunta ¿por qué leo? Se responde, desde mi punto de vista, con estas cinco (5) afirmaciones fundamentales:

1)- porque me divierte,

2)- porque permite despertar la imaginación,

3)- porque aprendo,

4)- porque me permite crear y,

5)- porque es ahora parte de mi vida, vivo a través de la lectura.

Entonces, voy otra vez a la pregunta: ¿por qué escribo? Básicamente, tendría que decir que escribo porque la lectura me lleva a escribir, la lectura despierta el interés de expresar lo que percibo y descubro, para interpretar, reflexionar y compartir, expresar asuntos que mi imaginación y emociones van explorando, entonces, voy a escribirlas, las plasmo en el texto y las comparto a través de la literatura, como novela, cuento, ensayo o poema. Es lo que percibo de los libros, del entorno y de mí mismo.

También tendría que hacer otra reflexión: ¿por qué leo? ¿Cuál es la causa primigenia? Adicionalmente, ¿cuál es la emoción o motivación que está detrás? Creo que aquí hay una actitud personal, que lleva a eso, porque si no entrás a la literatura, si no entrás a leer no vas a descubrir que podés divertirte, no vas a descubrir que podés imaginar, aprender, crear y vivir, entonces, tiene que haber algo que te impulse, que te mueva, que te lleve a eso.

Y en mí caso creo (y es lo que logro percibir a partir de otras experiencias que asimilo), es que leo por curiosidad.  La lectura es como la oportunidad de escarbar una caja llena de cosas raras, cosas nuevas y viejas, extrañas, interesantes; uno abre el cajón para sacar cada cosa, cada cuestión que está dentro, y el libro, la literatura, el texto, tienen montón de asuntos guardados en esas páginas, y entonces la curiosidad lleva a buscar y buscar en esas páginas. La curiosidad nos puede mover; si no hay curiosidad nos quedamos inmóviles, sin prestar atención a lo que nos rodea; necesitamos activar todos los sentidos: la vista, los oídos, el tacto, los sensores humanos físicos y emocionales que nos conectan al entorno.

La curiosidad lleva a leer, lleva a observar, a prestar atención a un árbol, a una rama, a un pájaro que vuela, a la tierra, a las hormigas que caminan en hilera, a la gente que pasa por el andén, a los buses y taxis en las calles, a las casas, a la decoración, a una sala, a un cuadro, a las personas y circunstancias, a eso lleva la curiosidad, a observar el entorno, escuchar música, el sonido del viento, el de las aves, el del agua y del bosque que es diferente al sonido urbano, al campo, el sonido que se encontramos en la sala, es decir, la voz de las personas con las cuales nos relacionamos, las conocidas y extrañas, esa diferenciación de sonidos, todo eso; atender “los sonidos del silencio”, comprender el entorno natural, y humano, esa capacidad, ese interés lo permite la curiosidad. Es como un sensor motivacional fundamental, la curiosidad para observar el entorno y leer, para transformarlo en literatura.

Ese es mi planteamiento fundamental de ¿por qué leer? Cada persona puede tener motivaciones particulares, lo importante es que cada quien sea capaz de interpretarlas. Con frecuencia los jóvenes estudiantes leen porque el maestro les mandó a leer. Eso es común o normal en el sistema educativo dominante: cuando cursaba primaria y secundaria, mandaban a leer textos y responder una guía o escribir un resumen. Era una obligación inicial que aprendí a cumplir con placer. Lo que se hace por incómoda obligación resultará insatisfactorio. Descubrí y recorrí un camino para encontrar divertida la lectura y superé hacerlo por imposición, eliminé la carga de lo incómodo y me quedé con el placer de leer, independiente que el profesor haya mandado la lectura. Hacer cualquier cosa (oficio o tarea) por placer, trabajo, pintar, escuchar música, caminar y comer para disfrutar, hace la diferencia, es decir, entre la obligación y el placer de hacer hay una diferencia fundamental que nos aproxima para ser feliz.

Ello hará la diferencia mental, emocional y personal. Hace la diferencia en la calidad de vida. Aquel que lee por obligación seguro su lectura será mala y tediosa, insuficiente, no va a descubrir los valores, las virtudes y la grandeza del texto. Aquel que lee por placer, por el sabor que tiene la lectura, con ganas de hacerlo, independiente de la obligación que alguien impuso, ese va a sentir la diferencia: motivación, aprendizaje y satisfacción.

¡Muchas gracias!

(INVITACIÓN Taller gratuita de literatura creativa, aprovecha e inscríbete, entra al link:

https://event.webinarjam.com/register/2/okzg4bm)

TAGS
RELATED POSTS
FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

Buscar