CERTEZAS ANTE INCOHERENCIAS Y DESACIERTOS
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CERTEZAS ANTE INCOHERENCIAS Y DESACIERTOS

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July 12, 2021

“La felicidad es la más alta forma de salud”

Dalai Lama.

“Lo único seguro es que el sistema inmunitario acabará ganando”

Margarita del Val (viróloga, Madrid).

La OMS después de considerar que la enfermedad causada por el coronavirus (COVID-19) se generalizaba en el mundo la calificó de pandemia (11.03.2020). A raíz del impreciso hallazgo fueron promovidas las más inciertas y extremas decisiones por las naciones, organizaciones y grupos sociales en medio del riesgo real y supuesto que desató el virus del miedo que paralizó y aisló conllevando a una profunda fractura de la vida humana y profundos desajustes socioeconómicos globales y locales con aún impredecibles consecuencias para el desarrollo humano integral y la salud física y socioemocional de las poblaciones.

 

Desde el debate cotidiano de múltiples dudas y ciertas certezas que cada quien hace consigo mismo y con otros, en silencio y en voz alta, lo que diversas fuentes científicas con sensatez confirman, comparto veinte preguntas:

  1. ¿Tiene la pandemia de esta enfermedad que provoca el virus -insuficientemente conocido-, después de dieciocho meses, fecha de finalización?

– No.

  1. ¿Tiene este virus similitud clínica al de la influenza o gripe y se confunde también por el comportamiento cíclico o estacional al presentarse con mayor intensidad en temporadas frías y húmedas?

– Si.

  1. ¿Es la vacuna garantía de inmunidad para no contagiarse?

– No.

  1. ¿Fueron las vacunas en uso suficientemente probadas en su efectividad, duración y contraindicaciones?

-No. Faltó tiempo ante la premura de la emergencia, ¿podríamos decir que son aún experimentales?

  1. ¿Son la mascarilla, el lavado de manos, el uso de alcohol, eficaces para evitar el contagio?

– No.

  1. Mascarilla, lavado de manos y vacuna, ¿podrían contribuir en la prevención?

– Si.

  1. ¿Confinar, aislar, paralizar y “distanciamiento social” traen más graves consecuencias que la prevención posible?

– Si.

  1. ¿Son, las medidas anteriores, el único y más efectivo mecanismo preventivo para impedir propagación?

– No.

  1. Personas mayores, con padecimientos crónicos y sistema inmunológico deprimido ¿son más vulnerables a efectos graves y letales de la enfermedad?

– Si.

  1. El miedo que aterroriza, el aislamiento que deprime, la ansiedad que angustia, las emociones negativas que contaminan e incrementan el estrés ¿deprimen el sistema inmunológico?

– Si.

  1. ¿Es el sistema inmune un efectivo proceso biológico de defensa natural compuesto por una compleja red de células, tejidos y órganos que producen ciertas sustancias para ayudar al organismo a combatir infecciones y otras enfermedades?

-Si.

  1. ¿Fortalecer el sistema inmune es lo más efectivo ante este y cualquier invasor interno o extraño, contra enfermedades provocadas por bacterias y virus del entorno?

– Si.

  1. ¿La salud es equilibrio físico, emocional y mental del individuo en la sociedad en la que interactúa?

– Si.

  1. Publicidad y mensajes fatalista que infunden terror, ansiedad, y medidas extremas de aislamiento o encierro, contradictorias a la naturaleza social del ser humano, ¿alimentan y agravan los desequilibrios individuales y colectivos?

– Si.

  1. ¿Es el abordaje publicitario, clínico y farmacéutico principalmente reactivo para incidir sobre la sintomatología más que a la causalidad?

– Si.

  1. ¿Somos lo que comemos, bebemos y hacemos?

– Si. Dice el sabio médico griego Hipócrates: “Que la comida sea tu medicina y que la medicina sea su comida”.

  1. Alimentación sana, natural y balanceada, tomar agua suficiente y rutina física no sedentaria ¿fortalecen el sistema inmunológico y el equilibrio humano para la salud?

– Si.

  1. Los virus y bacterias coexisten con la vida, ¿contribuyen a desarrollar el sistema inmunológico y la evolución humana?

– Si.

  1. ¿Son el sistema de salud preventivo, información y educación para una vida saludable, equidad social, higiene personal y colectiva, solidaridad humana, medidas socio institucionales más inteligentes y sostenibles frente a las pandemias de ayer, ahora y siempre?

– Si.

  1. ¿Se sabe si este virus es mutante, cuánto tiempo conviviremos con él y cuánto dura la “inmunidad relativa” por la vacuna?

– Lo ignoran, “a ciencia cierta”, estados e instituciones de salud y científicas globales y nacionales ¡con mayor razón nosotros, simples mortales!

 

CERTEZAS ANTE INCOHERENCIAS Y DESACIERTOSLa impredecible pandemia ha causado, y sigue causando, dolor, duelo y angustia en el mundo, por el problema en sí y la manera incierta de abordarlo a nivel global –salvo algunas excepciones, Nicaragua, por ejemplo- que quizás lo empeora. ¿Cuántas víctimas fueron por consecuencia del miedo, la ansiedad y la soledad que deprimió el sistema inmune del paciente incapacitándolo para defenderse y adaptarse ante el agente extraño?  ¿Cuántos fallecieron por la errada y experimental manera de tratar el problema?

 

Diversos organismos de Naciones Unidas señalan que la población mundial que vive por debajo de la línea de pobreza se incrementó 2020 en más de un tercio por consecuencia de la pandemia, hay 207 millones más de pobres, sobre todo en los países menos desarrollados que son los que tienen limitados medios financieros e institucionales para responder a ese tipo de emergencias. Dicen que las secuelas socioeconómicas se prolongarán al menos por diez años. ¿Qué nuevas tensiones y conflictos sociales se suman a los existentes? ¿Cuánta ansiedad, desesperanza, tristeza, infelicidad, escases, pobreza, desigualdad, deterioro y nuevos padecimientos psicoemocionales se agregan al estrés colectivo por este asunto?

 

Los sistemas de salud abocados a la nueva enfermedad postergaron la atención de los otros padecimientos de millones de pacientes, fueron interrumpidos los procesos educativos, culturales, sociales y laborales, el sector informal, los trabajadores por cuenta propia y numerosos pequeños y medianos negocios fueron severamente afectados, quebraron o engrosaron la desocupación, fue lesionada la vida cotidiana, laboral, social, comunitaria y familiar…

 

¿Qué hubiera pasado si los miles de millones de dólares destinados a la incierta y traumática manera de comunicar, abordar y actuar sobre este fenómeno sanitario se hubieran destinado para informar, educar, crear hábitos, prácticas y capacidades en personas, comunidades, instituciones y naciones para una cultura de salud preventiva, un estilo de vida saludable, actividad física, mental y emocional para superar el estrés, cultura solidaria y responsable para atender a la población vulnerable, terapias y tratamientos alternativos no invasivos para fortalecer el sistema inmune que es el instrumento más efectivo con el que contamos para protegernos de este y cualquier otro riesgo infeccioso? ¿Por qué no se hizo? ¿Qué sabemos y qué es lo que apenas sospechamos? Es precisamente el abordaje y la atención a los mecanismos que fortalezcan el inteligente sistema inmunológico individual y colectivo que nos defiende, la gran omisión e incoherencia inexplicable para enfrentar esta crisis sanitaria que aqueja al mundo.

 

Educar y educarnos, superar el egoísmo y la exclusión, cuidarse y cuidarnos con responsabilidad, pero sin ser prisioneros del pánico contagioso, ni condenarnos a la inactividad y la soledad que deprime, asumir medidas de higiene y prevención personal y social sin olvidar que lo más importante y efectivo en realidad es vigorizar el sistema inmunitario.  El camino para lograrlo, como hábito cotidiano, es una nueva cultura de salud preventiva y solidaria, que incluye alimentación, actividad física, administrar el estrés, fomentar la serenidad, la convivencia familiar y comunitaria sana, asumir que solo el amor salva, sana y todo lo puede, es el certero camino de la paz y la salud individual y colectiva sostenible. Aprendamos a convivir con esta realidad redimensionándola en su adecuada magnitud para superarla, con serena preocupación, sin los caóticos dramas a los que lleva la desinformación, la manipulación y la especulación tendenciosa.

 

Salud y paz.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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