Despliegue de la ocupación: febrero 1927 Antesala de la traición y de la lucha antiimperialista de Sandino (Parte 1)
En el aniversario 89 de Augusto C. Sandino
“el guerrero más querido de América”,
“cimiento de la conciencia social y política de Nicaragua”.
(Salvador Calderón Ramírez).
Managua, 21 de febrero de 2023.
En agosto de 1925, después de trece años de ocupación militar desde 1912 -cuando Benjamín Zeledón se inmola con heroico patriotismo instaurando el principio soberano de la lucha antiimperialista-, los marinos norteamericanos desalojaron temporalmente el territorio nacional. Sin embargo, dos buques norteamericanos, el Denver, en Corinto y el Tulsa, en Bluefields, permanecieron amenazantes en las costas nicaragüenses. A fines de 1926 se inició un nuevo capítulo de la intervención militar. El 23 de diciembre de los barcos Cleveland y Denver desembarcaron tropas en Puerto Cabezas para defender los intereses americanos y proteger a sus ciudadanos ante el estallido de la guerra constitucionalista que lideraban los liberales José María Moncada (como jefe del ejército) y Juan Bautista Sacasa (vicepresidente destituido) en contra del Lomazo de los conservadores de Emiliano Chamorro que propinó el golpe de estado al presidente constitucional Carlos Solórzano.
El presidente de EE.UU. Calvin Coolidge en mensaje al Congreso el 10 de enero de 1927, en abierta continuidad de la doctrina Monroe, justificaba la invasión diciendo que “Estados Unidos se halla en una peculiar posición de responsabilidad en América Central, debido a la eventual posibilidad de construir un canal a través de Nicaragua, a nuestros intereses en el canal de Panamá y a nuestras inversiones financiera en la región. Si bien Estados Unidos no desea intervenir en los asuntos internos de los países centroamericanos, jamás podremos permanecer indiferentes ante los acontecimientos que se desarrollen allí en posible perjuicio a nuestros intereses. Cualquier amenaza a la estabilidad de Nicaragua será vista con preocupación y podría resultar en la adopción de medidas necesarias, destinadas a proteger las vidas y las propiedades de los ciudadanos americanos”.
A febrero de 1927 las tropas americanas en Nicaragua ascendían a unos cinco mil hombres, entre oficiales y soldados, con quince buques de guerra (New York Time, 22.02.1927; State Department Release, 21.02.1927), y seis medios aéreos (cuatro por llegar), instalando la mayor cantidad de fuerzas extranjeras desplegadas durante el prolongado período de la ocupación militar de casi veinte años, desde el 4 de agosto de 1912 hasta el 2 de enero de 1933.
Durante ese mes se efectuó el mayor despliegue militar americano en el territorio nacional para ocupar las plazas más importantes, los puertos y las rutas del ferrocarril. Ese desplazamiento, observado desde la crónica periodística de uno de los diarios de Managua, Diario El Comercio, de tendencia liberal, evidencia la actitud sumisa y cómplice frente a la ocupación en la conducta de liberales y conservadores, una vergonzosa actitud de reverencia que se agrega al temor ante la supremacía militar extranjera, pero también el rechazo valiente de algunos patriotas frente a la penosa condición de intromisión y humillación.
El contraalmirante Julián E. Latimer, fue designado para comandar el Servicio de la Marina de Guerra estadounidense en Nicaragua. Al frente de la Legación Americana estaban Mr. Charles C. Eberbardt y su secretario Mr. Lawrence Dennis. En los dos primeros recaía la ejecución de la estrategia militar y política de expansión y control en Nicaragua.
Esta sorprendente fuerza militar agregada a la sumisa dependencia política local al invasor, pretendía asegurar el control geopolítico hegemónico y someter las voluntades nacionales a los intereses americanos. El Departamento de Estado esgrimió de manera antojadiza, en la tirantez de las relaciones con México, la amenaza bolchevique y comunista que se cernía en la región por la Revolución Mexicana y la injerencia militar y política del presidente Plutarco Elías Calles. Todo ello llevó a que, por un lado los americanos se complacieran en instalar en la presidencia a Adolfo Díaz, y condicionar a Moncada, -incluso a pesar de la inicial oposición de Sacasa-, para que cediera en entregar las armas y traicionar la causa constitucionalista al firmar con Henry L. Stimson, delegado de Coolidge, el Pacto del Espino Negro el 4 de mayo de 1927 y empujó, a uno de los generales del Ejército Constitucionalista que operaba en las Segovias, Augusto Sandino, a iniciar, en un acto de rebeldía y dignidad patriótica, la Guerra Antiimperialista (mayo 1927 – febrero 1933), frente a la insoportable actitud de ambición oportunista y entreguista que permite atropellar la independencia y entregar la soberanía. En el manifiesto de San Albino (01.07.27) proclama con entereza, en el proceso de evolución de su pensamiento y práctica política: “La revolución liberal está en pie. Hay quienes no han traicionado, quienes no claudicaron ni vendieron sus rifles para satisfacer la ambición de Moncada. Está en pie y hoy más que nunca fortalecida, porque solo quedan en ella elementos de valor y abnegación”.
Resumen de las crónicas de la invasión en febrero 1927:
- El contralmirante Latimer arribó a Corinto en el Milwaukee el 19 de febrero de 1927. Fue recibido por el ministro americano Mr. Eberbardt. Reporte de Washington indica que además de los marinos que están a bordo del Trenton, otros doscientos marinos de San Diego y doscientos de la Isla Barris de Carolina del Sur, serán enviados de Guantánamo a Nicaragua. Desde Panamá comentan que el retorno de Latimar, por órdenes del Departamento de Estado, será definitivo para restablecer la paz. El ministro de Relaciones Exteriores de Adolfo Díaz, Dr. Carlos Cuadra Pasos, informó que el contralmirante “permanecerá en aguas de Corinto por tiempo indeterminado”. El 21 llegó a bordo del Trenton el almirante Willard para colaborar en la obra de pacificación con Latimer. El 22 partió el buque de guerra Galveston que estuvo algún tiempo en aguas de Corinto.
- Los marinos americanos llegaron en tren especial a Chinandega y León, en esta última ocuparán la Universidad, el Hospital, el puente Colorado y la jabonería de los señores Robelo. El jefe de Chinandega será el comandante C. M. Austin y el segundo, el capitán F. B. Warder, en León asumió el capitán Smith. Los marinos, alojados en casas de campaña, ocupan la estación y la salida a Corinto.
- La batalla de Chinandega del 6 al 18 de febrero, una de las más encarnecidas de la guerra constitucionalista, trajo trágicas consecuencias humanas y materiales para la población civil, provocó el incendio de las 14 manzanas que destruyó el centro y el primer bombardeo aéreo ejecutado por los pilotos americanos Lee Mason y William Brooks que lanzaron tres bombas en apoyo a las fuerzas conservadores gubernamentales que, aunque fueron reducidos a un espacio limitado, no pudieron ser desalojados por los revolucionarios liberales. Para el jefe de las tropas rebeldes Gral. Francisco Paragón, no fue una derrota sino una retirada (El Comercio, 18.05.27).
- Fueron enviados doscientos marinos a Masaya y otros doscientos a Granada. El ministro de Relaciones Exteriores viaja a Granada para escoger el lugar en donde se alojarán los marinos, posiblemente sea en el Seminario. Finalmente fueron instalados en la fortaleza La Pólvora, en la estación del ferrocarril y en la bodega del muelle. También será ocupada Carazo y Matagalpa con cuatrocientos americanos. En Managua habrá no menos de mil y desde allí pasarán a los otros lugares. Para reforzar el destacamento de León fueron enviados desde Managua ciento cuarenta y cinco marinos. Según Mr. Dennis, en León y Chinandega hay unos 400 americanos en cada ciudad. Se dice que han desembarcado en el Pacífico y el Atlántico tres mil cuatrocientos marinos, de los cuales dos mil setecientos están en la región del Pacífico.
- El 21 de febrero desembarcaron en Corinto mil marinos más, el capitán Woodward es el jefe de las fuerzas americanas. Latimer afirma que se espera la llegada de nuevos contingentes. El Dr. Cuadra Pasos informó que las tropas americanas ocuparon Paso Caballos, Chichigalpa y La Paz Centro. El Dr. Horacio Argüello Bolaños, secretario de la Comandancia General indicó que el 25 desembarcarán en Corinto seiscientos marinos que engrosarán las fuerzas para la pacificación y posiblemente vayan para Masaya, Granada y Carazo. El 6 de marzo llegará un contingente de mil seiscientos marinos. Vendrá el barco Henderson que salió de Filadelfia con más tropas. El 25 llegaron a Managua, en tren especial, procedentes del Milwaukee, ochenta marinos para reforzar la capital. El 24 arribaron seiscientos marinos que serán distribuidos en Managua y otras poblaciones. Irán destacamentos a Rivas, Chontales y otras localidades. Nicaragüense
- El ministro americano llegó al Campo de Marte donde se reunió durante varias horas por el presidente Adolfo Díaz. Se comenta de pláticas para un nuevo tratado de las relaciones entre EE.UU. y Nicaragua a fin de garantizar la paz. El Washington Post (23 febrero) hace “laudables comentarios con respecto a las nuevas medidas de pacificación desplegadas por el Departamento de Estado”. El periódico “Liberty” de New York refiere en editorial “la antorcha desastrosa bolchevique de Calles en Nicaragua”, reconoce como “formidable la resistencia de los conservadores”, afirma que “está seguro que los Estados Unidos no consentirá nunca el comunismo en América”. Díaz concurrirá al Congreso Nacional para exponer la política desarrollada con relación a Estados Unidos.
- A las 6 de la mañana del 23 de febrero fue ocupada por los marines la fortaleza de Tiscapa: fue arriado el pabellón de Nicaragua e izada la bandera de Estados Unidos. La fortaleza fue entregada al jefe americano por el coronel Gilberto Avilés con todos los honores. Los ocupantes son de la artillería e instalaron cañones y ametralladoras, disponen de seis aviones y recibirán cuatro más.
- El 22 Latimer –El Comercio escribe: “presentamos nuestro saludo a tan distinguido personaje”- visitó Chinandega, inspeccionó los campamentos de las fuerzas americanas y las ruinas por el incendio. Fue recibido por el general Diego Vargas y su Estado Mayor. En compañía de sus oficiales, visitó León, en donde fue saludado por el Gral. José Francisco Sáenz, el Dr. Rafael Ayón y don Joaquín Palma, se hospedó en el hotel Metropolitano. El contralmirante decidió enviar a los rebeldes de Occidente una declaración que puso del conocimiento del presidente Díaz. Visitó los campamentos de la Universidad, Instituto, Hospital, salida a Poneloya y Chilamate. Estando en esta ciudad celebró el natalicio “del gran patricio norteamericano Jorge Washington” por lo que pidió una botella de champagne para brindar junto a los oficiales que le acompañaban y los nicaragüenses que lo recibían.
- El gobierno imprimió una declaración de zona neutral desde Corinto a Managua que será regada por los aviones nacionales (dispone de tres). El documento, firmado por el capitán de navío y jefe de las Fuerzas Navales de los Estados Unidos desembarcados en la Costa del Pacífico de Nicaragua, C. H. Woodward, indica que “no permitirán ningún combate dos mil yardas alrededor de la línea férrea, ni alrededor de las ciudades de Corinto, Chinandega, León y Managua…”.
- Comisión liberal con un oficial norteamericano buscarán al Gral. Moncada, -está en Matiguas con los suyos; se dice que se mueve hacia San Pedro del Norte-, para persuadirlo de lo infructuoso de la lucha que ha emprendido y que no tiene ninguna esperanza de éxito ante la arrolladora presencia militar americana. Otra comisión irá al cerro Telica para buscar al rebelde Francisco Sequeira “Cabulla” para notificarle de la decisión comunicada por el capitán Woodward.
Principales fuentes bibliográficas
- Arellano, Jorge Eduardo. (2004). La Pax Americana en Nicaragua (1910 – 1912). Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, Fondo Editorial CIRA, septiembre 2004. Managua, Nicaragua.
- Bautista Lara, Francisco Javier. franciscobautista.com https://franciscobautista.com/2023/02/15/chinandega-ciudad-martir-incendio-y-bombardeo-de-febrero-de-1927/
- Ciarniello, Nicolás. (2013). Nicaragua y el intervencionismo norteamericano (1820-1930). La lucha de Cesar Augusto Sandino. Buenos Aires, Argentina.
- Diario El Comercio: (fuente: Colecciones Digitales del IHNCA-UCA, Managua).
No. 8703, domingo 20 de febrero de 1927;
No. 8704, martes 22 de febrero de 1927;
No. 8705, miércoles 23 de febrero de 1927;
No. 8706, jueves 24 de febrero de 1927;
No. 8767, miércoles 18 de mayo de 1927;
- franciscobautista.com
- Otras fuentes