EVASIONES:  Rendija
Poemas

EVASIONES: Rendija

on
August 2, 2011

Al despertar, en una mañana de marzo,
de frescura seca y calidez cotidiana,
cuando el día apenas comienza a mostrar su primera claridad,
me doy cuenta que vivo una vez más.

Alzo la vista al cielo despejado que nos encierra y expande,
diviso el firmamento próximo
plagado de pequeños luceros,
agujeros que se cierran o comienzan a extinguirse
en el techo extenso de sombras tímidas e indecisas.

El resplandor de la luna con su globo oscuro,
tiene un brillante aro en su costado,
al lado, en el espacio cercano, hacia la derecha y arriba,
un lucero brilla, brota de su centro minúsculo y profundo,
el centelleo ardiente de una luz blanca y certera.

En los días siguientes, cuando vuelven los amaneceres,
las distancias de los astros y su esplendor se alejan,
se verá distinta, sobre el extremo opuesto,
cruzando la trayectoria cambiante que traza;
nada es igual después ni arriba en la inmensidad imprecisa,
ni aquí en la proximidad olvidada,
se confunde lo igual con lo distinto,
nada separa lo uno de lo otro.
Estoy en el refugio de las cosas nuestras,
siento a lo lejos un espacio que parece conocido,
al Este, entre los árboles frondosos del fondo que tapan la vista,
en donde mis ojos ya no pueden comprobar los colores y formas,
donde el redondel de la tierra se confunde en el horizonte,
un resonar de escondidos pájaros acompaña revoloteando
el brote luminoso, naranja oscuro, amarillo claro,
parece que se oculta y se revela imponente,
de prisa comienza a cubrirlo todo,
el rostro de la luna se extingue,
su silueta va quedando tenue…,
el brillo de la estrella se esfuma,
queda exhausta, hasta donde no la vemos,
la vida vuelve, sobre la marcha se levanta,
bajo la reluciente luminosidad que le acompaña,
todo lo tapa y parece maliciosa oculta.

Soy de aquí y también de allá, talvez de ninguna parte,
estando por estos lados tangibles
a veces me siento suelto y casi atado, como colgado
de un globo o jalado por una estrella
en donde viajo, de donde vengo,
por donde surco las distancias,
que no son nada, que nunca fueron,
por donde exploro mis interiores,
mis dimensiones, mis sensaciones,
coexistiendo inexplicables e ignoradas,
pero ciertas como lo eran, como lo son.

Una ranura de resplandor lunar por donde se filtra
la luz eterna, una rendija del rayo estelar,
por donde apenas, quizás podemos,
extender un cable para subir, y asomarnos al otro lado
del telón inmenso, a través de esas fisuras;
estirar la mano hacia arriba subidos en la mayor altura,
con una escalera que se prolongue
y una larga vara para acercarse y empujar.

¡Tanto brillo desparramado!
¡Tanto inalcanzable destello!
Debe velar, al otro lado, una luz que quema y ciega,
una sombra inmensa que lo cubre todo,
lo que sabemos, lo que creemos, lo que guardamos,
la inmensidad ignorada, que ni mencionar podemos,
solo deshaciendo lo establecido, rompiéndolo,
podremos comprender o simplemente intuirlo,
sin descifrar cómo, sin decirlo de ninguna manera,
sin necesidad de hacerlo inútilmente,
lo que soy, lo que somos, de dónde venimos,
de qué sustancias somos hechos
en donde nada se extingue siempre,
¿Adónde vamos, en dónde estamos,
hacia dónde nos dirigimos?

TAGS
RELATED POSTS
FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

Buscar