Literatura Social

MÚSICA PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIA

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August 24, 2011

El Salvador es el país con una de las mayores tasas de homicidio del planeta, la más alta de Centroamérica en esta nuestra América Latina que resulta la región que tiene dos características persistentes y nada afortunadas: tasas delictivas altas y niveles de desigualdad persistentes, por encima de las cifras que a nivel mundial se observan. Esta lamentable situación requiere salidas complejas pero posibles, como decía el Informe de Desarrollo Humano para Centroamérica 2009 – 2010 (PNUD): “ni mano dura, ni mano blanda, sino mano inteligente”. Comentaba con razón el apreciado y reconocido poeta y escritor salvadoreño Manlio Argueta que la cultura, la literatura, la poesía, el arte, podían ser la fuente para recuperar una nueva actitud cívica que permita reconstruir la convivencia y reducir la violencia.  La violencia es multicausal, se transmite y deforma al ser humano en una sociedad que privilegia el consumo, con los remanentes del conflicto armado, la desigualdad no resuelta, el desarraigo y la pérdida de identidad lleva al descuido de los valores humanos y espirituales.

MÚSICA PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIAEl maestro en la ejecución del violín, miembro de la Orquesta Sinfónica de El Salvador, hábil artesano en la reparación y ajuste de instrumentos de cuerda, Mauricio Benjamín Solís, ha unido a setenta músicos en una iniciativa que llama “Orquesta Sinfónica Cristiana”, como una “inquietud cuyo único propósito es exaltar el Nombre de Dios”.  Las obras que ejecutarán “serán inspiradas en Su Palabra para impactar en la vida de las personas y llevarlas al conocimiento y relación con Dios”.

El numeroso grupo lo integran músicos académicos, jóvenes, adultos e incluso familias completas, quienes asumiendo sus propios costos e iniciando casi sin ningún apoyo, asumen el compromiso de ejecutar juntos sus instrumentos y compartir. Dicen incorporarán voces y otras disciplinas del arte en sus conciertos para que la Orquesta sea reconocida por su desempeño musical y espiritual, contribuyendo así a una nueva cultura de paz y convivencia en el país. Sus melodías serán como una plegaria que se alza, desde los pies bien puestos sobre la tierra, hacia el firmamento, en un terreno fértil que tiene la necesaria soledad del desierto para escuchar con claridad los sonidos que, con el viento, nos acercan.

Después de sus primeras presentaciones (27 y 28 de agosto 2011), planean tener una serie de conciertos en iglesias y plazas y quizás, posteriormente, proyectarse internacionalmente con la ayuda de algunos patrocinadores a partir del 2012.

La música sensibiliza el alma, es poderosa, entra por los oídos y hace vibrar con armonía al cuerpo. “Muchos sectores del país no han tenido suficiente acceso a la buena música. A través de ella se les puede hacer llegar la Palabra y los sonidos del cielo, descubrir nuevos talentos y rescatar a jóvenes del riesgo de caer en las drogas y la violencia”. La música puede ayudar a modificar la conducta y el pensamiento de las personas, puede ser un vehículo de transmisión de un mensaje de amor, paz y templanza, su práctica puede ayudar a construir una mejor sociedad.

Mauricio Solís en El Salvador, al igual que Ramón Rodríguez en Nicaragua, son dos músicos comprometidos desde su niñez, entusiastas en su oficio, que más que una ocupación, resulta para ellos una vocación, a la que se dedican con plenitud y de la que esperan a través del mensaje que transmiten en las cuerdas y los instrumentos de viento que ejecutan con maestría, cultivar, ayudar a renacer, haciendo vibrar entre los jóvenes y los adultos, los más nobles sentimientos.

MÚSICA PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIAUna orquesta es un grupo que se junta y logra articularse, su ejecución musical requiere armonía e integración, los diversos sonidos se entrelazan en tiempos y tonos distintos y armónicos, es en sí misma una lección para la convivencia social. Los sonidos que entran por los oídos tienen la precisión fascinante de las matemáticas, son condición del lenguaje, espíritu, comunicación, equilibrio, cruzan por los oídos, penetran por las vertientes del cuerpo y se hacen movimiento, pensamiento y creación.

La música adecuada, serena, meticulosamente elaborada, da la oportunidad de escuchar el interior de cada uno y rescatar la sensibilidad exhausta en el bullicio contemporáneo. Como escribió Hermann Hess en “El lobo estepario”: “la música es lo único que le permitía a su parte humana cruzar los cielos y ver a Dios.

Los jóvenes requieren oportunidades. La violencia escolar puede reducirse cuando se cultivan, más allá de la tecnología material, impersonal y distante, valores humanos. La poesía y la música, la formación humanista que mueva a la solidaridad y al compromiso, cultiva la responsabilidad, desde cada aula y escuela pueden ser complementos necesarios para la formación integral.

Ojala que esta iniciativa que implica un gran esfuerzo, en el entendido que, como dice el refrán chino, “un largo camino comienza con un paso breve”,  siga adelante, tenga la acogida de la gente, el apoyo de quienes pueden y están obligados a hacerlo, logre penetrar en las inquietudes juveniles, llenar de multitudes las plazas públicas, al igual que el mensaje de Platón en Atenas y los auditorios de institutos e instituciones, los amplios salones de las iglesias, quienes abran los oídos para escuchar, a través de la música un mensaje sonoro y de esperanza, que ayude a transformar.  Esperamos también, que, a través de la musicalidad poética de las palabras, los niños, niñas y jóvenes, encuentren una salida a sus inquietudes y una fuente de convivencia pacífica por el bien de todos, que es el bien común, que es el orden justo, por el legítimo derecho de las personas a vivir y crecer.

El Salvador, cuyo nombre está lleno de significado y trascendencia, merece una oportunidad para vivir en paz. La música, la poesía, pueden ayudar a construir esa urgente e impostergable necesidad.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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