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Salud personal y social

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February 26, 2017

La manifestación equivalente a la salud personal integral, física y psíquica, es, en el ámbito social, la seguridad ciudadana en sentido amplio. Podemos suponer que una sociedad está sana, si en la convivencia e interacción comunitaria, hay menor riesgo, mayor confianza, más tranquilidad, es decir, se respeta al otro, no se violenta la vida, la propiedad ni los derechos del otro, hay capacidad para convivir e interactuar, lograr propósitos comunes. Seguridad ciudadana es salud social; lo contrario, inseguridad y violencia, es enfermedad, descomposición social. Entre esos extremos están las distintas realidades nacionales y locales, que gozan de menor o mayor salud.

Hay algunos paradigmas que romper tanto en lo relativo a la salud personal como social, sobre sus causas y la manera de abordar el problema ante sus malestares y efectos.

Por un lado, pregunto, ¿cómo preservar la salud personal? Parece sencillo. Lo resumo en cuatro puntos:

1) Cuidar lo que comemos y bebemos.

2) Cuidar lo que pensamos y sentimos.

3) Cuidar lo que hacemos, evitar el sedentarismo, dañarnos y dañar a otros.

4) Administrar el estrés, creciente mal contemporáneo del mundo agitado ante el que nos sentimos impotentes, ahogados, en el entorno cambiante, frente a problemas personales, familiares, laborales y de distinta naturaleza (políticos, económicos, sociales).

Busquemos el equilibrio entre descanso y trabajo, entre lo privado y público, entre lo espiritual, social y natural. Equidad y balance, tolerancia y responsabilidad, paciencia y solidaridad, evitar la complicación inútil, recurramos a la simplicidad.

Salud personal y socialDe lo anterior, pregunto, ¿cómo preservar la salud social, es decir la seguridad ciudadana, una  expresión más visibles? En esencia podemos derivar las propuestas del párrafo anterior. En primer lugar si las personas de una comunidad son saludables –en sentido amplio-, no están enfermas, la sociedad en general estará sana, será saludable. Deduzcamos:

1) Cuidemos que todos se alimenten y tengan condiciones dignas para vivir.

2) Promovamos espacios para respetar y cultivar el pensamiento y sentimiento sano, libertad y responsabilidad, sentido de pertenencia e identidad.

3) Espacios para trabajar y construir, evitar la vagancia y las condiciones de exclusión.

4) Evitemos el estrés social, habilitemos ciudades con espacios sanos, limpios y comunes, con mercados y tráfico ordenado, con normas de convivencia, cultura cívica en vecindarios y vía pública.

Equilibrio social es equidad, tolerancia, solidaridad, compromiso. Es salud social. Intolerancia, inequidad, exclusión, destrucción del medio ambiente, violencia, delincuencia, guerra, son manifestaciones de enfermedad social que tienen causas históricas y actuales, son un círculo vicioso de enfermedad y daño.

Cuando la salud personal se deteriora recuperemos el equilibrio, articulemos la lógica natural y espiritual que nos conforma. Evitemos intoxicarnos con químicos y terapias invasivas diversas que, sin incidir en las causas, bombardea los efectos y a fin de cuenta, destruye y reduce las posibilidades de vivir, la capacidad de restaurarse.

Cuando la salud social se deteriora evitemos responder solo a los efectos, con políticas de “mano dura”, más policías en las calles, más cárceles, mas hacinamiento en las prisiones, desalojando a los vulnerables para excluirlos más, criminalizando a los pobres con “tolerancia cero”, se expande la coerción y acrecientan operativos policiales y el espectáculo amarillista de los medios de comunicación que atemoriza e incrementa el resentimiento, en calles y cárceles, proliferan las leyes para penalizar y condenar.

Ha veces la enfermedad es más grave y a veces menos. Cuidemos la salud personal y social con responsabilidad. Es en esencia el fin único del Estado, el bien común. Es la base de la felicidad personal, contribuye al propósito de nuestra existencia. La salud es el bien más preciado, sin salud nada podemos. Al perderla, recuperémosla con sentido común y simple, sin intoxicarnos ni agravarla.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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