Cultura de paz: tolerancia, respetar derechos, solución pacífica de conflictos y “palabra impecable”  

Cultura Reflexiones Social
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October 26, 2018

Entrevista de Libeth González (Radio La Primerísima) a Francisco Bautista Lara, 25.10.18

 

 

Pregunta: Con toda esta situación, para construir una cultura de paz, ¿qué se puede hacer para empezar a construirla?

Responde: Mire, la cultura de la paz es un proceso largo, social, educativo, de los medios de comunicación, de la política económica, social, cultural, etc., familiar. Es un proceso en el que se puede trabajar en el largo plazo, la cultura de la paz es generar la actitud de comportarse de la manera cívica de las personas, respetando el derecho del otro, no reaccionando con la violencia, ni con la ofensa, ni con la agresión ante las diferencias. La tolerancia, por ejemplo, frente a las diferencias es un aspecto fundamental en la cultura de la paz, el respeto a nuestras diversidades políticas, culturales, étnicas, religiosas, es fundamental para una cultura de paz. Nosotros no podemos descalificar al otro porque mar sandinista, o mar antisandinista, y denigrarlo, y quererlo aniquilar; tampoco si es cristiano o no; tampoco si es morenito o blanquito,

Hay otro factor fundamental en la cultura de paz, es el respeto a los derechos del otro. Es decir, el otro tiene los derechos y yo también tengo los derechos. Por ejemplo, yo puedo tener diferencias políticas con el otro, y quiero aspirar al poder político legítimamente, tengo derecho a hacerlo, pero tengo que usar las causas correctas para hacerlos, no puedo imponer por la fuerza, ni por la violencia mis intereses, debo Competir de manera legítima frente a eso.

La cultura de paz debe ser incorporada en los procesos de educación pública, primaria, secundaria, universitaria, debe ser incorporada como una práctica y un mensaje sistemático en los medios de comunicación social, tiene que incorporarse también en la publicidad de las empresas, la publicidad comercial de los distintos negocios. Los medios de comunicación tienen que ser muy cuidadosos con los titulares que se ponen en primera plana, en las páginas interiores, en las fotografías que se divulgan en las redes sociales y en los mensajes, porque esa es la fotografía y esos mensajes, a veces lo que cultivan es Violencia, intolerancia, agresión, etc., y eso es totalmente contradictorio con la cultura de paz. Un país para progresar, para desarrollar, necesita cultivar una cultura de paz que le permita resolver la manera pacífica, cívica, en el marco de la ley,

Pregunta: Esto es lo que hay desde los colegios, las comunidades, los barrios, etc. ¿A quién le corresponde?

Responde: A la sociedad completa, al Estado en primer lugar. El estado es siempre el primer responsable de impulsar procesos políticos de cambio; La sociedad, las empresas, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias, los particulares, las instituciones públicas y las privadas, es decir, hay que cultivar eso en todos los ámbitos. Es inadmisible, por ejemplo, lenguajes de agresión, lenguajes discriminatorios, lenguajes ofensivos de uno contra otro, eso no es una abona a la cultura de paz.

Y la palabra, cuidar la palabra es importante. Hay una expresión muy conocida, que es de la cultura Tolteca, que dice: “Palabra impecable”. Es cultura precolombina. Es decir, cuidemos las palabras, porque las palabras expresan lo que pensamos y lo que sentimos, lo que hay dentro de uno se expresa en la palabra, por lo tanto, una palabra que viene, una palabra que denigra, una palabra que descalifica, Una palabra que difunde destrucción, está reflejando lo que tenés dentro, en tu corazón y en tus pensamientos. Una palabra impecable reafirma y construye, y eso es lo que tenemos que promover, y eso es parte de la cultura de paz.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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