Diálogo para la solución de problemas

Managua, lunes 25 de febrero de 2019.
Entrevista para radio la Primerísima, Libeth González, a Francisco J. Bautista L.

Entrevistadora: Comisionado, el Presidente de la República hizo un llamado a una mesa de negociación para resolver la situación actual del país, ¿Cuáles son las condiciones en que debería desarrollarse esta negociación entre el gobierno y la oposición?

Francisco: Pienso que el llamado a una mesa de negociación para conversar es una decisión acertada, inteligente, responsable de la autoridad política y de los actores vinculados a los conflictos en Nicaragua, no solamente por estas circunstancias que estamos viviendo sino que en cualquier circunstancia, el diálogo, la conversación, la negociación, no debe ser una acción aislada, sino una práctica cotidiana, como parte de una política pública donde la solución de los conflictos se resuelva en la negociación, desde la Asamblea Nacional, hasta en espacios particulares para discutir problemas particulares, me parece que la decisión es acertada.

La buena voluntad

La primera condición fundamental es la buena voluntad. Las personas tienen que tener interés y buena voluntad para resolver y no agravar los problemas, para encontrar soluciones y no agudizar los conflictos. Nunca se sabe la buena voluntad de las personas, a veces los hechos demuestran la falta de buena voluntad porque las palabras se las puede llevar el viento. Confío que exista buena voluntad de los actores claves en esto, y aquí tenemos que reconocer que el diálogo es siempre un espacio de conversación entre dos partes fundamentalmente, y aquí tenemos, por un lado, el gobierno, la autoridad constitucional del país que tiene la máxima responsabilidad por el bien común, y por otro lado, tenemos un grupo de opositores que tienen un planteamiento político, y que estuvieron vinculados, lastimosamente, en los hechos dramáticos de violencia registrados durante el año 2018. Estos dos grupos, tienen que sentarse y discutir. Es importante la buena voluntad.

Mediadores competentes

Hay un tercer grupo importante, y es, quién va a organizar la acción mediadora, porque para dialogar tiene que haber una metodología, una agenda y un procedimiento, eso es importante. Me parece que el espacio de diálogo abierto en mayo pasado, en 2018, fracasó, en parte, porque la mediación fue incompetente en términos técnicos y en términos metodológicos, no fue capaz de articular una agenda clara, y simplemente se dispararon las emociones de manera irresponsable diría, y no se logró consensuar una salida adecuada.

Entonces, creo que un mediador idóneo, competente, metodológicamente apto, que pueda encontrar los puntos de coincidencia entre los grupos, que son a veces más de lo que uno piensa, y que también pueda encontrar las diferencias y acercar las posiciones diferentes, y en vez de confrontar, encontrar puntos de solución. No todo es posible solucionarlo, hay que ser claro en eso. No todo es solucionable en el corto plazo: hay cosas que requieren solucionarse en el mediano y largo plazo, y hay asuntos que es posible resolverlos en el corto plazo. Toda negociación debe estar dispuesta a ceder, y toda negociación debe estar dispuesta a bajar posiciones y aproximar posiciones. Nunca nadie, en un proceso de negociación, obtendrá todo lo que quiere, ni cederá todo lo que el otro quiere que uno le dé, es decir, es la realidad, tenemos que entrar en ese proceso con sensatez, así que creo que hay una apertura importante que espero que el miércoles arranque, y tengo fe y confianza en los nicaragüenses de buena voluntad, y en Dios, que este proceso no va ser frustrado y que va avanzar con éxito.

Entrevistadora: Mencionaron a la iglesia como testigo, y no como mediador.

Francisco: Claro, ese es un rol más específico. No sé quién va ser el mediador, pero eso es clave: ¿quién va a marcar la agenda y quién va a dar la palabra en un proceso de diálogo? Creo que no es competencia de la iglesia ser mediadora, no es competente la iglesia ese rol. No era competente en mayo del 2018, y creo que esa era posición el Nuncio apostólico, porque la iglesia no es la institución competente para asumir un rol de esa categoría, es excesiva la responsabilidad, pero bueno, ser testigo de un proceso de diálogo me parece que sí, y agregaría otros actores, también la iglesia evangélica, y a otros, pero bueno es decisión de las partes a quiénes ponen como testigos de sus procesos de diálogo, la mediación es clave.

Diría que los cuatro actores claves son: la parte y la parte dos que quieren resolver un problema, el equipo de mediación que va tener la capacidad de articular los consensos, y aproximar los consensos y los puntos de vista, y un equipo observador, testigo o garante que ayude a avalar y dar seguimiento a los procesos internos de diálogo. Me parece totalmente adecuado que esto no sea un show público, como lo fue antes, es decir, es una negociación privada, por ejemplo, nadie se sienta a discutir los problemas con su pareja frente al vecindario, es absurdo, tiene que hacerlo uno a uno, en un acto de responsabilidad, pero también es acertado que no sea una multitud la que participe en el diálogo. Es imposible entenderse en un grupo de cien personas donde todos quieren hablar, eso es una asamblea, no funciona así, necesitas un equipo mínimo designado que aproxime las soluciones y después someta esa propuesta a su asamblea, o a su grupo más amplio.

Creo que hay una serie de elementos que son buenos y positivos para el arranque exitoso de este proceso de negociación, de diálogo, de encuentro entre nicaragüenses.

Entrevistadora: ¿Considera usted que el presidente y la vicepresidenta deberían estar ahí?

Francisco: Cada grupo decide quienes son sus participantes, y aunque en última instancia los actores que están detrás, por ejemplo, el sector privado no va estar ahí, pero me imagino que habrá algún mecanismo donde después el Presidente y la Vicepresidenta y otros actores, líderes más importantes del sector privado, podrán sentarse y conversar sobre esos avances de los grupos técnicos, o de los grupos designados para resolver. Eso es normal, siempre hay equipos técnicos que negocian y discuten, quizás equipos superiores, de mayor jerarquía que terminan de firmar o de avalar lo que sus equipos respectivos discutieron y acordaron.

Entrevistadora: ¿Y los mediadores?

Francisco: No han anunciado mediadores, pero si a mí me preguntaran en voz alta quiénes creo que deberían de ser mediadores, pienso que deberían ser equipos relacionados a Naciones Unidas, a la Secretaría General del SICA, a los Gobiernos que han planteado buena voluntad, balanceada y no injerencista como México y Uruguay, incluso también me atrevería a sugerir equipos profesionales y técnicos del Vaticano, que también es un Estado, no solamente una iglesia, y que tiene equipos competentes que podrían contribuir. Entre esos actores pienso, podría haber profesionales con habilidades políticas, y con amplia experiencia internacional para ayudar a aproximar estos procesos de conversación.