MUJERES Y NIÑAS: MÁS VÍCTIMAS, MENOS VICTIMARIAS
Cultura Seguridad Ciudadana Social

Violencia contra las mujeres, influencia socio cultural

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March 1, 2019

Managua, lunes 25 de febrero de 2019

Entrevista de radio La Primerísima, Libeth González, a Francisco J. Bautista L.

 

Entrevistadora: Comisionado, ¿cómo valora usted esto que ha venido ocurriendo en contra de las mujeres? Hay muchos organismos que están preocupados por la muerte de ya 12 mujeres en los primeros dos meses del año, asesinadas por sus parejas, ¿qué es lo que está pasando? ¿qué es lo que hay por hacer?

 

Francisco: Aquí tenemos un problema global, nacional e internacional, vinculado a la cultura política, a la cultura social, a la cultura de convivencia que prevalece todavía a nivel mundial. En Nicaragua, en los últimos veinte años en promedio, hay entre el 10% – 12% de mujeres que son víctimas de la violencia. Si calculo el promedio de los últimos veinte años, año por año, más o menos 600 personas son víctimas de la violencia delictiva, y más o menos, unas 70 u 80 personas son mujeres.

 

De tal forma que, lamentablemente, si usted me pregunta un pronóstico para el año 2019, tendría que decirle que, si esta tendencia prevalece y, considerando particularmente los últimos tres años, en Nicaragua, serán víctimas de la violencia unas 500 personas, en total entre hombres y mujeres, y de esas 500, quizás unas 55 – 60 serán mujeres. Eso ocurrirá porque, a pesar que es el nivel más bajo de Centroamérica, es la tendencia lamentable que hemos observado, entonces, en los primeros dos meses, usted me habla de doce, si usted multiplica y estima el promedio, lo esperado para los próximos diez meses, creo que esa es la cantidad a la que vamos a llegar: van a ser víctimas de la violencia, entre 55 y 60 mujeres en el año 2019.

 

Ahora, estas mujeres, a diferencia de los hombres, la mayoría de la violencia contra mujeres se da en los espacios privados, o familiares, porque las mujeres, aunque han aumentado su participación en la vida pública, todavía siguen teniendo un espacio más limitado que los hombres, por lo tanto, el conflicto con mujeres, entre mujeres o contra mujeres, se da fundamentalmente en los espacios privados, y la víctima mujer normalmente, tiene un vínculo afectivo con el autor, que podría ser su marido, su novio, su ex marido, su amante, compañero, etc., es decir, una relación diferente que causa ese vínculo.

 

¿Cómo se maneja esa relación? Hay una relación de superioridad, autoritaria, y esa relación impone soluciones violentas, inapropiadas, porque culturalmente, desde niño, en ese hombre y en la sociedad, han influido para crear un comportamiento de este tipo, desde los medios de comunicación, las escuelas, los centros laborales, etc., la mujer es vista, a pesar de los avances que el país y que el mundo ha tenido en las últimas tres décadas, sigue siendo una persona vista como de segunda categoría, subordinada, y obligada a ser obediente al marido y a los hombres. Y eso es difícil de cambiar en el corto plazo porque se reproduce: en la familia, eso se reproduce con los hijos, la mamá y el papá reproducen eso, en los centros laborales, en las escuelas, en las universidades, a pesar de las charlas, de los cursos especiales de género que se desarrollan, la realidad es esa. Creo que este es un trabajo que requiere atención de largo plazo.

 

Entrevistadora: ¿A quién le corresponde este trabajo?

 

Francisco: Este trabajo le corresponde al Estado, en primer lugar, porque es el responsable del bien común, encargado del sistema de educación, pero también a los medios de comunicación, a las iglesias: con frecuencia, las iglesias, promueven un enfoque demasiado subordinado de la mujer, para comenzar en las iglesias, por lo menos católicas, las monjitas, las religiosas, tienen un rol subordinado, y muchas veces, en varias congregaciones, y comunidades, la monjita es la que se encarga de limpiar, de hacer la comida, es decir, ejercer roles secundarios, y eso está en la mentalidad del comportamiento eclesial y jerárquico. Una mujer no puede ser ordenada para presidir la eucaristía.

 

También, de alguna forma, ocurre con las mujeres en la iglesia evangélica. La gran mayoría son pastores varones, la mujer no está tan activa en ese escenario.

 

Hay una complejidad bastante grande, por lo tanto, lo que veo es que hay una tendencia que se mantiene, que se manifestará en este año, igual que se ha manifestado por los últimos veinte años, a pesar de las mejorías observadas.

 

Finalmente, creo que es importante señalar que la mujer víctima de un delito generalmente es menos agresora que los hombres. El hombre ha sido más victimario con frecuencia, y la mujer ha sido más víctima con frecuencia en los escenarios públicos y privados como tendencia general.

 

No es casual que, a pesar que la población nicaragüense es mayoritariamente de mujeres, por 1 o 2 puntos porcentuales más, en las cárceles policiales preventivas y del Sistema Penitenciario Nacional, el 90% de los detenidos son hombres, precisamente porque son los hombres, los que han generado más violencia en la sociedad que las mujeres.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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