REENCUENTRO CONSIGO MISMO
“Estamos regidos por 12 lunas. Llegamos con un centinela.
Cada día que pasa estamos más cerca de nuestra muerte.
Somos 12 o más bien 14. ¿Qué dices tú? “
Zayde B. Mejía V.
Una mujer colombiana, Zayde Beatriz Mejía Valdés (Guadalajara de Buga, 1961), desde el centro del Valle del Cauca, escribe, “con gratitud humana”: Mujer colombiana, intensa secuencia de cuatro publicaciones (200 años de libertad 1819 -2019 –septiembre 2019-, 120 años –noviembre 2019-, Pandemia ¡Juntos salimos de esta! –septiembre 2020- y Somos 12, o ¿14? –septiembre 2021-), en las que, más allá del origen circunstancial y de la segunda palabra del título de la serie, puede referirse a la mujer mexicana, argentina, venezolana, ecuatoriana, chilena, guatemalteca o nicaragüense, porque, sin restringir la artificial nacionalidad que nos marca, muestra con diversidad, simplicidad, espontaneidad y quizás, por urgente necesidad y lealtad, lo que puede ser la historia y la cotidiana existencia, envuelta en el misterio biológico, social, cultural y psicológico, entre los supuestos y las creencias, de esta nuestra parte inseparable, la que nos da origen y complementa, la que nos crea y permite ser, la mujer latinoamericana, tan nuestra y nosotros, tan de ella, tan igual y diferente, tan local y trascendente, tan próxima y desconocida…
A Zayde Beatriz, aun no la he encontrado para estrecharle la mano, para abrazarla con gratitud, para percibir en la proximidad el ímpetu de su aliento y el calor sereno del entusiasmo con el que “sigue en su caminar, ya un poco más pausado”, pero sin duda, más preciso. Tuve la oportunidad encontrarla o ¿ella me encontró?, ¡que fortuna la mía! ¡nos encontramos! Dice que, en un mensaje casual, -en realidad buscado y esperado de manera providencial-, que recibió por Internet donde un escritor nicaragüense la invitaba a una conferencia sobre creación literaria y a participar en la primera edición del curso virtual “Leer y escribir: dos caras de una moneda”, al que se sintió atraída por la coincidencia con su inquietud, para superar y sacar provecho al agobio de la inmovilización de mediados del año 2020 por el terrible encierro en tiempos de pandemia, vio aquello como una oportuna invitación para vincularse en la continuidad de lo que hacía como ocupación complementaria y quería seguir haciéndolo de mejor manera. Ella, como yo cree, que siempre es posible encontrar una oportunidad en la crisis, una luz al final del túnel, una sonrisa contagiosa en el llanto y la tristeza.
Ella reconoce –así lo demuestra- que quiere aprender –virtud juvenil que no ha dejado en su recorrido- y enseñar –cualidad de madurez humana-, tiene vocación de maestra y sencillez de quien escucha atenta y abierta para dejarse sorprender y descubrir lo nuevo que siempre puede encontrar, digerir y transformar. Quiere vivir a consciencia, en una chispa intensa, en el lujo de vivir, disfrutando o sufriendo, como introduce su último libro “Mujer colombiana. Somos 12 o ¿14?” (septiembre 2021), que “Es la historia de todos nosotros. Re-encantarte consigo misma, acepta todo tu ser, aunque el camino sea superior a todas tus fuerzas…”. Atenta a la conexión virtual de lo posible, conversamos, diligente en el ejercicio de hacer y rehacer, inquieta y curiosa con brillos adolescentes que supera cualquier tiempo, persistente, desde la vocación y la devoción, para no dejarse vencer por la adversidad social ni personal, en un mundo que a veces es hostil e incomprensible, navegando hacia el horizonte en las agitadas y a veces tranquilas aguas de este embravecido tiempo… Ella dice: “El tiempo no tiene piedad, ha sido amado con lealtad, en este punto de la vida, se voltea la esquina”.
Mientras Pandemia ¡Juntos salimos de esta! es la extensa secuencia noticiosa y testimonial de vivencias propias y de centenares de personas frente a las inciertas circunstancias de la Covid19, es como un diario cronológico que va desde el 11 de marzo al 24 de julio de 2020, sobre lo que “usted y yo estamos viviendo en estos párrafos esta verdad”, una verdad que depende de los policromáticos lentes con que se vean, en 200 años de libertad 1819 – 2019 recorre la historia posible de 529 mujeres conocidas y olvidadas en la conmemoración bicentenaria, desde lo lejano hasta lo próximo, en Somos 12, o ¿14? es existencial, con rasgos biográficos, desde la travesía profunda del espermatozoide por la conquista del óvulo para dar origen a la vida, hasta cuando aquella “niña crece”, debe percatarse y asumir su existencia, los cambios físicos, emocionales y hormonales, en los doce meses del año, el ciclo humano y la luna, la sociedad, la familia y ella misma, la cultura, las creencias y las necesidades, el ángel, en el que cree, que aguarda, y que, en la plegaria, su refugio, encuentra… Con unos versos del poeta Jaime Sabines (Chiapas, 1926 – México, 1999) asume: “No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de convencer a otra persona es indecoroso, es atentar contra su libertad de pensar o creer o de hacer lo que le dé la gana. Yo quiero solo enseñar, dar a conocer, mostrar, no demostrar.”. Es su legítima manera de soltarse a sí misma para encontrarse…
Los insistentes y abundantes textos de fluida prosa divagan mezclados con simplicidad entre la ficción, el misterio, el testimonio y la memoria propia y ajena, la certeza y la duda, investiga desde la historia y escarba en los recuerdos y viceversa, en la volatilidad flexible de las interioridades inciertas y las difusas y múltiples realidades que cada quien, desde sí mismo, va dejando o asumiendo.
Aquel inicial encuentro virtual con Zayde, que el curso en línea “Leer y escribir: dos caras de una moneda” que promuevo permitió, se ha prolongado en las conversaciones periódicas sobre la creación literaria, nos ha permitido juntarnos con decenas de latinoamericanos de México, Perú, Chile, Colombia, Argentina, Centroamérica y otros, facilitar un espacio para enseñar y aprender, para compartir y redescubrir, para asomarme a conocerla, para acompañar el regocijante camino de la literatura que nos permite percibir y crear para ser más allá de nuestro espacio y tiempo, para vivir y ser felices.
Ella, desde su oficio de contadora pública y especialista fiscal, entre libros contables, números y análisis financieros, entre negocios y gestión de viajes, entre afectos y desafectos, oficios y obligaciones, satisfacciones e insatisfacciones, se revela comprometida como promotora cultural y maestra desde su entorno, como creativa y dedicada “contadora de historias” que vale la pena escuchar y leer.
Managua, 22 de noviembre de 2021.