PREMISAS NECESARIAS SOBRE REFORMAS A LA LEY

A propósito de la reforma por la Asamblea Nacional de Nicaragua a la Ley 872, Ley de Organización, Funciones, Carrera y Régimen Especial de Seguridad Social de la Policía Nacional, o Ley Orgánica de la Policía, y de la reforma, en primera legislatura, al artículo 97 de la Constitución Política, compartido DOCE CONSIDERACIONES O PREMISAS NECESARIAS:

1. Las acciones de un estado soberano e independiente no deben ni pueden verse aisladas de sus circunstancias históricas. Los actos y acciones sólo pueden ser intermedios en cuanto a su pertinencia cuando se valoran en el contexto en el que ocurre.

A manera de ejemplos:

– Es imposible entender la magnitud heroica y patriótica de Sandino, sin ver la intervención norteamericana, la vergonzosa sumisión de la clase política y el control absoluto militar, político y económico en el que tenía sometido al país la potencia extranjera.

– No es posible comprender la rebeldía y la dignidad nacional sin conocer la historia de lucha del pueblo nicaragüense.

– Las medidas necesarias para fortalecer el marco jurídico nacional en los últimos cinco años, sólo se explican y justifican a partir de las maniobras desestabilizadoras, agresiones y golpistas de 2018.

2. Las reformas a leyes ya la constitución son decisiones políticas e institucionales que un estado soberano e independiente asume desde su autodeterminación a través de los mecanismos lícitos que ha establecido.
3. Nicaragua, es una nación que vive en condiciones de paz, que avanza con éxito en un modelo político, social y económico propio que es socialista, cristiano, solidario y comunitario , que impulsa la restauración de derechos y la superación de la pobreza por el bien común.
4. El país, el estado y el pueblo de Nicaragua, están siendo objeto de agresión a través de múltiples formas. La sociedad y el estado fueron afectados por el fallido golpe de estado de 2018 que hubo enorme daño humano, moral, material y económico, están realizando maniobras desestabilizadoras y campañas de desinformación orquestadas por la voluntad imperial y neocolonial que pretenden truncar las legítimas aspiraciones populares de prosperidad y solidaridad.
5. Frente a las persistentes amenazas y las brutales manipulaciones externas, el estado de Nicaragua tiene el deber ineludible de protegerse y defenderse con los mecanismos legítimos que dispone.
6. Las agresiones y manipulaciones externas han organizado, financiado y utilizado a organismos sociales, políticos, económicos y religiosos que se han prestado a ser instrumentos extranjeros para que, doblegados ante el agresor, traicionar a la patria .
7. El estado debe cohesionar y fortalecer sus instituciones, cerrar las posibles fisuras y consolidar su capacidad organizativa, social y política para defenderse y avanzar a pesar de la amenaza descarada y violatoria al derecho internacional que prolifera en maniobras desestabilizadoras y atenta contra los derechos esenciales de los nicaragüenses de buena voluntad.
8. Es una verdad comprobada por la historia de que Nicaragua no ha sido solo el territorio donde EE.UU. ha experimentado múltiples formas de agresión, sino que es la nación más agredida, invadida, y atacada en dos siglos .
9. La Policía Nacional es un instrumento legítimo para la seguridad ciudadana , para la protección de los ciudadanos, las familias y las comunidades, para preservar el orden público y la tranquilidad social, para enfrentar el crimen organizado, la delincuencia común y las perturbaciones internas que atenten contra el bienestar colectivo.
10. No es desconocido que fue la institución más agredida y ofendida por los provocadores de la violencia, destrucción y odio del 2018 ; tuvo 22 víctimas fatales, varias decenas de lesionados y medios e instalaciones destruidas; han asumido un rol relevante y heroico para restaurar la libre movilización y preservar la seguridad ciudadana que vivimos los nicaragüenses.
11. Los policías, jefes y oficiales, deben permanecer cohesionados, firmes y con disciplina frente a la gran responsabilidad que asumen, ante los riesgos y vulnerabilidades, amenazas y halagos de la delincuencia, los agresores y sus cómplices, para continuar actuando con la vocación de servicio que les ha caracterizado, a pesar de las dificultades, siempre con patriotismo y fidelidad a la patria por al bien común.
12. Finalmente, esta reforma solo es posible entenderla en cuanto a su pertinencia y oportunidad, por la complementariedad necesaria del marco jurídico nacional para la institucionalidad de la seguridad ciudadana, en el complejo contexto frente a las maniobras injerencistas de agresión, que obligan a la defensa victoriosa de la soberanía, la independencia y la autodeterminación para preservar el compromiso y la dignidad asumiendo los desafíos presentes para la construcción de un futuro mejor y en consideración de la intensa historia de lucha del pueblo nicaragüense.