BOMBARDEO DE LOS INVASORES A OCOTAL - Inicio de la heroica ofensiva militar antiimperialista de Sandino
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BOMBARDEO DE LOS INVASORES A OCOTAL – Inicio de la heroica ofensiva militar antiimperialista de Sandino

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July 16, 2023

En memoria de Antonio Rufo Marín Bellorín: héroe de la batalla de Ocotal,

Primer mártir de la lucha antimperialista de Sandino.

 

1927 es un año de inflexión en la historia de Nicaragua, muestra de manera evidente que, en este país centroamericano, el más invadido, amenazado y agredido por EE.UU., se han experimentado todas las formas de agresión y ante ello aquí han surgido inmortales gestas de rebeldía patriótica y dignidad heroica.

 

En 1927 fue engendrada la revolución sandinista que triunfó medio siglo después como consecuencia de la agresión, la dependencia externa, la exclusión y la injusticia social, fue la necesidad de rescatar la soberanía y reafirmar la independencia para construir prosperidad con autodeterminación, desde el compromiso social, la solidaridad y el bien común.

 

BOMBARDEO DE LOS INVASORES A OCOTAL - Inicio de la heroica ofensiva militar antiimperialista de SandinoDespués del bombardeo aéreo experimental con dinamita contra Chinandega durante la Guerra Constitucionalista, con dos aviones piloteados por William Brooks y Lee Mason, el 23 del mismo mes, -año 15 de la presencia militar norteamericana-, los invasores ocuparon la loma de Tiscapa, sede del poder político y militar, fue arriada la bandera de Nicaragua e izada la de los Estados Unidos. El país estaba bajo total control militar, política y económico de la potencia del norte. Había sido desplegada la más numerosa fuerza interventora en América Latina, más de 5 mil marines, algunos buques en las costas y 18 medios aéreos constituían la mayor flota aérea de Centroamérica.

 

Desde el 10 de enero el presidente Calvin Coolidge justificaba ante el Congreso la invasión: “Estados Unidos se halla en una peculiar posición de responsabilidad en América Central, debido a la eventual posibilidad de construir un canal a través de Nicaragua, a nuestros intereses en el canal de Panamá y a nuestras inversiones financiera en la región. Si bien Estados Unidos no desea intervenir en los asuntos internos de los países centroamericanos, jamás podremos permanecer indiferentes ante los acontecimientos que se desarrollen allí en posible perjuicio a nuestros intereses. Cualquier amenaza a la estabilidad de Nicaragua será vista con preocupación y podría resultar en la adopción de medidas necesarias, destinadas a proteger las vidas y las propiedades de los ciudadanos americanos”.

 

Mientras el 21 de mayo, durante el boom de la aviación, el Captan. Charles Lindbergh realizó el vuelo trasatlántico desde New York hasta París, sin paradas, en vuelo solitario, el 24 de mayo arribaban en el ferrocarril, procedentes de Corinto, las piezas de 6 nuevos aviones de combate que serían armados en Managua al mando del mayor Ross E. Rowell, jefe del escuadrón aéreo. Esos medios serían utilizados por primera vez para bombardear Ocotal.

 

Sandino, después de rechazar la rendición de Moncada ante Stimson el 4 de mayo en el Pacto del Espino Negro, proclamó el 1ro. de julio el Manifiesto de San Albino, en donde expresó el carácter y propósito de su lucha. La Guerra Constitucionalista entre liberales y conservadores, -bajo presencia militar extranjera-, se convirtió en Guerra Antiimperialista donde el enemigo principal eran los invasores norteamericanos, fundamentado en el patriotismo por rescatar la dignidad y la soberanía nacional cedida por la sumisa clase política libero-conservadora.

 

La primera acción militar con la que Sandino rompió los fuegos contra el prepotente agresor, fue el ataque de sus incipientes tropas a la guarnición de Ocotal después de rechazar la amenaza del capitán Gilbert D. Hatfield, comandante de la guarnición, quien demandó su rendición y entregar las armas. Fuera de todo pronóstico el heroico patriota comenzó a enfrentar al enorme poderío militar del invasor, lo que fue al inicio menospreciado y visto como una locura condenada a la derrota. Sin embargo, se convirtió en la primera derrota militar del ejército americano al verso obligado a prolongar su presencia directa y quedar empantanado hasta el 1 de enero de 1933 cuando los últimos marines abandonaron el territorio nacional sin vencer al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, pagando altos costos humanos, políticos y militares, con la condena mundial por violar el derecho internacional contra una nación independiente y soberana.

 

La Batalla de Ocotal del 16 de julio de 1927 se prolongó durante 17 horas; las tropas rebeldes estaban venciendo a la guarnición americana reforzada por guardias nacionales, hasta que un escuadrón de 2 aviones de exploración y 5 de combate lanzaron el primer bombardeo aéreo con ametralladoras, en picada, a baja altura, en apoyo a las tropas terrestres provocando enorme daño humano y material contra la población civil y los rebeldes, cuyos sobrevivientes fueron obligados, bajo el terror que impuso el inesperado ataque, a abandonar la ciudad. Aquel suceso criminal fue la primera derrota de Sandino en la Guerra Antiimperialista que iniciaba, aunque se convirtió en la primera victoria política que desencadenó la denuncia internacional contra la invasión militar extranjera, cuando desde Washington, el 18 de julio de 1927, se alzó la voz de Salomón de la Selva.

 

El mensaje interventor de Coolidge el 10 de enero, el bombardeo contra Chinandega, el despliegue militar total en el territorio nacional incluido la toma de la Loma el 23, …  todos actos vergonzosos de agresión y sumisión que se reafirmaron en el Pacto de rendición del 4 de mayo, llevaron a la rebeldía patriótica y digna, al manifiesto del 1ro. de julio y al inicio de la ofensiva militar antiimperialista el 16 de julio en Ocotal… lo que gestó la Revolución Popular Sandinista que, 52 años después, logró la victoria.

 

Según lo publicado en 1927, así fue dada a conocer la noticia en EE.UU. y el mundo por dos principales medios impresos norteamericanos, The New York Time y la revista semanal Time:

 

The New York Time:

Martes 19 de julio. LA BATALLA DE NICARAGUA DURÓ 17 HORAS

Marines estadounidenses lucharon contra 500 rebeldes, mataron a 300 e hirieron a 100.

MANAGUA, Nicaragua, 18 de julio. —Apenas dos veintenas de infantes de marina estadounidenses, apoyados por unos pocos policías nativos entrenados y dirigidos por infantes de marina, mantienen el campo sangriento de Ocotal, escenario del primer enfrentamiento decisivo en el país desde la ocupación.

Un marino fue muerto, otro seriamente lesionado y un miembro de la constabularia fue tratado por heridas severas. La fuerza atacante era por encima de 500 recalcitrantes liberales. El general Sandino, trató durante diecisiete horas el domingo de entrar al pueblo de Ocotal, 300 cayeron muertos fuera del pueblo y 100 fueron heridos. hordas de buitres ya están arrasando el campo disputado. La batalla podría haber terminado de otra manera si no hubiera sido por dos aviones de exploración de Managua. Pasando por el país en una mirada de rutina, las máquinas atravesaban las líneas después de que la lucha había progresado durante varias horas y trajo noticias aquí. Un escuadrón de cinco bombarderos enviados por Brig. General Logan Feland, conduciendo a toda velocidad las 110 millas intermedias, a pesar de una tormenta tropical, giraron bajo las líneas de ataque, barriendo a los fusileros y ametralladoras de Sandino con fuego. Una bomba, lanzada sobre un grupo de escaramuzadores, mató a treinta.

Rebelde soltar armas y huir

Las dos bajas entre los infantes de marina fueron el soldado Michael A. Obleski de Faulette, Pensilvania, muerto, y el soldado Charles Sidney Garrison de Ashewille. N. C., gravemente herido. Sin embargo, se dice que las posibilidades de recuperación de Garrison son buenas. Fue traído a Managua desde Ocotal en avión, junto con un miembro de la constabularia herido.

Mayor G. D. Hatfield, comandante de los marines en Ocotal, y sus oficiales, recibieron felicitaciones oficiales del gobierno nicaragüense por la valentía que presentaron las fuerzas americanas frente a la gran amenaza.

Alarde de “beber sangre yanqui”

El general Sandino dijo que había prometido a sus seguidores que si ellos capturaban Ocotal ellos podrían saquearlo. Se dice que se jactó que “beberían sangre yanqui”.

Durante la batalla, sin embargo, Sandino, no se vio en la parte ardua del combate, porque dirigió sus fuerzas desde la distancia.

Después de que la lucha había durado varias horas, Sandino envió un mensajero al mayor Hatfield, solicitando una tregua de sesenta minutos. El comandante Hatfield respondió que la tregua duraría solo mientras la bandera blanca estuviera a la vista.

BOMBARDEO DE LOS INVASORES A OCOTAL - Inicio de la heroica ofensiva militar antiimperialista de SandinoAviones exploradores baleados …/…

Sargento Munsch y marine Gunner Michael Wodarzcyk fueron baleados hoy mientras estaban en aviones de patrulla. Las balas perforaron el tanque de combustible de Munsch y atravesaron la funda de su pistola. El avión de Wodarzcyk fue alcanzado tres veces, una de las balas le dio en la pierna.

 

Martes 19 de julio. LA BATALLA DE NICARAGUA REVUELVE EL PARLAMENTO LABORAL. Delegado del País Exige Desaprobación de Infantería de Marina por Organismo Panamericano. FEDERACIÓN DEMORA ACCIÓN. Pero presidente Green se declara a favor de arbitraje contra Fuerza Armada en América Latina.

WASHINGTON, 18 de julio. — Censura del uso de las fuerzas armadas para arreglar disputas en países latinoamericanos, denuncia de las “matanzas” por parte de infantes de marina estadounidenses en Nicaragua y negación de que el trabajo organizado en el Hemisferio Occidental tuviera alguna asociación con la Rusia soviética o sus influencias, marcaron los discursos en la sesión inaugural de hoy del quinto Congreso de la Federación Panamericana del Trabajo, organización creada gracias a los esfuerzos de Samuel Gompers.

Un ataque contra las operaciones de los marines americanos en Nicaragua fue llevado esta mañana por Salomón de la Selva, el delegado de este país, quien señaló que 300 de sus conciudadanos han sido asesinados por disparos americanos. “He estado en contacto con el sentimiento íntimo y la mente sagrada del pueblo de Nicaragua durante muchos años y quiero decir que si los marinos no salen de Nicaragua tendrán que destruir la población de todo el país. Ésta es la convicción de la población obrera de Nicaragua”. …/…

William Green, presidente de la Federación Americana del Trabajo, así como el jefe del grupo panamericano, acababa de concluir un discurso en el que denunció el uso de las armas por parte de Estados Unidos en países latinoamericanos, abogó por la aplicación del principio de arbitraje en todas las disputas entre este país y otros gobiernos de este hemisferio y deploró el lamentable estado de cosas en Nicaragua.

 

Miércoles 20 de julio. SANDINO SE ESCONDE, EL ‘EJÉRCITO’ LO ABANDONA.

Jefe Rebelde, aplastado por derrota a manos de marines, huye a fortaleza nicaragüense. 

SUEÑO DE VICTORIA DESTRUIDO.  Bombas abandonadas autodenominadas ‘Bestia salvaje de las montañas’: nuestra política inalterada. SANDINO SE ESCONDE, EL ‘EJÉRCITO’ LO ABANDONA.

MANAGUA, 19 de julio. — Atónito por su desastrosa derrota en Ocotal, el general Sandino, líder de los rebeldes nicaragüenses, se ha aislado en un lugar remoto e inaccesible del país. La asombrosa defensa de un simple puñado de infantes de marina estadounidenses y policías nicaragüenses, ayudados por cinco aviones bombarderos de Managua, ha servido para dispersar a los rebeldes y ha asestado un golpe del que no es probable que se recuperen pronto.

El Coronel B. M. Gulick, del quinto regimiento de marines, reportó que 100 de los rebeldes fueron muertos por los marines y constabularios y 200 murieron por el bombardeo aéreo. Noticias desde Ocotal, sin embargo, afirman que los muertos podrían ser más de 300, así como de los heridos graves que se adentraron en el bosque y murieron. Aviones exploradores partieron de aquí para Ocotal esta mañana. Tres aviones regresaron del pueblo esta tarde. Uno de ellos aterrizó en Ocotal y los oficiales hablaron con el capitán Hatfield, comandante de los marinos aquí. Él dijo que no hubo ningún ataque durante la noche. La situación, dijo el capitán Hatfield está bajo control y la guarnición está en alerta.

Se informa que dos de los jefes del general Sandino lo abandonaron y sus fuerzas están muy dispersas. No hay rastro del propio general rebelde.

Teniente Arthur G. Bliesner estaba con el Capitán Hatfield, y el primer sargento Thomas J. Bruce y el sargento James A. Leighton sirvieron con el teniente Darnell durante la batalla de Ocotal. …/…

Menospreciaron aviones y bombas yankee

Cuando el ataque comenzó a la 1 en punto de la mañana del domingo, muchos de sus simpatizantes en el pueblo se juntaron bajo las sombras de la oscuridad. El ataque fue sorpresivo, y Sandino y sus hombres creían que la pequeña guarnición sería pronto aniquilada. El líder rebelde había menospreciado a los estadounidenses, sus aviones y sus bombas, lo que les dijo a sus hombres es que “solo hacían ruido”. Por lo tanto, los rebeldes, sin miedo, comenzaron su ataque. Pero los hombres del capitán Hatfields y la constabularia estaban listos y fueron detenidos bruscamente por un fuego feroz y certero. Pronto llegaron los aviones de bombardeo y como Sandino no había tomado medidas contra un ataque aéreo, sus seguidores fueron atrapados en grupos, muchos de ellos perecieron mientras intentaban escapar. …/…

Medalla pedida para aviador heroico

Brigadier general Feland en despacho oficial a Washington recomendó la medalla del servicio distinguido al mayor Ross E. Rowell, por los siguientes motivos: “A lo largo de su servicio en Nicaragua, ha trabajado incesantemente, ha mantenido el material de su escuadrón en el mejor orden en condiciones difíciles e inspiró en sus oficiales y soldados la más intensa devoción. Día tras día, ha demostrado estar listos para ejecutar todas las muchas misiones que se le exigen. Como prueba suprema, el mayor Rowell, cuando su patrulla notificó el 16 de julio de 1927 que la guarnición de Ocotal, a más de 100 millas de distancia, estaba en peligro, tomó el aire de inmediato, al frente de cinco aviones en medio de una tormenta tropical. En Ocotal dirigió los aviones al ataque con la más alta destreza táctica y distinguido coraje. Rompió las defensas del enemigo, destruyó la mayor parte de ellos y expulsó al resto del campo. El comandante Rowel salvó a la pequeña guarnición de una gran pérdida de vidas y una destrucción casi segura”.

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Revista Time: 1 de agosto de 1927. NICARAGUA: Marines rescatados:

Cuando 39 infantes de marina estadounidenses y 48 policías nicaragüenses fueron atacados la semana pasada en el remoto pueblo de Ocotal por 600 nicaragüenses armados, solo un testigo se presentó con un relato completo y fáctico, aunque espeluznante. Este personaje, el señor Arnaldo Ramírez Abaunza, jefe municipal de Ocotal, escribió:

“… La hora es la 1 am… Escucho gritos de ‘muerte a los estadounidenses en las calles… Seiscientos o quizás 1,000 fuertes, las fuerzas del general Augusto Calderón Sandino rodean a los estadounidenses bajo el mando del Mayor Gilbert Hatfield y ataque por todos lados… La lucha se vuelve general… Nuestra policía lucha valientemente en el Parque Municipal… Los francotiradores estadounidenses mantienen las esquinas despejadas… Una Browning y dos Lewis rastrillan el patio… Cualquiera tan imprudente como para cruzar encuentra la muerte…”.

“Las huestes de Sandino avanzan, intentando capturar el parque, para usar el muro de piedra como protección. Ahora es de día, los estadounidenses no han retrocedido ni una pulgada. La policía mantiene sus posiciones. Los francotiradores estadounidenses están acumulando muertos.

“Sandino me ofrece seguridad y protección a mí y al director de policía si nos rendimos. Me niego”. Sandino permanece en la entrada de la ciudad dirigiendo los movimientos de sus tropas. Envía una nota al heroico Mayor Hatfield, insinuando que como él (Hatfield) no tiene agua, eventualmente tendrá que rendirse. Hatfield responde: “‘Recibí su mensaje, y diga con o sin agua, un infante de marina nunca se rinde. Permaneceremos aquí hasta que muramos o seamos capturados’.

“El Mayor y sus valientes hombres están peleando como leones. La lucha continúa…”

“Son las 10 am. Se ven dos aviones de exploración. Vuelan bajo y disparan contra las fuerzas de Sandino y se van volando. Todos sabemos que volverán con más bombas y aviones y la gente se asusta. Los no combatientes me piden que hable con Sandino, solicitando que se retire por el bien de la humanidad, lo cual sé que no hará”.

“Se ven cinco aviones a las 3 de la tarde. Se acercan en formación de combate, luego se ponen en fila volando bajo y abren fuego con sus ametralladoras. Tiran bombas sobre el ejército de Sandino, que ahora empieza a retirarse”.

“En el piso veo un infante de marina muerto, la única baja entre los estadounidenses. Voy a la policía. No hay ningún muerto, solo cuatro heridos”.

“En el parque y dentro de las casas están los muertos de Sandino. En un lugar cuento 21 y no he mirado”. …/…

Al mando de los 3.000 infantes de marina ahora estacionados en Nicaragua está el general de brigada Logan Feland. Su estado de ánimo la semana pasada fue indicado por un radiograma que llegó a su esposa en Atlantic City, luego de la acción exitosa en Ocotal. Ella leyó: “Todo parece estar bien hoy. Gracias a Dios por el poder de la aviación que salvó a nuestros hombres. Con amor. LOGAN.

Una tormenta tropical feroz estaba en su apogeo cuando llegó la orden de que los cinco bombarderos estadounidenses se elevaran desde su base en Managua y socorrieran a los 39 infantes de marina sitiados en Ocotal. Quien condujo a los bombarderos a través de la tormenta fue el mayor Ross Erastus (“Rusty”) Rowell, de 42 años, un aviador de solo cuatro años en el servicio.

Resuelto, atravesó el vendaval a 100 millas por hora, finalmente avistando y dando vueltas sobre Ocotal. “Clic” fue el pequeño y simple mecanismo del lanzamiento de su bomba. Mucho más abajo, masas de hombres se volvieron repentinamente rojas, sin forma y conglomeradas. Al cabo de media hora, una bandada de buitres negros descendía por el aire caliente y cruel.

Dos días después, el general de brigada Feland cablegrafió a Washington: “Recomiendo que se otorgue la medalla por servicios distinguidos al mayor Ross E. Rowell… En Ocotal dirigió los aviones al ataque con la más alta habilidad táctica y valor distinguido. Rompió la masa del enemigo, destruyó la mayor parte de ellos y expulsó al resto del campo”. “Rusty” Rowell se convirtió automáticamente en un héroe. …/…

Un comentario latinoamericano que no fue más que típicamente censurador apareció en el diario líder de la ciudad de México, Excélsior: “¡Que el presidente Coolidge duerma tranquilo tras el asesinato de 300 nicaragüenses que cometieron el error de defender su país, violado por un invasor!” Excélsior prosiguió postulando que el general Sandino tenía razón cuando de todos los comandantes nicaragüenses fue el único que se negó a rendirse y ser desarmado por los marines estadounidenses.

-El valor de Sandino -dijo Excélsior-, no lo comprenden las almas viles incapaces de caballerosidad, que hubieran puesto en la silla eléctrica hasta a don Quijote como castigo de sus más gallardas aventuras… “Mientras todo esto sucede, ese virtuoso y severo presidente Coolidge murmura alabanzas y salmos bíblicos, pronuncia discursos de sentencias morales y suplica que la justicia, la paz y la fraternidad unan a todos los hombres”.

En Washington, DC., el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Frank Billings Kellogg, presentó la opinión de la Administración. Recordó que el general Sandino fue efectivamente el único comandante nicaragüense que se negó a desarmar a sus fuerzas; pero el señor Kellogg sacó de esta negativa la conclusión, no de que el general Sandino es un “patriota”, sino la decisión de que es “un forajido… cuyos actos no tienen significado político”. El Secretario respaldó este postulado afirmando que los hombres del general Sandino han buscado recientemente mantenerse alimentándose de la propiedad de ciudadanos estadounidenses y otros en Nicaragua. Por lo tanto, caerían directamente dentro del alcance de los marines estadounidenses enviados por el presidente Coolidge “para proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos estadounidenses”.

“Decididos a Morir”. El general Sandino se retiró a la clandestinidad después de su derrota, pero pronto envió un mensaje de desafío: “Quien crea que estamos abatidos por estas fuertes bajas, juzga mal a mi ejército, que hoy estamos más impacientes que nunca por buscar a los traidores de nuestro país, decididos a morir si no podemos asegurar la libertad”.

Mientras tanto llegó a Managua el contralmirante David Foote Sellers, USN, para suceder al contralmirante Julian L. Latimer como comandante del escuadrón de servicios especiales de Estados Unidos en Nicaragua. Inmediatamente después de aterrizar, el general de brigada Feland informó al contraalmirante Sellers que numerosos destacamentos de marines estadounidenses estaban maniobrando con la intención de rodear y someter a las fuerzas del general Sandino. El contraalmirante Latimer, quien estuvo en Washington la semana pasada, dijo: “Sandino no tiene ningún significado político en Nicaragua, no más del que tuvo Jesse James en Estados Unidos”.

 

Fuente:

Bautista, Francisco. (2023). Somos lo que recordamos. Seamos dueños de nuestra historia. Managua, junio 2023.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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