SILOGISMOS DE LA EQUIVOCACIÓN
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Origen y continuidad de la epidemia global. Necesidad de adaptarse e inmunidad biológica y social  

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May 6, 2020

Managua, 6 de mayo de 2020

“La inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”

Stephen Howking

 

“Jesús les dijo: ¡Ánimo! Soy yo, no tengan miedo…/…

¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?”

Mateo, 14:27 y 31.

 

La epidemia global que contamina y perturba al mundo tiene una raíz viral: química-biológica y al menos tres componentes artificiales e inducidos que complican el impacto en la salud pública mundial: el pánico, la manipulación y desinformación (mediática y virtual), y el irracional e improvisado abordaje, paralización excluyente e inmovilidad general e insostenible.

Dos preguntas ineludibles para comentar:

1ro; ¿De dónde procede el virus de la epidemia Covid-19? y

2do: ¿Qué esperar y hacer?

 

Primero: puntualizo cinco (5) hipótesis de diversas fuentes sobre el origen de esta macropartícula química-biológica llamada virus, alguna quizás un día se confirme:

1- Existía y afectaba al ser humano, aunque hasta ahora se descubre e identifica.

2- Estaba en estado latente u oculto en el hielo o interior de la tierra, y salió a la luz.

3- Es mutación de otro virus u organismo, evolución natural o cambio medioambiental.

4- Proviene del espacio, igual que las partículas del universo que crearon la vida en la Tierra.

5- Elaborado en laboratorio con algún propósito, quizás “oscuro” y por accidente se expandió.

Hay diversas opiniones científicas y especulativas, disímiles y extremas, que van desde las más sofisticadas conspiraciones políticas, económicas, tecnológicas y militares, hasta las más simples de la evolución natural. El virólogo francés Luc Montgnier, descubridor del virus del SIDA, Premio Nobel de Medicina 2008, aseguró que el SARS-CoV-2 (Síndrome respiratorio agudo grave), virus causante del Covid-19 (Coronavirus disease 2019): “fue creado en laboratorio por biólogos moleculares que insertaron secuencia de ADN de VIH-1 en un coronavirus para buscar la vacuna contra el SIDA”.

Cualquier hipótesis puede ser cierta. Todas llevan a tres conclusiones demostrables:

i)- El virus existe, está para quedarse en el planeta que compartimos. Es la realidad presen

ii) Humanos debemos aprender a convivir en esa realidad, con serenidad, inteligencia y unidos en acciones sostenibles.

iii) La ciencia quizás identifique una vacuna o tratamiento que reduzca o elimine el daño viral, de transmisión rápida, aunque tiene baja tasa de letalidad.

La Coalición para innovaciones en Preparación para Epidemias (Noruega), a fines de abril afirmó que hay en proceso 115 posibles vacunas contra el coronavirus en varios países. Los científicos, incluso los más optimistas, afirman que, para contar con una vacuna, requieren de 12 a 18 meses, y si es viable, estará disponible a mediados de 2021.

 

Segundo: ¿Qué esperar de la evolución de la enfermedad? A partir de ello, ¿qué hacer?

Cuatro (4) escenarios o hipótesis posibles de corto plazo:

  1. La ciencia encuentra con éxito vacuna contra COVID-19 que comienza a aplicarse a mediados de 2021. Para entonces, al menos 50 millones de personas fueron confirmados contagiadas, 3 millones fallecieron por complicaciones previas de salud y quizás 250 millones tuvieron contacto con el virus de manera asintomática o como gripe leve, logrando inmunidad. Si la vacuna se descubre significa que el virus causante de la enfermedad no muta, las personas que lo asimilan o superan generan anticuerpos que fortalecen su sistema.
  2. El virus no muta, pero la ciencia no logra crear vacuna (al menos en tres años). Para el virus VIH-1 de SIDA, aún no existe. Desde el primer diagnóstico (E.U.1981), -inexplicablemente no declarado pandemia- provoca 1.2 millones de muertes cada año, acumula casi 40 millones de víctimas fatales, tiene muy alta letalidad (50%).
  3. El virus muta (como los de gripe), cambia por factor medioambiental o interacción química-biológica humana; significa que será imposible obtener vacuna, y que las personas que se infecten con un tipo, pueden volverse a infectar con otro… Habrá que convivir con el riesgo durante toda la vida…
  4. No descubren vacuna, pero, como el virus no muta, la inmunización debe realizarse natural y gradual; al aumentar los que lo asimilaron o superaron la población se inmuniza y el daño viral se extingue paulatino o deja de ser relevante. Ocurrirá como cuando niños preferíamos contraer, por ejemplo, el sarampión, para salir temprano y quedar inmunes, lo asumíamos sin miedo, como proceso normal.

Las enfermedades provocadas por virus no tienen cura, solo tratamiento para paliar los síntomas, no funcionan los antibióticos. No toda persona que adquiera un virus se enferma, algunos logran asimilarlo. La vacuna inmuniza y al recuperarse de la enfermedad, el sistema biológico del individuo adquiere anticuerpos que lo protegen.

Desde la filosofía tibetana budista se dice: “si un problema se puede arreglar, entonces no hay necesidad de preocuparse. Si no se puede, entonces de nada sirve preocuparse. No existe ningún beneficio en preocuparse” (Dalai Lama).

El “desafío no es vencer a la naturaleza, la meta es adaptarse”, según el epidemiólogo de la Agencia de Salud Pública de Suecia y Johanna Sandwall de la Junta Nacional de Salud y Bienestar de Suecia, país que adoptó una estrategia de “inmunidad colectiva” que plantea que la mayor parte de los menores de 65 años contraigan el virus si no tienen enfermedades preexistentes, adquieran inmunidad de manera natural, la vivan asintomática, como gripe común o fuerte y los que requieran cuidado sean atendidos y hospitalizados. No es estrategia de contención ni confinamiento como la implementada en muchos países (Nicaragua es otra excepción), con enormes costos sociales y económicos, sin avanzar en inmunidad colectiva. Suecia decidió abordar la pandemia de manera sustentable, sin cerrar escuelas ni centros laborales. Estima a la fecha que 25% de la población de Estocolmo ha estado expuesta al virus y se ha inmunizado. Implementan medidas de higiene, limitan concentración muchas personas y deben permanecer en casa los mayores de 70 años.

La OMS advirtió que la evidencia científica hasta ahora no ofrece certeza de que una persona recuperada del coronavirus, que generó anticuerpos, esté protegida frente a una segunda infección, lo que pone en duda la idea del “pasaporte de inmunidad”. María Van Kerkhove, epidemióloga OMS, dice que esperan que la mayoría de recuperados desarrollen anticuerpos una o dos semanas después, lo que les dará cierto nivel de protección.

Mientras tanto, el tiempo y los graves costos de medidas extremas se alargan, solo son responsables y sensatas acciones sostenibles que no agraven el daño humano, social y económico. “Cuarentenas indefinidas” no deben existir, son insostenibles, típicas y desesperadas medidas “medievales o anacrónicas”, cuando la ciencia ignoraba origen, vector transmisor, los virus, las bacterias y el vínculo con el organismo humano. En aquel entonces, a pesar del “confinamiento”, ante la falta de vacuna y conocimiento, la pandemia se detenía por la higiene y la inmunidad colectiva, cuando la mayoría se había contagiado y el organismo humano adquiría capacidad de resistencia.

El biofísico sudafricano Michael Levitt, Premio Nobel de Química 2013, afirmó: “La cuarentena fue un gran error, la política de inmunidad colectiva es el camino correcto”. El único beneficio supuesto es “aplanar la curva exponencial de contagio” (se puede lograr sin traumas: higiene, información, educación, salud preventiva, participación comunitaria e institucional), es decir, prolongarla en el tiempo para que el sistema de salud no colapse, pero “no evita contagiarse”, porque, después del encierro o aislamiento social prolongado, al retomarse la actividad socioeconómica, porque la vida sigue y necesita del trabajo humano para subsistir, los que no obtuvieron inmunidad, al entrar en contacto con otros, es posible lo adquieran, hasta que el ciclo de expansión viral se frene por la posible vacuna o la inmunidad colectiva adquirida.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la mitad de la fuerza laboral del mundo estimada en 1.6 billones verá afectado o destruido su modo de vida por el impacto económico del Covid19. De 3.3 billones de la población laboral, cerca de 2 billones dependen de actividad informal, autoempleo u ocupación de corto plazo los que dañarán su medio de subsistencia por paralización social y económica, y entre más se prolongue, mayor será el impacto, siendo evidente que “más daña la cura que la enfermedad”. Millones de desempleos, desocupados y desesperados deambularán por el mundo…

Serenidad, responsabilidad y fe frente a la incertidumbre, sin ser instrumento ni víctima de desinformación para difundir desesperanza y pánico. Para Kant “la inteligencia se mide por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar”, está a prueba el conocimiento humano, que a pesar de haber explorado el espacio y construido enormes ciudades y complejas maquinarias de inteligencia artificial, puede ser prisionero de miedo y de sus errores, confundir el horizonte frente a lo cierto-incierto en el que estamos inmersos. Adaptarnos no enfrentar es el reto en la nueva realidad sin perder lo esencial ni la convivencia social. El escritor inglés Max Mckeownn escribió: “Todo fracaso es la falta de adaptación. Todo éxito es una adaptación exitosa”.

El miedo junto al odio, son las más negativas y contraindicadas vibraciones humana que enferman, destruyen, contaminan y deprimen la capacidad humana para superarse. Promovamos y opongamos a ello emanaciones humanas positivas, una actitud de equilibrio y respeto hacia la sociedad, la naturaleza y el universo, aprovechando las bondades del entorno y el inmenso caudal de generosidad del que el género humano es capaz para construir, fortalecer y desarrollar a los individuos y la sociedad: amor y solidaridad.

Salud y paz.

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FRANCISCO JAVIER BAUTISTA LARA
Managua, Nicaragua

Comparto referencias de mis libros y escritos diversos sobre seguridad, policía, literatura, asuntos sociales y económicos, como contribución a la sociedad. La primera versión de esta web fue obsequio de mi querido hijo Juan José Bautista De León en 2006. Él se anticipó a mí y partió el 1 de enero de 2016. Trataré de conservar con amor, y en su memoria, este espacio, porque fue parte de su dedicación profesional y muestra de afecto. Le agradezco su interés y apoyo en ayudarme a compartir.

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