Es fácil, -aunque erróneo-, afirmar con ligereza, que hay, en los últimos años, más fenómenos naturales que provocan tragedias como nunca antes hubo. No faltan quiénes manipulen, con propósitos diversos: comerciales, políticos, religiosos y fatalistas, tales percepciones. El espectáculo de la tragedia genera beneficio a algunos. Los pronósticos apocalípticos…