Lo incurable de Josecito Cuadra y Jerónimo Álvarez
Buenos días, don Chepito, ¿cómo está? – decía quien escribe mientras le palmeaba el hombro-.
El poeta, con su cuerpo frágil, lento y errático, de lúcida e inagotable lectura y fluidos versos cotidianos que ahora sufren por la evasiva firmeza de la mano…